Honda tiene un Accord autónomo, pero no lo sabe
Un par de cámaras, un radar láser, una interfaz capaz de conectarse con todos los sistemas eléctricos y electrónicos de un Acura (la marca de lujo con la que Honda comercializa coches de gama alta en los Estados Unidos) ILX (Accord) de serie, y millones de líneas de código paridas por este joven maestro, son suficientes para convertir el manejo de este coche algo parecido al piloto automático de Tesla.
La motivación de Hotz es tan alejada de la norma, que cuesta trabajo no creer que esto es solo el principio de una historia increíble: “la de Tesla no es mejor tecnología; lo único que tiene, es que ya han equipado un coche con ella”; “¿Google va a tener un coche autónomo en 2020? Nosotros ya estamos haciéndolo”. Con la producción asentada, este kit no costaría “más de mil dólares”, y hoy el caballo de batalla de este genio no está tanto en ganar dinero, como en conseguir acceso al mayor número de sistemas electrónicos de vehículos actuales. Porque “si no consigo acceso a través de un API (una especie de puerta virtual estándar) por parte de los fabricantes, lo conseguiré de otra forma”.
En menos de un año, el ILX experimental ha pasado de ser una anécdota en el rico y variado ecosistema techie de California, a recibir un compromiso de inversión de 3,1 millones de dólares por parte de un reconocido fondo, a través de la empresa de Hotz comma.ai. Y recordemos que el mercado de las empresas tecnológicas especializadas en soluciones aftermarket para automatizar coches tontos, había conseguido recoger de General Motors 1.000 millones hace poco más de un mes.
Para animar más el asunto, comma.ai acaba de publicar en su blog que puesto que en su opinión, Tesla va a fallar estrepitosamente al no atender la demanda de Model 3 que se le viene encima, ellos van a reorientar su actividad hacia lo que saben hacer, cuesta una fracción y no necesitas transportar encima de un camión: aplicaciones relacionadas con la conducción autónoma y seguramente, con el kit de transformación que se antoja como segundo pilar de este proyecto.
¿Crees que es exagerado empatar a un joven trabajando en un garaje con el gigante israelí que suministra el guiado de Tesla o con las iniciativas de Google? A la vista de este vídeo producido recientemente por Forbes, diríamos que no: