El Gobierno mantiene al número tres de Trillo al frente de la embajada en Estocolmo
El revuelo político ocasionado por el informe del Consejo de Estado sobre el Yak-42 ha puesto fin a la carrera diplomática de Federico Trillo en la embajada de Londres. El cese se ha producido “a petición propia”, según ha declarado el portavoz Íñigo Méndez de Vigo. Moncloa decide, sin embargo, mantener en la embajada de Estocolmo a Francisco Javier Ugarte, número tres de Trillo durante la crisis del Yakolev.
Ugarte fue la persona a la que Trillo encomendó la relación directa con las familias de los fallecidos, que siempre se quejaron por un trato que consideraron amenazador y denigrante.
Francisco Cardona, uno de los portavoces de las familias, resumió el tono de las relaciones con Ugarte al desvelar el contenido de una carta que el diplomático le envió cuando trabajaba en la cúpula de Trillo: “Llegó a enviarme una carta diciéndome que mi hijo muerto se avergonzaría de mi comportamiento”.
El todavía embajador en Estocolmo jugó un papel fundamental en la estrategia de Trillo para negar la existencia de pruebas de ADN recogidas en Turquía. Esas pruebas acabaron demostrando la caótica gestión de la identificación de los cadáveres.
Desde 2012, Ugarte es embajador de España en Suecia, tras haber pasado en su carrera diplomática por otras embajadas como la de Grecia.