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El PNV se aleja del frente anti-Maroto y busca la estabilidad de la Diputación de Álava

PSE trata de alcanzar con PNV un pacto programático en Bizkaia y, si es posible, llegar a un Gobierno de coalición

Aitor Guenaga

El PNV se aleja cada vez más de un frente para desbancar a Javier Maroto, el candidato más votado en Vitoria, de la Alcaldía de la capital alavesa. Los peneuvistas, que han mantenido esta mañana una reunión con EH Bildu, han exigido a la coalición soberanista que les asegure que no habrá sobresaltos en la elección del próximo diputado general de Álava y que Ramiro González tenga asegurada su elección porque no habrá una mayoría alternativa liderada por EH Bildu.

Lo que el PNV ha planteado es que la coalición soberanista debería aclarar si lo que quiere es arrancar este sábado un nuevo modelo para Vitoria o realmente lograr más cuota de poder en la Diputación alavesa encabezando una alternativa junto a Podemos y a Irabazi. Algo que permiten los números ya que esas tres fuerzas suman 20 junteros, frente a los 18 que podrían sumar PNV (13) y PSE (5). El PP tiene doce junteros y Ciudadanos logró un representante en el parlamento provincial.

La difusión de la propuesta del PNV -ligar la gobernabilidad tanto en el consistorio de la capital como en la diputación- no ha gustado nada a la coalición soberanista, que sigue manteniendo su disposición a ceder los votos para que el candidato del PNV, Gorka Urtaran, sea el próximo alcalde de Vitoria, en detrimento del ganador en las urnas, el popular Javier Maroto. Pero en ningún caso EH Bildu se ha mostrado dispuesta a renunciar a liderar una mayoría alternativa de izquierdas en la Diputación. Fuentes jeltzales aseguran que no se puede descarta aún nada, pero es evidente que el movimiento de última hora del PNV aleja a este partido de la operación anti-Maroto que los soberanistas han impulsado desde la misma noche electoral.

Los socialistas, con los que también se ha reunido este miércoles el PNV, muestran su disposición a alcanzar primero un acuerdo programático sólido para la Diputación de Álava y definir después el grado de colaboración en esa institución con los peneuvistas, aunque es cierto que solo con los votos de ambos partidos no hay una mayoría firme que evite otras operaciones. Ambos partidos, al igual que pasa en los otros dos territorios, han evidenciado en el encuentro sintonía para lograr ese pacto en base a un programa de fondo en las políticas a desarrollar para los próximos años.

Antes de que el PNV desvelara sus cartas a última hora de la noche, la candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Vitoria, Miren Larrion, ha asegurado que su partido y el PNV “comparten” análisis sobre la “presión social” existente en la capital alavesa para desplazar al PP del Gobierno municipal, por lo que ha asegurado que todas las posibilidades para lograr este objetivo están abiertas. Delegaciones de EH Bildu y del PNV han mantenido un encuentro de media hora para conocer las disposición de ambos partidos a algún tipo de acuerdo que evite que Javier Maroto alcance la alcadía este sábado.

En el encuentro, según ha asegurado la candidata de EH Bildu, las delegaciones de la coalición y del partido 'jeltzale' han “compartido planteamientos y análisis” sobre la “presión existente en Vitoria para articular una mayoría social” alternativa al PP. Larrion apuntaba así la posibilidad de articular una mayoría alternativa a los nueve ediles populares con el resto de partidos que han logrado representación en el Ayuntamiento (18 escaños).

En realidad, la coalición soberanista ya ha revelado toda su estrategia al señalar desde prácticamente el minuto cero que sus concejales están dispuestos a votar al peneuvista Gorka Urtaran si finalmente formaliza su candidatura para rivalizar con Maroto. La representante de EH Bildu ha asegurado que tras este encuentro, que ha durado alrededor de media hora, ninguna posibilidad está “cerrada” para poder llevar a cabo este objetivo, algo que los peneuvistas llevan remarcando desde su reunión con la delegación del PP que encabezó el ministro de Sanidad y líder en el PP de Álava, Alfonso Alonso.

Para dar carta de naturaleza a ese ofrecimiento, EH Bildu ha reunido a su asamblea en Álava para “concretar” la posibilidad de impulsar un acuerdo para que el candidato de un partido diferente al PP acceda a la Alcaldía, decantándose por sumar los votos al candidato peneuvista para desalojar a Maroto.

El acuerdo en Diputaciones, algo más lento

Mientras, socialistas y peneuvistas desbrozan el camino para cerrar un acuerdo programático sólido en las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa. Los socialistas, tras las reuniones del martes y de este miércoles, siguen subrayando que a día de hoy “no se puede decir que el pacto está cerrado”, ni el tipo de estabilidad que van a tener esos Ejecutivos forales: gobiernos de coalición o pacto de legislatura.

Delegaciones de PNV y PSE-EE de Bizkaia se han reunido durante hora y media en la sede peneuvista de Sabin Etxea, en la capital vizcaína, para analizar el nuevo escenario institucional en Bizkaia generado tras las elecciones municipales y forales del pasado 24 de mayo y estudiar la situación en la que se encuentran las negociaciones entre ambas formaciones.

Mikel Torres ha especificado que las propuestas del PSE-EE tienen tres bases: el establecimiento de las condiciones para que Bizkaia tenga una actividad económica y empresarial “mucho más fuerte que la que tiene actualmente; asegurar la calidad de los servicios sociales y prepararlos para el futuro; y la ”transparencia“ y ”seriedad“ de las instituciones públicas, incluida la persecución del fraude fiscal. El fraude fiscal ya estuvo en el acuerdo por el empleo y la reactivación económica firmado en septiembre de 2013 entre ambos partidos, que incluyó también una política impositiva nueva que se acordó revisar en 2016, con las nuevas diputaciones ya definidas.

El líder de los socialistas vizcaínos ha subrayado que en el encuentro de este miércoles ambos partidos han constatado que coinciden en políticas económicas, sociales y fiscales, aunque también han comprobado que tienen “divergencias que no son muy importantes pero que indudablemente habrá que limar si en un futuro se llega a un acuerdo”.

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