La verdad sobre Nicaragua
Me sorprende desfavorablemente la sesgada información que El diario ha publicado sobre las recientes elecciones en Nicaragua. Esta información participa del stablishment mediático que a su vez se nutre de la manipulación planificada desde las agencias de EEUU, dentro de su actual guerra hibrida contra los gobiernos populares y antiimperialistas.
En 2018 hubo un intento de golpe contra el gobierno democrático de Nicaragua, salido de una amplia victoria electoral. La razón estaba en que, tras una fuerte colaboración con el gobierno venezolano, que propició enormes logros socioeconomicos, Nicaragua inició una amplia reforma laboral y fiscal que puso en tela de juicio los intereses de los grandes empresarios. Entonces la patronal, la Iglesia y la oposición neoliberal conspiró con EEUU para generar graves episodios de violencia a fin de desestabilizar el país y propiciar un cambio de regimen, controlado por EEUU. Pero las guarimbas fueron doblegadas.
Nicaragua ya aprendio de la trampa de 1990, cuando aceptó competir electoralmente con una candidatura financiada por EEUU, con aviso de que solo si ganaba esa candidatura neoliberal cesaría la guetra sucia de la contra y el bloqueo, y vendría el maná de la ayuda generosa yanqui. Con esta amenaza ganó Violeta Chamorro. La ayuda brilló por su ausencia. Se inició un infierno neoliberal en que se desmantelaron los grandes logros sociales. Reaparecieron enfermedades extinguidas, la desnutrición infantil y la extrema pobreza.
Tras la victoria electoral sandinista de 2007, se revirtieron en gran medida estos desastres sociales, mejorando enormemente el bienestar social del pueblo. De ahí las sucesivas victorias electorales del sandinismo.
Ante la maniobra golpista-imperialista de 2018, Nicaragua aprobó nueva legislación para prohibir que cualquier persona o entidad acepte financiación exterior para desestabilizar el país, criminalizando estas conductas, y prohibiendo su participación electoral. Ello ha resultado en la detención, procesamiento y encarcelamiento de políticos y empresarios pillados en esta grave traición. Al margen de ello, han podido presentarse al menos cinco líderes claramente antisandinistas, que han sido limpiamente derrotados.
Esta es la verdad de Nicaragua, que me consta por muchas fuentes fiables, facilitadas por amigos que llevan mucho tiempo trabajando sobre el terreno en Nicaragua, en programas de ayuda. Enfrentarse al imperialismo y ser demonizado por los medios es una misma cosa.
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