El PNV mantiene su apuesta por la bilateralidad y la consulta pactada frente a la vía catalana
Lo dejó claro a finales de diciembre el lehendakari, Íñigo Urkullu, en la última visita a Cataluña en la que se entrevistó con el entonces presidente en funciones catalán, Artur Mas: Euskadi busca el reconocimiento como nación y su encaje en una España plurinaciónal, pero no desde una vía rupturista como la elegida en Cataluña, sino desde el pacto. Y el PNV mantiene esa hoja de ruta que se basa en un concepto: la bilateralidad con España y una herramienta para hacerla posible: hacer una relectura de la disposición constitucional que reconoce los derechos históricos de los territorios vascos, la Disposición Adicional primera, que “ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales”.
Esos ingredientes están en la propuesta que los peneuvistas trasladarán a la ponencia de autogobierno, que este viernes retoma sus trabajos en una segunda fase en la que todos los partidos deben presentar un documento para la discusión con su propuesta, lo más concreta posible, sobre el autogobierno, potencialidades y el nuevo estatus para el País Vasco. Todos los partidos registrarán este martes en la Cámara sus documentos, después de que se ampliara el plazo previsto para el pasado 30 de diciembre.
Pese a la concreción que se ha pedido a los partidos, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, ya adelantó que “en esta legislatura no va a haber un texto articulado” de reforma del Estatuto. “Esa posibilidad no es real en esta legislatura, pero sí fijar la base de actualización del autogobierno vasco”, asumió a finales de octubre. Lo que se buscaría en los meses que restan hasta la contienda electoral vasca es intentar lograr unos mimbre comunes sobre los que abordar el nuevo estatus
En todo caso, en el PNV se considera que hay un encaje posible de ese nuevo estatus para Euskadi desde la bilateralidad y con el reconocimiento de España como un “Estado plurinacional” en la reforma de la Constitución que podría abordar en la nueva legislatura española. Los peneuvistas han recogido para esa posible actualización de los derechos históricos a través de la Disposición Adicional Primera de la Constitución de 1978 parte del espíritu de la enmienda que presentó el PNV durante el proceso constituyente, la denominada 'enmienda Unzueta' y que el lehendakari ha retomado con su concepto de “nación foral” acuñado en septiembre pasado en el Debate de Política General. Una especie de renovación del pacto foral con la Corona. “Los derechos históricos reconocidos en la Adicional no formarían parte de la Constitución, eran originarios y anteriores a ella, pero su titular se vincularía a la misma y enraizaba el autogobierno vasco que a su amparo se construyera en la tradición foral aun muy viva en el imaginario nacionalista y vasquista”, como recordaba en un artículo en noviembre de 2014 al hablar sobre cómo se gestó la Disposición Adicional Primera uno de los padres de la Constitución de 1978, Miguel Herrero de Miñón con los encuentros mantenidos con Mitxel Unzueta y Xabier Arzalluz.
“Fórmulas imaginativas fundamentadas jurídicamente”
El concepto de bilateralidad se podría fundamentar también, según adelantó en eldiarionorte.es el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, en un posible órgano de nueva creación -diferente al Tribunal Constitucional, pero que podría estar adscrito a él- en el que ambas administraciones dirimirían los posibles conflictos en materia competencial. Es lo que en el PNV denominan “fórmulas imaginativas, pero bien fundamentadas jurídicamente”.
Frente a esa visión de bilateralidad, EH Bildu apuesta abiertamente por la vía vasca hacia la independencia. Reniega de la bilateralidad peneuvista y propone “acordar las bases sobre las cuales poner en marcha un proceso democrático independentista en Euskal Herria, aprovechando la oportunidad abierta en Cataluña”. Es cierto que está dispuesto a discutir sobre los tempos de esa iniciativa, sobre todo después del revés electoral en el que la coalición independentista se ha dejado más de 100.000 votos en el camino. Pero este será el discurso que mantendrá la coalición tanto en la segunda fase de la ponencia de autogobierno, como en el Congreso de los Diputados, con las dos únicas parlamentarias -Onintza Lasa y Marian Beitialarrangoitia- que tienen previsto recoger sus credenciales este martes.
Frente a esta tesis rupturista, ni los populares, ni los socialistas ni UPyD están dispuestos a echar por la borda lo que ha supuesto el autogobierno vasco. Actualizarlo sí, incluso incrustarlo en la reforma federal que propone el PSE-EE y Pedro Sánchez para España, pero poniendo en valor la realidad autonómica vasca.
