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Pedro Sánchez revuelve a sus líderes regionales con su marcha atrás en financiación autonómica a un año de las elecciones

Pedro Sánchez y Ximo Puig en una imagen de archivo.

Irene Castro

Pedro Sánchez enterró en su primera sesión de control una de las principales exigencias de los presidentes regionales socialistas: un nuevo sistema de financiación autonómica. El PSOE llegó a dar un ultimátum al Gobierno de Mariano Rajoy cuando estaba en la oposición por mantener caduco el modelo desde 2014. Ahora el presidente socialista reconoce que no da tiempo a poner un proyecto en marcha y anuncia “mejoras” de financiación para las comunidades. La declaración ha dado munición a la oposición de sus líderes territoriales a un año de las elecciones y ha revuelto a los presidentes autonómicos. 

El reconocimiento de que la revisión completa del sistema, que según las autonomías les ningunea 16.000 millones de euros y tiene un reparto desigual, no podría darse en esta legislatura ha provocado las críticas de todos, incluidos los gobiernos socialistas que han instado a Sánchez a olvidar la bilateralidad a la hora de hablar de financiación. 

Los primeros en alzar la voz fueron Comunidad Valenciana y Andalucía, dos de las grandes perjudicadas por el actual sistema. “Si la legislatura se va a agotar son dos años. Hay que aprovechar el trabajo de los expertos”, comenta Ximo Puig en conversación con eldiario.es en referencia a las propuestas que cada comunidad envió a Hacienda en 2017 (año en el que Mariano Rajoy había prometido tener un nuevo sistema). “Es irrenunciable cambiar el estado de las cosas”, dice el presidente valenciano, que remata en un ánimo “de no confrontar”: “Es positivo que se apliquen, de forma transitoria, mejoras urgentes, pero necesitamos soluciones definitivas”.

Más allá ha ido el Gobierno andaluz, que ha urgido a Moncloa a abordar la reforma del sistema de forma inmediata y ha criticado que Sánchez pretenda abordar las necesidades de las regiones de manera individualizada en las reuniones con los presidentes: “La financiación de las comunidades no es un conjunto de ‘asuntos bilaterales’. Es un asunto de Estado de gran calado, que requiere amplios consensos”, ha dicho el consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública, Antonio Ramírez de Arellano.

Susana Díaz, que ha recibido críticas de la oposición en bloque y se ha visto obligada a convocar el grupo de trabajo parlamentario para “reafirmar” el acuerdo en el que participaron las fuerzas políticas en su reivindicación de financiación, ha sido más comedida al mostrarse confiada en que “la sensibilidad de un gobierno socialista” le permitirá cumplir con su objetivo de recibir los 4.000 millones de euros que calcula tiene de menos para su gestión. Así se lo trasladará a Sánchez en una reunión que aún no tiene fecha pero que se producirá tras el paso por Moncloa de Iñigo Urkullu y Quim Torra

El Gobierno de Javier Fernández ha sido el más duro con Sánchez y ha exigido la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar el asunto. “La reforma de financiación solo puede tratarse de manera multilateral en el CPFF, no con pactos bilaterales porque afecta al conjunto del Estado”, ha dicho el portavoz, Guillermo Martínez. La presidenta andaluza aseguró tras reunirse con Rajoy que le había arrancado el compromiso de convocar ese órgano en el mes de mayo, pero no llegó a producirse. 

También el Ejecutivo de Emiliano García-Page se ha revuelto y ha pedido a Sánchez que “tome las riendas” del nuevo modelo: “No es tema baladí que se pueda abandonar”, ha dicho el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que ha advertido igualmente de que no pueden negociarse las mejoras de forma bilateral.

Ese es uno de los principales temores en los gobiernos socialistas de cara a una posible mejora para Catalunya como ejemplo de distensión que busca Sánchez. Extremadura está en contra de esos “espacios de bilateralidad”, aunque entiende que un cambio en el modelo es complicado de llevar a cabo en lo que queda de legislatura con la aritmética parlamentaria existente mientras que ve con buenos ojos una “reforma o mejora del sistema actual”. La balear Francina Armengol ha asegurado que no renuncia “para nada” a su reivindicación de un nuevo sistema, aunque se ha mostrado comprensiva con los “tempos” del ejecutivo. 

El reconocimiento de Sánchez complica el discurso a los presidentes socialistas que están, no obstante, a la espera de las reuniones que mantendrán con él en Moncloa. La oposición ha cargado especialmente contra Díaz y los socios de Ximo Puig en la Comunidad Valenciana también han lanzado reproches. El diputado de Compromís Joan Baldoví tenía previsto preguntar al presidente por la financiación autonómica en la sesión de control y le ha afeado que se haga “un Montoro”. 

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