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El caso Kitchen entra en erupción con Rajoy y Cospedal en el punto de mira del juez y del Congreso

Fernández Díaz y Rajoy durante su etapa de Gobierno

Pedro Águeda

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El caso del espionaje a Luis Bárcenas con fondos reservados durante el último Gobierno del Partido Popular entra en una fase de máxima agitación. Coincidiendo con la reunificación de las derechas en un nuevo frente de oposición por los indultos a los líderes del procés, el bloque que facilitó la investidura de Pedro Sánchez tendrá en las dos próximas semanas la oportunidad de interrogar en el Congreso al anterior presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, y a la que fuera su número dos, María Dolores de Cospedal, con cuyo apoyo el actual líder de los conservadores, Pablo Casado, se impuso en las elecciones internas a Soraya Sáenz de Santamaría. 

El inesperado acelerón de los acontecimientos alrededor de Kitchen comenzó este jueves por la tarde, cuando el comisario alrededor del que gravita el caso, José Manuel Villarejo, aseguró ante la comisión del Congreso que se intercambió mensajes con Rajoy cuando éste era presidente del Gobierno acerca del avance del espionaje parapolicial a Bárcenas.

A la mañana siguiente, el juez del caso, Manuel García-Castellón decidió que esa afirmación, otra vez sin pruebas, debía precipitar un nuevo interrogatorio en el marco de la pieza 7 del caso que lleva el nombre del policía. Así que el magistrado citó a Villarejo a través de una providencia sin consultar a la Fiscalía. La declaración será el próximo miércoles, 2 de junio. Para esa mañana, el juez ha citado a un segundo imputado, Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad y otra pieza clave en el espionaje, según la instrucción. En el caso de Martínez, el juez cuenta con que la Fiscalía Anticorrupción iba a solicitar su interrogatorio para este mismo mes de junio, según fuentes jurídicas.

Ambas declaraciones apuntan a un principal perjudicado: Mariano Rajoy Brey. Hasta ahora, el expresidente aparecía mencionado en los informes policiales del caso que le identificaban como ‘El Barbas’ o ‘El Asturiano’, los sobrenombres con los que Villarejo y otros miembros de su banda aludían a él como conocedor de sus manejos.

El comisario Enrique García Castaño había declarado ante el juez que Villarejo presumía de tener contacto con el presidente del Gobierno a través del presidente de La Razón y consejero de Atresmedia, Mauricio Casals. En el Congreso, el jueves, Villarejo unió a ese nombre de puente con Rajoy los de Cospedal y Francisco Martínez. Pero añadió que utilizaba uno de sus teléfonos corporativos para informar al entonces presidente del Gobierno, que se interesaba por los avances del operativo parapolicial contra Bárcenas. 

Villarejo llegó a decir que trasladó quejas a sus superiores por tener que informar al presidente a través de terceros y después por mensaje directo. De nuevo, el comisario no aportó pruebas y cuando el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu le conminó a enseñar los mensajes dijo que están entre la documentación que se le ha incautado e invitó a los diputados a que la reclamaran. 

Rajoy también está presente en otro punto del sumario, concretamente en el teléfono móvil clonado por los agentes a Francisco Martínez. “Mi grandísimo error fue ser leal a miserables como Rajoy, Jorge o Cospedal”, escribió en una de sus reflexiones el exnúmero dos del Ministerio. Cuando fue llamado a declarar como imputado, Martínez negó haber participado en nada ilegal y evitó señalar a nadie por encima de él. El martes, García-Castellón tendrá oportunidad de volver a preguntarle por aquellas lealtades.

En el caso de María Dolores de Cospedal, la Fiscalía Anticorrupción pidió en septiembre de 2020 su imputación, pero el juez resolvió que antes debía declarar Martínez y aclarar la vinculación con los hechos de la secretaria general del PP. Sin embargo, cuando el exnúmero dos aceptó contestar a las preguntas del magistrado, en el interrogatorio de noviembre de 2020, García-Castellón no le preguntó por Cospedal. Ahora, el escenario ha cambiado. Las agendas incautadas a Villarejo en octubre pasado, mientras intentaba vender desde la cárcel parte de su material, abundan en el conocimiento y la presunta participación de la secretaria general del PP en la operación contra Bárcenas, así como la de su marido, señalan fuentes del caso. 

El mismo miércoles día 2, en el que Villarejo y Martínez declaran por la mañana ante el juez, Cospedal comparecerá por la tarde en la comisión de investigación del Congreso. Las fuentes consultadas descartan que en ese momento ya tenga la condición de investigada, por lo que no podrá atenerse a la misma para negarse a contestar. Por la mañana habrá declarado en el Congreso su marido, Ignacio López del Hierro, empresario y antiguo amigo de Villarejo que igualmente aparece de forma constante en la documentación incautada al policía como participante activo de la operación contra Bárcenas. 

Abre el turno Cosidó

La primera cita del caso Kitchen es anterior a ese miércoles, día 2 de junio. El martes, primero de mes, están citados en la comisión del Congreso el propio Martínez e Ignacio Cosidó. Será la primera oportunidad de que el que fuera director general de la Policía responda sobre su conocimiento de la Operación Kitchen y de todas las maniobras de la brigada política en sus años al frente del Cuerpo. 

Cosidó ha escapado hasta ahora de declarar, ni como testigo ni como imputado, pese a estar justo por encima en el organigrama del comisario Eugenio Pino, artífice de la brigada política, y justo por debajo de Francisco Martínez, el secretario de Estado. García Castaño y Villarejo le han situado al tanto de la Operación Kitchen y otras actividades parapoliciales de la época. 

El calendario de la comisión de Kitchen, que disponía de tres meses que fueron prorrogados, ha obligado a concentrar las declaraciones en la próxima semana y la siguiente. El 10 de junio, viernes, están citados Mariano Rajoy y Jorge Fernández Díaz. Se trata, según fuentes parlamentarias, de contar con el tiempo suficiente para que cada grupo elabore sus conclusiones, se negocien y voten. El domingo posterior a la declaración de Rajoy, tres días después, volverán a manifestarse PP y Vox en la Plaza de Colón, en respuesta a la convocatoria de una plataforma de Rosa Díez.

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