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Los bancos adeudan 4,2 millones de euros a las comundidades de vecinos

Las comunidades de vecinos arrastran una morosidad de 41,1 millones de euros.

Eduardo Azumendi

Una consecuencia relativamente novedosa de la crisis económica y financiera es la morosidad de los bancos hacia las comunidades de vecinos. Los bancos y cajas deben un total de 4,2 millones de euros a las comunidades de vecinos del País Vasco por el impago acumulado en los útlimos años de las cuotas de la comunidad de los pisos que se han quedado en propiedad tras un proceso de desahucio a particulares y empresas inmobiliarias. El dato figura en un informe elaborado por el Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV), dependiente del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco. La deuda por moridad que acumulan las comunidades de vecinos en la comunidad autónoma al cierre de 2014 es de 41,1 millones de euros. Los 4,2 millones de euros que adeudan las entidades financieras suponen algo más del 10% del total.

Por lo que se refiere a 2014 (último año del que hay datos contrastados), las comunidades acumularon ese año una deuda total de 3,97 millones de euros. La deuda correspondiente a las entidades financieras se situaba en 402.739 euros, esto es, el 10,1% del conjunto de la deuda acumulada. Los datos ponen de relieve que en cuatro de cada diez comunidades de propietarios que cuentan con entidades bancarias propietarias de alguna vivienda existen bancos morosos.

La principal causa de las deudas sin cobrar es la deficiente gestión de la morosidad por desconocimiento del procedimiento judicial para la reclamación de las deudas. A lo que se añade un alto coste económico para las comunidades de propietarios una vez que deciden iniciar el procedimiento judicial.

La negativa a pagar por parte de las entidades financieras es un comportamiento ampliamente generalizado y que obliga a las comunidades a exigir sus derechos a través del procedimiento judicial, extremo que no se contempla, en muchas ocasiones, ni con los morosos más recalcitrantes, ya que, suelen pagar antes de llegar a los juzgados.

Por el lado de los bancos, se alude al estado de indefinición que existe entre el momento que empieza el embargo hasta la adjudicación final. Entre los dos instantes pueden mediar varios meses de indeterminación de la propiedad. A esto hay que añadir que cuando se inicia el proceso de ejecución hipotecaria, el embargado suele ya estar en una situación muy difícil como para hacerse cargo de los pagos mensuales de su comunidad, un deber que deja a la cola para poder satisfacer las necesidades básicas.

El 10 de abril de 2014 el Parlamento vasco ordenó al Gobierno de Vitoria publicar la lista de los bancos dueños de pisos frutos de los desahucios que no pagan su cuota correspondiente a las comunidades de vecinos. Por ahora, esa lista sigue ‘escondida’ en algún cajón porque el Gobierno vasco no ha publicado nada. Bixen Itxaso, parlamentario del PSE que reclamó esa lista, recalca que la morosidad de los bancos no se debe a una insolvencia sobrevenida, sino que es morosidad consciente, “partiendo de la posición dominante que ejercen para explotar una situación de ventaja”. El parlamentario tiene claro que los bancos no van a pagar “si no es en presencia de sus abogados”.

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