La Quincena Musical de San Sebastián salva la ópera en su 75 aniversario

El incremento de las aportaciones institucionales a la Quincena Musical permitirán que el ciclo donostiarra celebre este año su 75 aniversario con un cartel que incluya ópera, ballet y una “expansión de la programación”.

El director de la Quincena, Patrick Alfaya, ha confirmado que en la próxima edición del festival se “salvará” la ópera después de que el recorte de presupuesto del año pasado pusiera en duda la posibilidad de llevar a cabo estas representaciones.

Este año la Quincena cuenta con una aportación de 375.000 euros por parte del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de San Sebastián y de 360.000 euros de la Diputación de Gipuzkoa, lo que supone 377.000 euros más que en 2013, cuando las tres instituciones contribuían con 341.000 euros cada una, según fuentes de la Quincena.

Alfaya ha agradecido el gesto al viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz, y a los responsables del área en el ente foral y el consistorio donostiarra, Ikerne Badiola y Nerea Txapartegi, respectivamente, con los que ha compartido la rueda de prensa, y ha asegurado que permitirá que la ópera figure en el cartel de 2014 “con un título potente”.

Ha reconocido que permitirá también expandir la programación y “hacer más cosas”, aunque no se incrementarán en gran medida las actuaciones en el Kursaal porque “el gran repertorio sube los gastos”.

En su 75 aniversario la Quincena no tendrá una temática, ya que sus organizadores han querido otorgar el protagonismo a la efeméride, una circunstancia que ha sido recogida también por los diseñadores del cartel del festival que ha sido presentado hoy a la prensa.

Elaborado por el estudio donostiarra TGA+Asociados, el cartel presenta, en blanco y negro, una sola nota en un pentagrama, en un conjunto “sin ambigüedades, con una línea gráfica clara y contundente”, según ha explicado uno de sus creadores, Txema García.

El diseñador ha indicado que el encargo para esta ocasión ha sido “muy claro” y el equipo ha optado por un trabajo “apoyado en una tipografía clara” en el que se ha evitado cualquier elemento “superficial” y ha potenciado que “sea entendible por todo el mundo”.

El resultado es un cartel “basado en la esencia fundamental de la quincena, que es la música” y para ello se ha elegido el pentagrama y la nota como representación.