Pillay condena al Gobierno sirio y a la oposición por el uso de la violencia

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, condenó hoy al régimen sirio por atacar deliberadamente a la población civil, y reprochó a los grupos armados de la oposición llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales y haber incremento el uso de bombas caseras.

“Me preocupa profundamente el uso de armamento pesado por el Gobierno y el bombardeo de áreas altamente pobladas que ha tenido como resultado un alto número de víctimas civiles, desplazamientos masivos de civiles dentro y fuera del país y una crisis humanitaria devastadora”, señaló Pillay en su alocución en la apertura de la vigésimo primera sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La Alta Comisionada reiteró que las violaciones cometidas por las fuerzas del régimen de Bachar al Asad constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad.

Pillay también se refirió a los grupos armados de oposición y les reprochó que también cometan enormes violaciones a los derechos humanos.

“Estoy igualmente alarmada por las violaciones cometidas por las fuerzas antigubernamentales, incluyendo asesinatos, ejecuciones extrajudiciales y torturas, así como el reciente aumento de bombas caseras”.

Pillay dio la bienvenida al nuevo enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe para el conflicto sirio, Ladjar Brahimi, que sustituyó el 1 de septiembre a su antecesor en el cargo, el ex secretario general de la ONU Kofi Annan.

Precisamente, la Alta Comisionada pidió al gobierno de Al Asad que colabore con Brahimi y permita a la Comisión Independiente de Investigación, establecida por el Consejo, llevar a cabo su trabajo sin trabas, especialmente sobre la masacre cometida en agosto en la población de Daraya, en las afueras de Damasco.

Pillay volvió a pedir a la comunidad internacional que “supere sus divisiones y trabaje para acabar con la violencia y las violaciones de los derechos humanos a las que el pueblo de Siria ha sido sometido”.

Asimismo, pidió a la comunidad internacional que haga lo necesario para asegurarse que los responsables de la violaciones a los derechos humanos son juzgados y condenados por sus actos.

La Alta Comisionada se refirió a otras muchas situaciones en el resto del mundo que le preocupan y que representan violaciones a los derechos humanos, como “situaciones de pobreza, impunidad, conflictos armados, flujo de refugiados, discriminación, intolerancia religiosa, ejecuciones arbitrarias, y las persistentes consecuencias derivadas de la crisis económica y financiera”.

Precisamente, la Alta Comisionada se refirió a “los países europeos” inmersos en programas de austeridad para estabilizar sus economías.

“Es crucial que los cortes en gasto público no impacten negativamente en el disfrute de los derechos humanos y las necesidades de los más pobres y vulnerables”.

La Alta Comisionada reprendió a Francia por los recientes desalojos de varios campos de gitanos que han afectado a varias centenas de personas, y recordó que ahora son más vulnerables y están expuestos a una larga lista de violaciones de sus derechos fundamentales.

De Latinoamérica, Pillay destacó los casos de Colombia y México, y en ambas situaciones fue para felicitarlos.

Del país andino alabó que el gobierno haya establecido negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y de México la reciente decisión del Tribunal Supremo de delimitar el ámbito de la jurisdicción militar y de establecer las violaciones de derechos humanos cometidas por militares bajo la jurisdicción civil.

La violación de los derechos fundamentales de 4.000 palestinos detenidos sin cargos en las prisiones israelíes también fue citada por Pillay, quien insistió que el Estado hebreo debe acusarlos y juzgarlos, o liberarlos sin demora.