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El medido silencio de Felipe VI sobre Catalunya

El Rey: La Constitución prevalecerá frente a quienes quiebran la convivencia

Gonzalo Cortizo

Solo una vez ha hablado el rey durante toda la reciente escalada de tensión política desatada en Catalunya. Fue el pasado 13 de septiembre. Desde Cuenca, Felipe VI aseguró que “la Constitución prevalecerá sobre cualquier quiebra de la convivencia en democracia”. Había pasado apenas una semana desde que el Parlament aprobara las leyes de desconexión. Desde aquel día hasta la actualidad, el rey ha guardado silencio.

La Constitución otorga al monarca un papel simbólico de nexo para la unidad del Estado: “El rey, en su condición de jefe del Estado, simboliza la unidad y permanencia del Estado y ejerce una función arbitral y moderadora del funcionamiento regular de las instituciones”.

Las palabras pronunciadas en Cuenca han sido las únicas referencias al asunto de la integridad del Estado que Felipe VI ha pronunciado durante los hechos políticos y judiciales que se han sucedido en los prolegómenos del 1-0. Fuentes de la Casa Real se remiten a ese discurso a la pregunta de cuál es la opinión del monarca sobre lo que está pasando.

Sobre la posibilidad de que Felipe VI esté preparando un mensaje a la nación para después del 1-0, Zarzuela se limita a asegurar: “No nos pronunciamos sobre hipótesis”.

“Si Rajoy no se está mojando con el problema catalán, el rey hace muy bien en no mojarse”, asegura el catedrático de Derecho Constitucional en la Complutense, Javier García Fernández. “El rey es solo un símbolo y no tiene que hacer política activa. A quien le pagamos para que haga política activa es al presidente, pero parece que le da pereza”.

En la misma línea se pronuncia quien dirigió los gabinetes de los presidentes González y Zapatero. José Enrique Serrano, actualmente diputado socialista en el Congreso, asegura: “El rey no puede estar hablando todos los días. El rey no puede meterse en el debate político”.

Pese al silencio, Felipe VI está siguiendo la crisis catalana día a día desde Zarzuela. Sus despachos son constantes, casi siempre a través de llamadas telefónicas con las que ha estado recabando las opiniones de los principales gestores del conflicto para conocer las posibilidades de evolución de la ruptura que propone el referéndum del domingo.

En el arco parlamentario nadie se atreve a asegurar si el rey hará algún gesto a partir del domingo. En el lado independentista se muestran irónicos sobre su papel en este proceso. El diputado Gabriel Rufián asegura que el rey se mantiene en silencio “porque ya hablan por él el PP, el PSOE y Ciudadanos”. Rufián se muestra convencido de que no se producirá un mensaje del rey a la nación tras el 1-0 e ironiza. “A ver si su silencio le penaliza en las próximas elecciones a rey”.

La pitada que soportó Felipe VI en su última visita a Barcelona da la medida de la prudencia con la que el monarca ha querido manejarse. En aquella ocasión decidió asistir a la manifestación en apoyo a las víctimas del atentado de Las Ramblas. Ni siquiera el contexto de duelo le evitó recibir la sanción pública de los silbidos.

Fuentes del PP aseguran que Felipe VI “está actuando con prudencia. Ahora es momento para la política y para que las fuerzas del orden hagan cumplir las leyes y el mandato de los jueces”.

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