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Las comunidades endurecen sus medidas contra la COVID-19 y Castilla y León se abre a pedir un estado de alarma regional

Unos clientes disfrutan de las terrazas en Bilbao. EFE/Luis Tejido/Archivo
18 de agosto de 2020 21:54 h

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Las comunidades autónomas están poniendo en marcha medidas extra para contener el avance de una segunda ola epidémica. Nuevas limitaciones que desbordan, en casos como Euskadi, las acordadas entre el Ministerio de Sanidad y todos los gobiernos regionales “por unanimidad” el pasado viernes: la prohibición de fumar si no se mantiene la distancia de dos metros o el cierre de los locales de ocio nocturno.

Mientras las comunidades, competentes en materia sanitaria desde el fin del estado de alarma, van haciendo efectivas estas restricciones acordadas en el Consejo Interterritorial a través de decretos –ya lo han hecho Castilla y León, Comunitat Valenciana, Aragón, Catalunya, Extremadura, Asturias, Andalucía o Baleares– algunas toman la avanzadilla con otras soluciones por su situación preocupante de contagios o para evitar que se alcance una coyuntura crítica como la vivida en la primera ola. Castilla-La Mancha aprobará el viernes un “duro” paquete de medidas, según ha anunciado su presidente Emiliano García-Page, y Castilla y León se abre a declarar un estado de alarma regional si los datos empeoran. El Ministerio de Sanidad registraba este martes 5.114 nuevos casos de coronavirus. Madrid, con 1.619 es la región con más contagios, seguida de Andalucía, Aragón, Catalunya y Euskadi.

Euskadi: estado de emergencia sanitaria

Euskadi tiene la tercera incidencia más alta de COVID-19 en España. 140,7 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos de Sanidad. El Gobierno vasco declaró el lunes la emergencia sanitaria ante la llegada de unos niveles cercanos a la etapa de confinamiento que han dado un respiro en los dos últimos días. El territorio rebasó el miércoles y el jueves de la semana pasada el medio millar de contagios al día, una cifra que no se repetía desde el 31 de marzo (aunque entonces se hacían muchas menos pruebas), con especial incidencia en Bizkaia, con 400 positivos en 24 horas. Las cifras levantaron las alarmas del lehendakari, que ha recurrido por segunda vez a la herramienta jurídica de la emergencia sanitaria para hacer frente a a situación. La primera fue el 13 de marzo tras decretar el cierre de los colegios y en la víspera de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez declarara el estado de alarma.

Este martes, el Gobierno de Urkullu presentaba las nuevas medidas: restricciones importantes en la hostelería, aforo del 60% en las piscinas, cierre de las lonjas juveniles y un tope de diez personas para los grupos, sea en bares o restaurantes o también, como novedad, en la vía pública. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha advertido que el marco jurídico permite adoptar más medidas y más duras si aparece un brote porque el Gobierno vasco tiene el “mando único”.

Algunos gobiernos autonómicos se han topado con la justicia al intentar activar confinamientos quirúrgicos, reducir horarios en establecimientos o limitar las reuniones. Con las directrices de Sanidad habría, en principio, un marco más homogéneo ante la cascada de decisiones judiciales contradictorias que han limitado algunas de estas medidas en las últimas semanas. Estas once medidas acordadas el viernes deben adaptarse al ordenamiento jurídico de cada comunidad.

Castilla-La Mancha: medidas “muy duras” y denuncias de oficio

Castilla-La Mancha avanza también medidas “exigentes” a partir de este viernes, cuando el Gobierno de Emiliano García- Page tiene previsto aprobar un decreto que oficialice la prohibición de fumar, de hacer reuniones de más de 10 personas en bares, el cierre del ocio nocturno y las limitaciones horarias a la hostelería hasta la 1.00. Todas medidas consensuadas con Sanidad en el Consejo Interterritorial del pasado viernes.

En la normativa se incluirán, además, restricciones adicionales que aún no se conocen y que Page quiere acordar con los sectores afectados. Además, el presidente autonómico está explorando las posibilidades jurídicas para denunciar de oficio, como autoridad sanitaria, a las personas que no siguen las normas o no cumplen el aislamiento y ha encargado un estudio que confirme la viabilidad legal de esta iniciativa. La región fue una de las más golpeadas por la COVID-19 en la primera ola y teme un segundo mazazo. Los contagios se han ralentizado respecto al fin de semana, cuando rebasaron los 500. Este martes se han notificado 138. El Ejecutivo regional ya ha ordenado el cese de la actividad no esencial de una localidad albaceteña, Villamalea, donde entre el sábado y el domingo los casos se multiplicaron de 4 a 31 por un brote.

Castilla y León valora un estado de alarma regional

En Castilla y León, también en la meseta, el Gobierno de PP y Ciudadanos abre la puerta a declarar un estado de alarma regional si la situación empeora. Lo avanzaba el vicepresidente autonómico, Francisco Igea. “Somos la decimotercera comunidad en incidencia acumulada”, ha dicho Igea, que ha recordado que las medidas irían encaminadas a no volver a la coyuntura límite de marzo y abril. Soria y Burgos son las provincias con más casos por 100.000 habitantes, seguidas de Valladolid y Salamanca, a fecha 9 de agosto.

La región fue, junto a Madrid y Barcelona, el territorio que más tardó en desescalar por su especial incidencia y en la nueva normalidad la Junta ha solicitado autorización judicial para confinar dos municipios vallisoletanos, Íscar y Pedraja, y ahora también Aranda de Duero, donde los tribunales acaban de ratificar una prórroga de las restricciones hasta el viernes para cumplir los 14 días de aislamiento. El informe de Salud Pública remitido al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Burgos señala que de los 605 casos confirmados, sólo 201 están asociados a alguno de los 50 brotes identificados. Hay 404 casos en los que no se ha encontrado el vínculo epidemiológico, lo que hace “precisa la prórroga”, según la magistrada.

Madrid, en el punto de mira

La Xunta de Galicia y la Generalitat Valenciana fueron las primeras en decretar confinamientos selectivos en zonas concretas. A principios de julio se establecieron limitaciones la movilidad en Burela y el área de A Mariña (Galicia) y también en la comarca del Segrià (y su capital, la ciudad de Lleida) para atajar los contagios que lograron reducir la expansión del virus y cortar, en el caso de Catalunya, la subida exponencial. El Gobierno de Feijóo se anticipó a la decisión unánime de todas los gobiernos regionales para impulsar la prohibición de fumar y clausurar el ocio nocturno. Esta última medida se hizo efectiva ya la semana pasada en nueve ayuntamientos del área sanitaria de A Coruña, donde se concentraron el 60% de todos los casos de coronavirus de la región tras duplicarse los casos en las dos primeras semanas de agosto.

Madrid, la región que hoy está en el punto de mira por ser la que acumula más contagios en la última jornada, implementará las nuevas limitaciones acordadas por Sanidad esta semana –con cierto retraso respecto al resto de comunidades– y no descarta medidas más estrictas si empieza a haber síntomas de sobrecarga de los hospitales. Ya hay ingresadas 963 personas en los centros madrileños por el coronavirus y este martes se ha situado a la cabeza de nuevos contagios, con 1.619 nuevos. Más de 700 en las últimas 24 horas.


Así evoluciona la epidemia en la Comunidad de Madrid

Evolución de los casos, las muertes, los hospitalizados y los ingresados en UCI acumulados durante los últimos 7 días

Fuente: Ministerio de Sanidad


Artículo elaborado con la información de Iker Rioja, Alicia Avilés y Alba Camazón.

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