Somos más y tenemos razón
Para muchos resulta incomprensible que aún no se haya alcanzado un acuerdo final en la Cumbre de París. Cuesta creer que la única especie del planeta dotada de razón sea incapaz de utilizarla en defensa propia: de la propia especie me refiero.
Si el cambio climático que hemos provocado es el mayor error de la humanidad, si está científicamente demostrado que el calentamiento global nos va a hacer más vulnerables a todos ¿a qué esperamos para dar una respuesta conjunta y contundente? ¿Habrá quizá quien esté actuando en beneficio propio incluso en una situación tan delicada como ésta? La respuesta es sí: los hay. Pero os digo una cosa: cada cumbre son menos y cada vez están más solos.
Os puedo asegurar que ya somos más, muchísimos más los que defendemos el planeta antes que el mundo y estamos por la labor de salvarnos salvándolo, uniendo nuestras voces en la lucha contra el cambio climático.
Durante los últimos días he tenido la oportunidad de comprobarlo en París. Tanto en la sede de Le Bourget, como en el resto de espacios habilitados para acoger los numerosos eventos organizados (conferencias, mesas redondas, debates abiertos, cine fórums, exposiciones, simposios, certámenes…) la asistencia del público era masiva y entusiasta. Gentes llegadas de todo el mundo con un mismo interés: sumar voluntades contra el cambio climático.
Científicos, empresarios, políticos, periodistas, activistas de las ONG y de las comunidades indígenas, ciudadanos en general. Mujeres y hombres de todas las razas y extractos sociales moviéndonos de un sitio para otro con el fin de aprender y compartir conocimiento sobre lo que está pasando, lo que nos puede pasar y la manera de evitarlo.
El presidente de Islandia explica en la sala 1 del Estadio de Francia cómo han conseguido que el 85% de su electricidad sea renovable. Comparece Laurent Fabius (presidente de la cumbre) para informar sobre el avance de las negociaciones. La tribu de los Kiowa ofrece una danza por La Tierra en el pabellón Espaces Générations. El CEO de BMW anuncia una revolución de la marca por la movilidad eléctrica. Greenpeace presenta el último informe sobre el estado de conservación del Ártico. Nueva reunión del plenario… cada hora un acto, cada minuto una voz en defensa del medio ambiente, cada instante una voluntad sumada contra el cambio climático.
Cada vez somos más si, muchísimos más los que aunamos fuerzas para mitigar los efectos del cambio climático y evitar que las generaciones futuras tengan que hacer frente a los peores escenarios. Y os aseguro que es emocionante formar parte de esta gran infantería social que ha decidido dar un paso al frente y asumir el mando de la lucha contra el calentamiento global.
A escasas horas de que Fabius presente el acuerdo “ambitieux, juste et durable que le monde attend” podemos decir que la Cumbre de París ha sido un éxito porque nosotros, los ciudadanos de todo el mundo, hemos decidido que así sea.
No importa hasta dónde de ambicioso sea el acuerdo. Es igual si finalmente se marca el límite de un aumento de temperatura de +2oC o de +1,5oC, si Estados Unidos y China acuerdan una reducción de las emisiones de CO2 de más del 50% para el 2020 o si la India logra llevarse esos 200.000 millones de dólares que viene pidiendo desde el primer día y a cambio de qué. No importa si Venezuela y Arabia Saudí consiguen alargar la vida del petróleo unos años más o si la Federación Rusa vuelve a sacar tajada como en todas las cumbres. La decisión de la humanidad está tomada: a pesar de todos ellos.
La Cumbre de París llega a su fin. La próxima será el año que viene en Marrakech. Pero esta marea ciudadana a favor del medio ambiente y en contra del cambio climático, esta gran comunidad global de los que apagan la luz, cierran el grifo, reciclan, van a pié, en bici o en metro, compran con sentido común y respetan la naturaleza, no va a esperar a lo que salga de ningún acuerdo. Esto lo vamos a solucionar nosotros desde el día a día: porque somos más y tenemos razón.
