Elecciones en el más allá
La pantalla en negro
La pantalla en negroNo ha sido una semana fácil: The Guardian se hacía eco de la condecoración al mérito policial otorgada a la Virgen por parte del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, la Comunidad de Madrid entregaba la Medalla de Oro de la región al cardenal Rouco Varela y, como puntilla, el abrazo de Rajoy a la estatua del apóstol Santiago era jaleado por el público con un “¡Mariano, pide algo bueno al Santo para los españoles!”, según detalla ABC. Encomendados, como parece que estamos, a los espíritus, resulta que pasa el tiempo y no pasa nada. Ni las velas ni las plegarias, ni medallas ni abrazos surten efecto. ¿Qué fue de la tasa Tobin? ¿Por qué siguen en puestos de mando los mismos que ocasionaron “la crisis”? ¿Dónde está el dinero robado? La película se ha detenido.
El pasado fin de semana yo estaba leyendo la entrevista a Marguerite Duras publicada recientemente por la editorial Paidós, donde se hablaba de la singularidad de su cine, con mención especial a los treinta minutos de pantalla negra que aparecen en L'homme atlantique. Cuando, asombrada por este dato, levanté los ojos del libro y miré a mi alrededor (las vírgenes, los santos y los cardenales) entendí lo que supone que se apaguen las luces en la sala y en lugar de proyectarse una historia en la pantalla, la negrura de ésta nos confirme la oscuridad.
El bazar esotérico
El bazar esotéricoNo es broma, no del todo. En tiempos tan oscuros, como no puede ser de otra manera, surgen los iluminados: Junto a la ventanilla de información al cliente en la estación de Atocha se ha instalado, como un sólido pedazo espiritual caído del cielo dispuesto a aplastar cualquier signo de inteligencia, un enorme bazar esotérico.
OJO al juego de palabras esotérico/ exotérico. Una señala lo oculto y otra lo accesible. ¿Contradictorio? No. Hoy en día nadie quiere perder clientes aunque esto lleve a situaciones absurdas: Decir que derechas e izquierdas ya no existen, equiparar un ensayo de Bauman al engendro autoayuda de Carmen Bazán, etc. El lado oscuro también hace negocios y quiere ampliar su target. Se trata de gente con iniciativa, emprendedora, gente que aprovecha la incertidumbre del momento para crear empleo ¡cualificado! Se requiere experiencia y cierto límite de edad.
Lo cierto es que cuando uno se pone en manos del más allá, no se ve obligado a decidir nada, y por tanto es imposible equivocarse. En el libro mencionado, Duras dice: “El malestar de la gente pienso que nace de la conciencia trágica de que no son –o no son en la medida en que querrían- árbitros de su propia vida”. Hoy parece que a mucha gente le sucediera lo contrario, que desearía no sentirse responsable sino pieza sujeta a un destino. Siempre es más fácil ser la pieza movida que el cerebro que piensa la jugada.
Las elecciones ¿Qué elecciones?
Las elecciones ¿Qué elecciones?Llámalo azar, destino, dios, “hombre del espacio” (Mongolia) o “el gancho” (Toy Story). También puedes ponerte siglo XXI y llamarlo “mercado”, “bolsa” o intangibles. En cualquier caso en estos tiempos en que lo virtual nos remite a lo irreal y vamos acostumbrándonos cada vez más a lo incorpóreo (¿Quién no se ha sentido un poco médium cuando ha entrado al chat de un amigo preguntando: “¿estás ahí?”), el peligro es dejar de tener los pies sobre la tierra.
La oficina de información junto al bazar donde se lee el tarot es la metáfora de nuestros días. Dentro de dos semanas votamos las candidaturas para el Parlamento Europeo. Preguntando aquí y allá da la sensación de que no sabemos mucho sobre qué podemos votar exactamente y de qué pueda servir. Nuestros gobernantes no ayudan en absoluto porque tampoco es que estén propiciando una lluvia de ideas precisamente, y pocos medios dedican espacio al debate (eldiario.es. Qué hacemos). De manera que ante estas próximas elecciones se nos presenta un panorama similar al que me encontré el pasado fin de semana en Atocha, con la mochila en la espalda y la duda sobre qué tren coger: ¿Ventanilla de información o bazar esotérico? ¿Consultar las líneas ferroviarias o las líneas de la mano? Así estamos ante la convocatoria del próximo 25 de mayo. A oscuras como en el cine de Duras. En una oscuridad que manifiesta la interrupción y la disolución de todo lo contado hasta ahora. O te informas y decides, o haces una ouija para que decida por ti el fantasma de turno.