Con la justicia hemos topado

Asisto atónito a la secuencia de decisiones judiciales desde los más variados ámbitos desde constitucionales a supremos, provinciales, ¿o deberían denominarse provincianos? Y me lleva a preguntarme: ¿Estas personas a los que llamo señorías se han dejado todas sus neuronas opositando, memorizando y repitiendo conceptos caducos, que incluso hoy serían ilegales?

Y hoy me he topado con una noticia: El cartel de Vox constituye ´Legítima lucha ideológica´. Si se considera por definición la apología como ´legítima lucha ideológica´, ¿se puede hacer apología del franquismo, del fascismo, del nazismo, de la zoofilia, del incesto, de la inquisición, de la pedofilia, de la necrofagia, o eso además de delito, tiene pecado? ¿O dependiendo de quién lo juzgue es legítimo?

Tal vez no debería mezclar conceptos como franquismo y necrofagia, pero sentado el precedente de que un destacado político vaya a llevar en su programa la derogación de la ley de memoria histórica, y de que ese destacado político esté bloqueando la renovación de los órganos judiciales, ¿podría darse el caso de que un miembro del supremo, o del constitucional, tenga tendencias franquistas, o incluso necrófagas?

¿Será delito un día decirle a un terraplanista que la tierra es redonda? ¿A un negacionista que la vacuna no va a activar un ´chis´ con el 5G? Mientras ellos, dictan jurisprudencia sobre lo que es violación o abuso, en base a la longitud de la falda de la agredida, la cantidad de maquillaje que llevaba, la hora en la que se produjo la agresión, y la cantidad de parejas que había tenido en el pasado

Es tal vez por ese motivo que a veces no queda más remedio que un tribunal comunitario les enmiende la plana. ¿Nos merecemos esta judicatura? ¿Nos merecemos un CGPJ al servicio de uno u otro partido político? ¿Nos merecemos esta justicia?

Después de hablar de los avances sociales de los que nos beneficiamos, empezando por el salario mínimo, que le habrá venido muy bien a cualquiera que vote a fulano o a zutano, continuando por los derechos de los que deciden con quien y como convivir y formar una unidad familiar, y acabando con los que deseamos fervientemente poder terminar con nuestras vidas cuando nos duela mucho, o no podamos seguir siendo testigos de tanta insensatez, vamos a topar no con la santa iglesia católica, apostólica y romana, sino con un hatajo de sectarios totalmente desconectados de la realidad social.

Lo siento, pero considero que hemos recorrido un largo camino, ha costado pero ha valido la pena. Pero no habremos avanzado nada, ni un milímetro, mientras apoltronados dicten lo que es legal o lo que es ilegal, lo que es bueno o lo que es malo. Apoltronados repito cuya fecha de caducidad ya les hace inadecuados para el consumo intelectual, mantenidos en sus sillones con las más peregrinas de las excusas.

Prevarican, y lo saben.