Fernández dice que “Barcelona no es un convento, y menos de clausura independentista”

El alcaldable del PPC en Barcelona, Alberto Fernández, ha tildado de “esperpento” que CiU y Barcelona en Comú “compitan en hábitos de monja”, y ha dejado claro que la ciudad “no es ningún convento, y menos de clausura independentista”, ya que “el ADN de Barcelona es el mejor antídoto” contra el soberanismo.

El presidente catalán, Artur Mas, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, participaron ayer en un acto electoral junto a sor Lucía Caram, mientras que la monja Teresa Forcades, impulsora de Procés Constituyent, formación que apoya la candidatura de Barcelona en Comú, llevó a cabo un acto conjunto con su alcaldable, Ada Colau.

“De monjas va la cosa”, ha ironizado Fernández durante su intervención en un almuerzo-coloquio con miembros de la entidad Empresaris de Catalunya.

“Barcelona no es ningún convento, y menos de clausura independentista. En unos días -ha criticado- Trias ha pasado de ser el candidato de ERC en Barcelona a que una monja independentista sea la candidata de CiU en nuestra ciudad”.

“Si el hábito no hace al monje, una monja independentista no le va a hacer alcalde”, ha advertido a Trias. “Lo que me hará a mí alcalde es que propongo un proyecto nítido para Barcelona, sólido, que creará empleo, para las personas que más lo necesitan, contundente en la lucha contra inmigración ilegal y la delincuencia”.

Y es que el candidato ha asegurado que “le parece un esperpento” que “Trias y Colau primero compitan en independentismo y ahora en hábitos de monja”.

“Demuestran -ha agregado- que no entienden que la Barcelona real tiene que poner el acento en la atención a personas, contundente contra la delincuencia y con políticas de inmigración claras. Ahora solo faltará que Trias, además de decir 'amén' a Colau porque no descarta pactar con ella, añada que votar a Fernández es pecado. Alguien lo tenía que decir”, ha sentenciado.

Por otro lado, ha reivindicado a Barcelona como “gran capital de España” y ha recordado que Nueva York “no es capital de estado, pero tiene una dimensión impresionante porque es capital del mundo”.

“Quiero que Barcelona sea cosmopolita, porque es abierta, libre, emprendedora, una ciudad en la que todas las personas puedan sentirse atraídas para vivir e invertir. Una Barcelona cuyo ADN es antagónico al independentismo, porque el ADN de los barceloneses es el mejor antídoto al independentismo”, ha dicho.