Del impulsor del Zendal a responsables de los recortes o del copago de Rajoy: los últimos fichajes del PP de Feijóo
Son decenas de nombres. Muchos desconocidos, aunque no son pocos los que ocupan, o han ocupado, altos cargos de responsabilidad. Hay consejeros de gobiernos autonómicos, directores generales, alcaldes, ex secretarios de Estado, diputados, senadores, y un largo etcétera. Casi todos con sueldo público, porque sus nuevas responsabilidades en el organigrama del PP no están remuneradas. El pasado lunes, el Comité Ejecutivo Nacional del partido que lidera Alberto Núñez Feijóo aprobó las últimas incorporaciones que completan el staff de la organización y cuya labor no es la de tomar decisiones o dirigir equipos, sino la de proporcionar documentación o información del área que les corresponde cuando los secretarios y vicesecretarios se lo pidan.
Son cargos que en otras ocasiones pasan desapercibidos, pero que reúnen algunos nombres bien conocidos. Dos de ellos han sido muy mediáticos en los últimos años. Una es Elena Collado, la que fuera responsable de comprar las mascarillas a Medina y Luceño que se convirtieron en una estafa millonaria para el Ayuntamiento de Madrid. Feijóo la ha colocado al frente de Eficiencia Pública. El otro, Antonio Zapatero. El hombre fuerte de Isabel Díaz Ayuso en la lucha contra la Covid y que ha tenido que elegir entre continuar al frente de la Viceconsejería de Sanidad o dar el salto a la política nacional.
Esta última ha sido su elección, eso sí, impuesta. Según han confirmado fuentes del Gobierno regional, el nombramiento de Zapatero fue pactado por Ayuso y Feijóo junto al de otros altos cargos autonómicos. Pero, a diferencia de estos, se consideró que su posición en el Gobierno regional era incompatible con dirigir el área de Asistencia Sanitaria y Salud Pública dentro de la Vicesecretaría de Políticas Sociales que lidera Carmen Navarro. Así que “cesó voluntariamente”.
No es el caso de otro de los incorporados, Alejo Miranda de Larra, quien dice de sí mismo estar “orgulloso” de haber “levantado el Zendal en 100 días”. En realidad, era el director general de Infraestructuras Sanitarias durante la pandemia. Ahora lo es de Inversiones y Desarrollo Local. Y aunque su cargo dentro del organigrama del PP será el de secretario de Análisis y Planificación Estratégica dependiente del coordinador general y número tres del partido, Elías Bendodo, no ha tenido que elegir entre servir a Ayuso o a Feijóo.
En el “tercer nivel” del organigrama del PP habrá una presencia mayoritaria de personas del PP madrileño, aproximadamente un tercio del total de esta tanda de nombramientos, lo que contrasta con su poca presencia en estancias superiores del partido, donde Feijóo ha optado por repartir el peso principalmente entre Galicia y Andalucía.
Además de Zapatero, Collado o Miranda otro nombre del PP de Madrid que destaca es el de la eurodiputada Isabel Benjumea al frente de Fondos Europeos. Benjumea ha recibido no pocos rapapolvos de la Comisión Europea en estos años en Bruselas. El último, a cuenta de la petición de su jefe de filas de bajar el IVA. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, respondió que “puede ser más útil dar apoyos a las familias y empresas”. O José Enrique Núñez Guijarro, quien formara parte del Gobierno de Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid que vendió a precio de saldo miles de pisos públicos a un fondo buitre. Fue condenado, junto al resto, y después absuelto. O María Delgado, asesora de una figura al alza en el equipo de José Luis Martínez Almeida y en el organigrama del PP de Ayuso, la portavoz municipal, Inmaculada Sanz. O Silvia Valmaña, directora general de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad que será responsable de Igualdad. Ninguno ha sido empujado a elegir entre cargos.
Al organigrama regresa, también desde Madrid, Edurne Uriarte, aunque sin los galones que le dio Pablo Casado. En la misma situación está la valenciana Belén Hoyo, quien fuera presidenta del poderoso Comité Electoral con la anterior dirección y una de las primeras deserciones en el equipo de Casado cuando su situación era ya casi insostenible. Ahora asume la responsabilidad de Afiliaciones.
También entra Paula Gómez-Angulo, asesora del consejero de Sanidad que fuera en su día directora general de la Mujer y en 2021, durante una semana, de Humanización y Atención al Paciente. Pese a una destacada trayectoria pública, en el equipo de Gobierno del municipio de Las Rozas o en la Asamblea de Madrid, queda poco rastro en Internet de ella. Tuvo cargos en la ONG vinculada al PP Mujeres en Igualdad, de la que sale la nueva responsable de Participación del partido, Carmen Díaz de Bustamante.
Desembarco de conselleiros
Tras Madrid, Galicia es la segunda comunidad que más nuevos cargos aporta, un total de nueve. Entre ellos varios integrantes de primer nivel del Gobierno que preside Alfonso Rueda tras dejarlo el propio Feijóo. Por ejemplo, el vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, muy vinculado a las universidades privadas Francisco de Vitoria o CEU-San Pablo; el conselleiro del Medio Rural, José González; la del Mar, Rosa Quintana; el de Sanidad, Julio García Comesaña; o el de de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez.
Pero quizá uno de los nombres que más pueden sonar es el de Marta Fernández Currás, quien fuera secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos entre 2011 y 2016. Dependiente del Ministerio de Hacienda, fue la responsable directa de los milmillonarios recortes que puso en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy.
Antes, Fernández Currás fue consejera de Hacienda en el primer Ejecutivo de Feijóo en Galicia. Aunque estuvo poco más de dos años y medio, le dio tiempo a pilotar la fusión de las cajas de ahorro gallegas, que una vez saneadas acabaron en manos de inversores venezolanos ya como banco. La Audiencia Nacional investiga aquella fusión, que se impulsó a sabiendas de que las entidades estaban en quiebra. Al contrario que el Parlamento de Galicia, incapaz de investigar por el bloqueo de la Xunta de Feijóo, que fue condenada judicialmente por ello.
De Galicia también es Sagrario Pérez, que se encargará de Medio Ambiente y que fue directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia con Ana Mato como ministra. Fue cuando se introdujo el copago farmacéutico como parte de los recortes sociales de Rajoy.
Hay una tercera reincorporación muy relevante del Gobierno de quien ha sido señalado por el propio Feijóo como su referente político. Es Tomás Burgos, quien fuera secretario de Estado de Seguridad Social. Un firme defensor de la privatización de las pensiones, crítico con la indexación de las prestaciones al IPC y que introdujo el factor de sostenibilidad que levantó a los pensionistas contra el Ejecutivo de Rajoy. Incluso se vio salpicado en algún escándalo de viajes pagados a cuenta del erario público.
Del área económica del Gobierno de Rajoy también emerge Pilar Más Rodríguez, directora general de Análisis Macroeconómico y Economía Internacional y Asesora Ejecutiva en la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera con Luis de Guindos al frente de Economía. Nadia Calviño la mantuvo desde 2018 a 2020 en su cargo, eminentemente técnico, y después pasó al BBVA.
Otra incorporación de la Xunta es la del delegado del Gobierno gallego en Argentina, Alejando López Dobarro, como representante del PP en Iberoamérica. Una nueva colusión de intereses entre la función pública en el extranjero y la de partido, como ocurre con el secretario xeral de Emigración de la Xunta desde 2012, Antonio Rodríguez Miranda, responsable en el PP gallego de Acción Exterior del PP gallego, primero, y del PP ahora.
19