El asesinato nunca es circunstancial
Venado Tuerto tiene una superficie de 47 kilómetros cuadrados, un trazado de calles rectas y perpendiculares y una humedad que ronda el 85%. Se parece mucho a otras poblaciones de la provincia de Santa Fe: el verde oscuro de la vegetación de la zona ha sido sustituido por un verde más claro, casi fosforescente, es el verde de las plantaciones de soja. Toda la zona tiene un aire similar: edificios coloniales a menudo pintados en tonos pastel, alguna edificación más propia del art decó de Miami que del litoral argentino y el peso de la humedad y los mosquitos, que se te pegan en verano. Agua, pasto, árboles frutales, mosquitos. Si Tennessee Williams hubiera escrito en castellano, habría situado sus libros en Santa Fe.
Sus veranos son laxos, sus inviernos amables aunque esa misma humedad te cala hasta los huesos, aunque no llueva. Otra vez, la atmósfera se te adhiere como una película a la piel. Los inviernos, pese a su temple, resultan siempre oscuros. Hay una razón: no todas las áreas urbanas están alumbradas. Volver a casa más allá de las siete de la tarde, incluso en las ciudades más pobladas –como la capital de la provincia, Santa Fe–, puede ser un deporte de riesgo. Una acera levantada, una calle a oscuras. Muchas universitarias no eligen el horario de tarde por esa razón: volver a casa es un deporte de más de un riesgo. Los riesgos, ya se sabe, no suelen nombrarse porque traen mala suerte.
Del diario La Nación, 4 de junio 2015:
Chiara Páez desapareció el domingo 10 de mayo y tras una búsqueda que incluyó un rastrillaje con perros policiales y colaboración de la comunidad de Rufino fue hallada enterrada en el patio de la casa de su novio. El adolescente fue entregado a la Justicia por su padre, un policía de Rufino, la misma noche de ese domingo un rato antes de que se descubriera el cadáver de la chica.
Según la investigación, Chiara fue asesinada a golpes en la cabeza y el cuerpo y se investiga si también fue sometida a un intento de aborto. El fiscal Clavero dijo hoy que “a pesar de los dichos de Manuel, no se encontraron restos de semen en la vagina de la joven”, lo que permite inferir que allí hubo una manifesta intención de desviar el curso de la investigación.
En Argentina no hay estadísticas oficiales sobre la violencia machista.
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Alcalá de Guadaíra tiene una superficie de 284 kilómetros cuadrados. Está situada en una meseta que se eleva 46 metros sobre el nivel del mar, y es de veranos extremadamente cálidos y secos e inviernos suaves. Se encuentra a 16 kilómetros de la ciudad de Sevilla, y sus calles siguen el trazado típico de una localidad marcada por una historia que se remonta a los romanos: enrevesada, pegada al río Guadaíra que la atraviesa y le da nombre.
Del diario El País, 3 de Junio 2015:
A las dos y media de la madrugada, M. C. M., de 52 años, realizó una fatídica llamada a un familiar: “He hecho una cosa muy grave”. Así le informaba de que había matado a golpes a su pareja, María del Águila P.H. (…) El suceso ocurrió de madrugada. Una tremenda paliza del agresor acabó con la vida de la mujer, de 50 años de edad y que, según las primeras investigaciones policiales, acabó en el cuarto de baño. Allí hallaron el cadáver con signos evidentes de haber sido golpeada de forma reiterada contra un lavabo. matado a golpes a su pareja
El Cuerpo Nacional de Policía ha confirmado que se trata de un caso de violencia de género y con antecedentes, ya que la mujer había denunciado a su esposo y supuesto agresor en el año 2008, pero no se llegó a tomar ninguna medida contra él.
En lo que va de año, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha registrado 14 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.
