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Agosto no sirve para maquillar los datos del paro

Ana Requena Aguilar / Ana Requena Aguilar

Agosto trajo más paro. Como suele suceder, el mes de vacaciones por antonomasia y el final de muchos contratos de verano fueron factores clave para que el desempleo creciera en 38.179 personas, hasta los 4.625.634 de desempleados registrados en el Inem. Es la menor subida del desempleo en un mes de agosto desde 2006. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, se escudó en esta cifra para defender que, aunque una subida “es siempre un mal dato”, se trata, no obstante, de un aumento “moderado”.

Pero con el país inmerso en una oleada de recortes y recesión, estos datos parecen insuficientes para advertir un cambio de tendencia. De hecho, el número total de personas ocupadas, es decir, con trabajo, es el más bajo en años: 16.805.479, un 0,8% menos que en julio y un 3,4% menos que hace un año. De agosto de 2011 hasta el mes pasado se destruyeron 604.000 puestos de trabajo, más del doble de los empleos que se perdieron en el mismo periodo entre 2009 y 2010 (284.000), y entre 2010 y 2011 (216.000). more

Además, si a comienzos de 2011 el ritmo al que crecía el desempleo fue moderándose poco a poco (con incrementos interanuales que rondaban el 4%), coincidiendo con lo que parecía ser una leve mejora de la economía, desde finales del año pasado, el aumento del desempleo ha vuelto a acelerarse (en agosto, el paro creció un 12% respecto a hace un año), al mismo tiempo que España entraba de nuevo en recesión.

Los efectos de los recortes de las administraciones públicas ya se empiezan a notar en el mercado laboral. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, negó que exista “una gran variación” de la afiliación respecto a otros años y señaló que sectores como la sanidad han aumentado este mes el número de ocupados.

Sin embargo, desde que comenzó el año hay 170.000 trabajadores menos ligados a la Administración, según denunció ayer el sindicato CSI-F. Otros sectores, como la educación, llevan tres meses seguidos perdiendo afiliados; y la sanidad, que gana 10.000 ocupados en agosto, pierde afiliados respecto al año pasado: 22.523 (un 1,4% menos).

Aunque agosto tampoco suele ser un mes especialmente bueno para la contratación, los datos también son peores que en el mismo mes del año pasado. En total, se registraron 1.021.755 de contratos, un 3,7% menos que en agosto de 2011. Sólo 61.797 de los nuevos contratos (el 6% del total que se firmaron) fueron indefinidos, que bajan un 6,5% respecto al año pasado. También descienden los contratos temporales, más típicos de la temporada estival: un 3,5% en términos interanuales.

No cuaja el nuevo contrato para emprendedores, que se aprobó en la última reforma laboral y que contempla un año de prueba durante el cual el despido es libre. En agosto se firmaron sólo 4.680 contratos de este tipo (representan el 21% de los indefinidos), lo que hace pensar más en un efecto sustitución --los empresarios prefieren esta modalidad por sus ventajas económicas y lo eligen en lugar de hacer un contrato indefinido ordinario-- que en que esta modalidad esté sirviendo para que los contratos indefinidos ganen terreno a los temporales. Desde que se aprobó la reforma laboral, sólo se han registrado cerca de 52.000 contratos de emprendedores.

“El incremento del paro de agosto, menor que en otras ocasiones en el mismo mes, no debe confundir sobre la verdadera evolución del mercado de trabajo: la contratación ha caído a las cifras más bajas de la serie, especialmente la contratación indefinida, a pesar de las reformas laborales y de los nuevos contratos de emprendedores, falsamente indefinidos”, subraya UGT. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, achaca la subida a los recortes y a “la falta de medidas para estimular la actividad económica”.

¿Qué pasa con las pensiones?

El secretario de Estado, Tomás Burgos, ha negado que el Gobierno esté pensando en acelerar la implantación de la reforma de las pensiones y, por tanto, el adelanto de la edad de jubilación (si no hay cambios, la reforma comenzará a aplicarse en 2013 y la edad de retiro irá subiendo paulatinamente hasta llegar a los 67 años en 2027), tal y como se especula que suceda en caso de que España acuda a un rescate total de su economía.

Sin embargo, Burgos se refiere a varios asuntos que la Seguridad Social tratará en los próximos meses con la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso (encargada de las pensiones), entre los que se encuentra precisamente la posible revisión del factor de sostenibilidad. Incluido en la reforma de las pensiones de 2011, busca mantener una correlación adecuada entre el número de pensionistas y de ocupados, lo que en la práctica podría suponer cambios en la edad de jubilación.

Por otro lado, el secretario de Estado ha anunciado que la Seguridad Social aún no ha acudido al Fondo de Reserva --la llamada hucha de las pensiones-- para hacer frente a los pagos de pensiones y prestaciones, pero sí ha necesitado recurrir al Fondo de Prevención (que se nutre de los excedentes de las mutuas). De este fondo, que contaba con unos 4.400 millones de euros, se han gastado ya cerca de 3.900 millones.

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