No tenemos miedo
No tenemos miedo. Es el mensaje más hermoso que lanzaron ayer los franceses por encima del dolor y la desolación. No tenemos miedo porque el miedo es el enemigo de la libertad. Y eso es lo que buscan los criminales: atemorizarnos para que autodestruyamos nuestro sistema de vida. Es su única salida. Ellos nunca lograrán destruirlo. Eso es algo que no debemos olvidar. Somos un pueblo que sabe de ser desgarrado por criminales y de no ceder ante ellos. Tampoco ante estos.
Lord Hoffman, magistrado inglés, lo dijo claramente tras los atentados de Londres: “El Reino Unido es una nación que ha sobrevivido a la destrucción física y a una pérdida catastrófica de vidas. No subestimo la capacidad de matar y destruir de los grupos terroristas fanáticos, pero estos no amenazan a la vida de la nación. Había dudas sobre si sobreviviríamos a Hitler, mas no hay duda de que sobreviviremos a Al Qaeda. El pueblo español no ha dicho que lo que sucedió en Madrid, a pesar de lo espantoso del crimen, amenazara la vida de su nación. Su legendario orgullo no se lo permitiría. La violencia terrorista, por muy grave que sea, no amenaza las instituciones de gobierno ni nuestra existencia como comunidad civil”
Esto mismo lo saben los franceses. Esto mismo debemos tenerlo claro todos los europeos. La forma en la que la barbarie yihadista puede afectarnos puede cursar de dos formas y ninguna de ellas tiene que ver con su crueldad sino con nuestros miedos. La primera es que nos impulse a aceptar auto restricciones de nuestros derechos y libertades que afecten a nuestra forma de vida para lograr una imposible seguridad total. La segunda que legitime a los peligrosos movimientos xenófobos que siguen creciendo y ocupando espacio en Alemania, Francia, Reino Unido y Holanda y que también buscan pervertir nuestro esqueleto de libertad y tolerancia.
No estamos ante ninguna guerra ni ante nadie que defienda una religión. Estamos ante un terrorismo que busca objetivos políticos y que “usa” a la religión para lograr sus fines. El sólo hecho de hablar de guerra, como se tiene la tentación de hacer aunque sea como metáfora, legitima a los criminales. Ya lo sabemos de sobra. Los asesinos de ETA se autoproclamaban gudaris haciendo la guerra por la independencia y estos quieren convencernos de que hacen la guerra santa. No. Son criminales. Son un problema de seguridad para Europa entera ante el que los estados democráticos tendrán que usar todas las medidas que permite el Estado de Derecho pero solamente esas.
Lo contrario sería ya una victoria para ellos. Y aún así habrá atentados. Como sociedad debemos ser conscientes porque matar es muy fácil e intentar impedirlo muy complicado. Los demócratas libres impediremos centenares de ataques usando la fuerza de nuestras policías y servicios libres y, de cuando en vez, ellos lograrán asesinar. ¿No lo sabemos acaso como pueblo que ha vencido ya en esa pugna sin sacrificar ni un ápice de nuestras libertades o nuestra democracia y sin ceder?
No tenemos miedo. Esa es nuestra principal fortaleza.Charbonnier, Charb, dejó dicho a sabiendas de que la amenaza era cierta: “Prefiero morir de pie que vivir de rodillas” y lo ha llevado hasta las últimas consecuencias. Restringir nuestra libertad para creernos más seguros es vivir genuflexos.
Y “ser Charlie Hebdo” no es ponerse un recuadrito negro en Twitter. No. Ser también Charlie Hebdo es estar dispuestos a defender la libertad incluso arriesgando la propia vida. Eso es lo que ellos han hecho.
Allons enfants! Liberté, liberté chérie.... que tes ennemis voient ton triomphe et notre gloire! (extraído de La Marseillaise).
