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Oskar Matute: “Me sentí profundamente abatido con el asesinato de Miguel Ángel Blanco”

Oskar Matute, tras la entrevista con elDiario.es.

José Enrique Monrosi

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Oskar Matute (Barakaldo, Bizkaia, 1972) se convirtió en algo parecido a una revelación para muchos de los espectadores del debate a siete que organizó la radiotelevisión pública esta semana con los portavoces de los principales grupos parlamentarios en el Congreso. Con una larga trayectoria política a sus espaldas en Euskadi, primero en Ezker Batua-Berdeak (referente vasco de Izquierda Unida) y luego en Alternatiba, Matute siempre se posicionó pública y expresamente en contra de la violencia de la banda terrorista ETA. Durante el debate recordó efusivamente su participación en los actos de repulsa por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, algo que confiesa que le sorprende que haya sido novedoso para mucha gente.

No es habitual verle reivindicar su participación en las movilizaciones contra el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero en el debate de esta semana lo hizo de manera enérgica. ¿Por qué?

Porque la derecha y la extrema derecha están traspasando todas las líneas, la de la ética y la de la dignidad política. Y creo que ha llegado el momento de decirles la verdad a la cara. Están acusando al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos de ser lo peor por pactar con nosotros cuando ellos perdieron el culo un año y cinco meses después de la muerte de Miguel Ángel Blanco por negociar con Herri Batasuna y con ETA. Hemos intentado hacer un trabajo serio que no fuera ofensivo para las víctimas de la violencia, las de ETA y de cualquier otra violencia, y para contribuir a construir la convivencia en nuestro país. Pero hay discursos de la extrema derecha y del Partido Popular que en su búsqueda del poder están dispuestos a pasar por encima de cualquier escenario de convivencia que nos ha costado mucho construir en nuestro país. Por eso fui tan tajante.

En Euskal Herria todo el mundo sabe cuál fue mi compromiso siempre con la no violencia. Yo lamento que en el Estado español haya gente que no lo sepa y que se sorprenda cuando oye esto

Oskar Matute Candidato de EH Bildu

¿Tiene que ver esa reivindicación de su trayectoria completamente al margen de ETA con que ahora ustedes pueden empezar a decir cosas que antes no veían conveniente decir?

Asistimos a un espectáculo dantesco. Están dispuestos a traspasar cualquier línea del respeto a la gente y a las víctimas. Y nos hemos hartado. Hemos intentado ser escrupulosos en nuestra acción política, hemos intentado no añadir más dolor donde había dolor y hacer política mirando al futuro, pero no vamos a aceptar que el Partido Popular y Vox sigan utilizando el dolor y el pasado duro que hemos vivido en nuestro país. En Euskal Herria todo el mundo sabe cuál fue mi compromiso siempre con la no violencia. Yo lamento que en el Estado español haya gente que no lo sepa y que se sorprenda cuando oye esto. Me siento muy orgulloso de Euskal Herria Bildu porque yo no llego como un fichaje de verano, es que yo fundé Euskal Herria Bildu con otras personas y siempre hemos tenido ese compromiso. Si ahora se ve, bienvenido sea.

¿Por qué fue a la vigilia de Miguel Ángel Blanco?

Era representante de las juventudes de una formación política y decidimos que había que hacer algo para evitar que se produjera un desenlace fatal como el que se produjo. Y una de las ideas que se nos ocurrieron fue la de encerrarnos en el Ayuntamiento de Ermua durante la noche anterior. Y estuvimos ahí y participé en las movilizaciones para pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco y no tengo ningún problema en decirlo.

¿Cómo lo recuerda?

Fueron días catárticos. Buena parte de la sociedad vasca se enfrentó a una realidad que se presumía trágica y que deseaba que no culminara así. Y esa espera que se produjo hasta el desenlace fue algo emocionalmente intenso, pero se produjeron más cosas. Provocó una tensión en la sociedad vasca que a mí me preocupó. Yo he nacido en Euskal Herria, amo mi país, mis padres me enseñaron a amar mi país y yo vi que nuestra sociedad se rompía. Es conocida la tragedia del secuestro y el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Pero como respuesta se alimentaron asaltos a herriko tabernas, intentos de linchamiento... Esa misma noche en Ermua, cuando estábamos haciendo la vigilia, quemaron un bar bajo la excusa de que era un bar de la izquierda abertzale, cuando era bastante más que eso, y con el riesgo que implicaba. Y yo tengo hijos y no quiero que vivamos eso nunca más.

Hablamos de la vida de un vecino suyo. ¿Cómo vivió el desenlace?

Fue duro. Me sentí profundamente abatido y dolido porque, sinceramente, creo que la inmensa mayoría de la sociedad vasca deseaba que ese desenlace no se diera. Y hubo gente con ganas de venganza que buscaba que se quebrara la convivencia y que nos convirtiéramos poco menos que en una sociedad tribal donde los linchamientos y cosas de este tipo fueran la norma común. No tengo reparos en señalar qué hice en los días previos y en el día fatídico del asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero tampoco tengo ningún problema en señalar que en los días posteriores me opuse tanto como pude al intento de linchamiento contra las gentes de la izquierda abertzale. 

Y a pesar de lo que cuenta, ¿le siguen llamando a día de hoy terrorista o etarra?

Sí, muchas veces. Terrorista, asesino, etarra… Me han llegado a otorgar la responsabilidad de ser jefe de ETA según informaciones precisas que dicen tener. Pero nadie me ha llevado a un juzgado porque nadie va a poder probar eso porque yo no he pertenecido nunca a ETA. Son discursos que muestran que no saben vivir sin la existencia de ETA. 

¿Le afecta?

Yo puedo debatir con prácticamente cualquier persona. Lo que no puedo es convertir en inteligente a alguien que ha decidido ser tonto. Yo no puedo hacer que se culturice alguien que ha decidido vivir en la ignorancia. Entonces, bueno, pues como soy tolerante lo aguanto de la mejor manera posible y tiro para adelante.

Los medios de comunicación tienen mucha culpa en la alimentación del fascismo. Han jugado con el poder mercantil y comercial que podía tener el fascismo en sus franjas de audiencia y han alimentado a la bestia

Oskar Matute Candidato de EH Bildu

¿Pero hay que dar por perdida esa batalla dialéctica? Lo que estamos viendo es que ese relato igual es el que le hace perder unas elecciones a la izquierda. Igual EH Bildu puede hacer aún algo más para que dejemos de hablar de ETA

Euskal Herria Bildu no va a hacer lo que otros nos pidan que hagamos. Hemos dado pasos que nadie nos ha pedido y lo hemos hecho por respeto a nuestro pueblo. Lo que yo no voy a hacer es que Euskal Herria Bildu tape la irresponsabilidad de otra mucha gente en alimentar a la bestia del fascismo. Y probablemente duela lo que voy a decir, pero los medios de comunicación tienen mucha culpa en la alimentación del fascismo. Han jugado con el poder mercantil y comercial que podía tener el fascismo en sus franjas de audiencia y han alimentado a la bestia, han banalizado sus barbaridades. 

También hay gente que da la batalla de explicar que EH Bildu no es ETA. Me refería a qué pasos puede dar aún Bildu para que no se pierda definitivamente esa pugna cultural. 

Con todo el respeto, la sociedad vasca ya sabe que Bildu no es ETA. En Ermua, con lo que significa, somos segunda fuerza. Y eso demuestra que el relato que algunos han construido durante mucho tiempo en el Estado español sobre lo que éramos es rotundamente falso, porque no somos una sociedad enferma, porque nadie ha sufrido en mayor medida que nosotros las consecuencias de un conflicto que ha tenido expresiones violentas, que ha tenido expresiones de represión, que hay torturados, que hay asesinados. Y nadie más que nosotros desea no volver a ese escenario y nadie más que nosotros y nosotras trabaja por la garantía de no repetición. Así que no me planteo lo que tiene que hacer Euskal Herria Bildu en función de los marcos que impone la extrema derecha.

En las elecciones municipales retiraron a siete personas condenadas con delitos de sangre de las listas.

Pero eso no fue porque el fascismo nos dijera A o B. No.

Con la misma contundencia con la que me puedo expresar con la violencia de ETA también quiero decir que la equidistancia ante otras formas de violencia, porque las ejerza el Estado en su monopolio de la violencia, también es injusta y eso pasa

Oskar Matute Candidato de EH Bildu

Me refería a las víctimas. ¿Admiten que fue un error?

Entendimos que una decisión tomada de manera local en diferentes pueblos generaba una foto en términos globales, cuando se suma todo, que podía añadir dolor a las víctimas. Lo hemos dicho de todas las formas posibles: no queremos generar dolor ni daño a las víctimas, a ninguna. Si una acción genera dolor a las víctimas, es una acción que tenemos que evitar. Dicho esto, ¿cómo creéis que se siente la sociedad vasca cuando, según datos del Gobierno vasco, hay más de 6.000 personas torturadas que no han encontrado nunca ni siquiera un despacho en el que poder clamar su verdad? ¿Eso es propio de un Estado democrático? Pues eso pasa en el Estado español. Y con la misma contundencia con la que me puedo expresar con la violencia de ETA también quiero decir que la equidistancia ante otras formas de violencia, porque las ejerza el Estado en su monopolio de la violencia, también es injusta y eso pasa. 

¿Está legitimada para hacer política la gente que ha sido condenada por delitos de sangre por terrorismo?

En términos legales y jurídicos, claro que tiene derecho a hacer política y hacer una vida normal, pero no porque lo diga yo, porque lo dice el Código Penal. Esas personas, evidentemente, tenían restablecidos todos sus derechos para poder participar en listas o lo que quisieran. Ahora bien, si nosotros vemos que se vuelve a utilizar como ariete político contra Euskal Herria Bildu y además utilizando a las víctimas con la revictimización que ello pueda producir en este tema, pues decidimos no añadir más sal a la herida.

¿Cómo ve que ahora se haya convertido casi en canción del verano ‘Que te vote Txapote’?

Sorprendente.

En bodas, en discotecas, la gente por la calle... ‘Que te vote Txapote’.

Seguramente durante mucho tiempo se ha estado abonando ese terreno para que algo tan fuerte y tan irresponsable como ese lema pueda cuajar. Igual quienes se escandalizan estaban mirando hasta ahora hacia otro lado y estaban permitiendo que volviéramos a conversaciones de 1970 bajo el prisma de “toda opinión es respetable”. Porque es el 'que te vote Txapote', pero ¿qué no oímos hablar de las personas trans, de la gente LGTBI? A mí me asusta, pero hay responsables. No todas las opiniones son respetables.

¿Un Gobierno de la derecha con la extrema derecha puede volver a hacerlo saltar todo por los aires a nivel territorial en Euskadi y en Catalunya?

Un Gobierno de derecha y de extrema derecha nos puede hacer daño y puede generar dolor a nuestro pueblo. Pero jamás va a conseguir que desaparezcamos. Una y mil veces nos van a encontrar. Podrán atacar a Euskal Herria Bildu y a sus dirigentes. Saldrán otros. Podrán intentar sacarnos del plano político a través de ilegalizaciones. Volveremos a estar y seremos más. 

¿Pero es reversible la paz?

El camino que ha emprendido Euskal Herria es irreversible. Pero eso no significa que no se vayan a encontrar con un pueblo capaz de levantarse una y mil veces. Cuando yo hablo de lucha, a mí me hace mucha gracia, porque yo me imagino que si esto lo dice un representante de Unidas Podemos, ahora Sumar, o del Partido Socialista, nadie le encuentra connotaciones. Pero si yo digo 'si no nos dejan soñar no les dejaremos dormir', o si yo digo 'hay que defender todos los espacios de lucha', todos, incluidos los periodistas, pensáis que cabe el escenario de lucha armada. 

Igual ha pasado aún poco tiempo para que alguna gente pueda olvidar. 

Menos ha pasado para las agresiones de la extrema derecha y se ha normalizado en los medios de comunicación. Menos tiempo ha pasado para eso y, sin embargo, se les ha dado carné de demócratas. Yo no tengo que medir lo que digo en función del tiempo que ha pasado y de la necesidad de cada persona para acoplarse a nuevos escenarios.

El Gobierno de Sánchez ha realizado muchas más concesiones políticas de calado a ERC, como los indultos o la reforma del Código Penal, que a su formación, con la que básicamente se ha limitado a acordar reformas económicas o sociales como las pensiones o la ley de vivienda. ¿Por qué piensa que el foco está en ustedes?

Cuando yo fortalezco la dignidad de la vida de la gente de Euskal Herria, cuando yo fortalezco sus posibilidades de alcanzar un escenario de cumplimiento de todas sus condiciones materiales de vida, estoy convirtiendo personas libres, porque esa gente sí puede decidir en libertad, porque sabe que su decisión no viene condicionada por si va a tener o no va a tener techo, si va a tener o no qué comer al día siguiente. Y es ahí donde yo quiero hacerme fuerte. Y es ahí donde la izquierda soberanista independentista vasca quiere ganar. Y yo creo que Catalunya también está en ese proceso. 

Pero no me imagino a Oskar Matute o a ningún dirigente de Bildu decir que le da más miedo Yolanda Díaz que Santiago Abascal.

Es un contexto electoral. Yo también podría sacar aquí frases de Sumar bastante desafortunadas con Euskal Herria Bildu y no lo voy a hacer. Tengo muy claro que ellos no son ni mis adversarios ni mis enemigos, que mis enemigos están en la trinchera de enfrente. 

Si el 23J las derechas ganan, ¿usted entenderá por qué?

Será porque la izquierda no ha hecho sus deberes. Porque cuando tenía que ser valiente, ha preferido ser moderada. Porque cuando le han apretado desde las élites económicas, ha decidido que la concertación valía y tenía más valor que la confrontación. 

¿Qué le parece que víctimas de ETA le hayan pedido al PP que deje de utilizar la violencia etarra para hacer política?

Euskal Herria Bildu está haciendo lo que tiene que hacer y yo no voy a poner a las víctimas de la violencia, de ETA o de cualquier otra violencia, en el centro del debate político. No lo he hecho nunca y no lo voy a hacer ahora tampoco. Lo siento, pero no. Yo respeto las opiniones, tengo mi opinión, pero creo que en tanto que portavoz político, no voy a jugar a ponerles foco para alimentar una centralidad en torno a las víctimas que tarde o temprano acaba haciéndoles daño.

Durante esta legislatura ha habido mayoría política suficiente y lo que faltó fue determinación para llevar adelante y con ambición todas las promesas que se habían hecho entre la izquierda social, la sindical y la política para cuando alcanzaran el poder

Oskar Matute Candidato de EH Bildu

¿Qué quedaría por hacer en la próxima legislatura si hubiera un Gobierno progresista?

Aprender de los errores. Durante esta legislatura ha habido mayoría política suficiente y lo que faltó fue determinación para llevar adelante y con ambición todas las promesas que se habían hecho entre la izquierda social, la sindical y la política para cuando alcanzaran el poder. Y podemos hablar de la ley mordaza, de la reforma laboral u otras muchas iniciativas que han quedado en el tintero. Hemos dicho que lo que no hagas ahora te lo penalizará tu gente, porque caerá en un cierto hastío hacia el potencial transformador. Y eso podrá abrir la puerta a la derecha. Nosotros no vamos a mirar para otro lado si existe la posibilidad de impedir un Gobierno de derecha dura y de extrema derecha, juntos o por separados, besándose en público o haciéndolo en privado. Lo vamos a impedir si podemos. Y la gente de izquierdas en Euskal Herria lo sabe.

¿El PNV también está en eso o puede facilitarle la investidura a Feijóo?

Bueno, el PNV se maneja con una cierta equidistancia, tendría que preguntárselo a ellos, tienen muy buena entrada en los medios de comunicación del Estado español.

¿Echa en falta usted más entrada?

Ellos tienen más. Creo que Aitor Esteban es mucho más respetable que yo, es una persona que admiráis en el Estado español.

¿No cree que se haya dado ningún avance respecto al tratamiento a Bildu en los últimos cuatro años?

Claro que ha habido avances, pero siguen perviviendo y persistiendo ciertos tics. Pero es verdad que la búsqueda de comprensión, no por nuestra parte, sino digamos del periodista por acercarse con honestidad a intentar comprender es mucho mayor. Y yo lo agradezco porque una entrevista como la que estamos haciendo ahora sería muy difícil hace cuatro años. Yo estaría mucho más a la defensiva y estaría blindando mis respuestas por temor a la interpretación. 

Se está esforzando últimamente en recordar que el PP ha firmado otras cosas mucho más comprometidas con ustedes que una ley de vivienda o una reforma de las pensiones. 

Sí.

En el debate citó las actas de las reuniones con Herri Batasuna.

Aznar llamó a ETA Movimiento Vasco de Liberación.

Que eso es algo que no llamaría ni usted.

No, bueno, porque en primer lugar, en Euskal Herria no se dice así, en todo caso, se decía Movimiento de Liberación Nacional Vasco, que era la expresión al uso. Pero bueno, tampoco utilizaría esa. Yo veo entrevistas a Borja Sémper de hace ocho años y lo que decía entonces y lo que dice ahora. Pues oye, cada cual...

 ¿Tiene relación con él?

Coincidimos en el Parlamento vasco durante ocho años. Pero hay gente que cuando coincides con ellos en Euskal Herria tiene un trato afable y cuando llegamos a esa verja [la entrada del Congreso] no sé si es por el poder de los medios de comunicación o por el miedo a una foto o a un gesto relajado, pero hacen como que no te conocieran. No sé cuál es la versión de Borja Sémper que me voy a encontrar aquí. No sería la primera persona que viniendo de una relación educada, aquí decidiera hacer como que no nos hemos cruzado en la vida.

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