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El PP agita la crisis de Venezuela como munición contra el Gobierno en la precampaña para el 28A

El líder del PP Pablo Casado, la candidata popular a la presidencia de Madrid Isabel Díaz-Ayuso, en la madrileña Puerta del Sol tras conocer que el presidente del Parlamento venezolano Juan Guaidó se ha autoproclamado jefe de Estado de Venezuela, el 23 de enero pasado.

Andrés Gil / Iñigo Aduriz

El 23 de enero, Juan Guaidó se autoproclamó presidente de Venezuela. Ese mismo día fue reconocido por los gobiernos de Estados Unidos y Brasil, entre otros. Pero también el Partido Popular y Ciudadanos. El Gobierno de Pedro Sánchez esperó, pero no tanto como otros países europeos o latinoamericanos, y reconoció a Guaidó como presidente encargado de convocar elecciones el pasado 3 de febrero por la mañana. El mismo día, el 3 de febrero, pero por la noche, la Asamblea Política del Partido Popular Europeo (PPE) aprobaba una resolución que reconocía a Guaidó como presidente interino de Venezuela.

Es decir, la resolución de reconocimiento del Partido Popular Europeo llegaba después que la declaración de Pedro Sánchez.

Aun así, el PP no ha dejado de presionar al Gobierno con Venezuela, hasta el punto de considerarlo cómplice del “narcodictador”, como ya este lunes ha calificado Carlos Iturgaiz a Nicolás Maduro.

“A nadie se le escapa que Venezuela es un asunto de política nacional”, ha reconocido el ministro de Exteriores, Josep Borrell, en Bruselas, a cuenta del viaje del jefe de la delegación del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, junto con otros eurodiputados del PP a Venezuela. Un viaje infructuso en tanto que iban invitados por Juan Guaidó y el Gobierno de Maduro no les ha permitido la entrada.

“No es una misión del Parlamento Europeo, no hay que confundir un viaje personal de varios eurodiputados”, ha dicho Borrell: “Es como confundir una invitación al Parlamento de Berlín con que Puigdemont se tome un café dentro del Parlamento de Berlín. Y naturalmente que lo condenamos”.

La reacción del Partido Popular ha sido señalar al “narcodictador” de Maduro, pero también al Gobierno español, al que le han pedido que se retire del grupo de contacto internacional auspiciado por la UE con la finalidad de conducir al país “a elecciones presidenciales lo antes posible”, según su declaración fundacional del pasado 12 de febrero. “Es desproporcionado pedir que España se retire del grupo de contacto, que está para problemas más trascendentales. No se nos ha ocurrido abandonar el grupo por eso. Queda mucho trabajo por hacer”, ha respondido Borrell.

Y no sólo han pedido que España abandone un grupo en el que está la UE, países europeos como Italia y Portugal, así como latinoamericanos como Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Bolivia. El PP también ha exigido que se retiren credenciales diplomáticas a la embajadora ante la UE, Claudia Salerno, a pesar de que, como ella misma explicaba en eldiario.es, los embajadores son plenipotenciarios. “A los embajadores en Venezuela no los nombra el Gobierno, sino la Asamblea Nacional, la misma que dicen que es lo único que reconocen: ¿Van a echar a los embajadores, que son plenipotenciarios y nombrados por la Asamblea Nacional? Los embajadores representamos a más de 30 millones de personas, incluyendo a Guaidó. ¿Quién quita los poderes? ¿Guaidó con sus 97.000 votos?”, se preguntó Salerno.

González Pons y el resto del grupo intentarán entrar de nuevo en Venezuela, esta vez a través de la frontera colombiana.

Sánchez, acusado de “contemporizar” con Maduro

El Partido Popular, así, ha convertido la crisis en Venezuela en un arma más contra el Gobierno de Pedro Sánchez, al que ha llegado a acusar de “contemporizar” con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, “porque se debe a los de Podemos” por su apoyo en la moción de censura, e incluso de ser “responsable” de la supuesta “aniquilación” del pueblo venezolano por no respaldar a Juan Guaidó como presidente del país desde el momento en el que el dirigente opositor se autoproclamó, hace ahora un mes.

El líder del PP, Pablo Casado, se ha erigido como el único capaz de defender los intereses de los venezolanos. Este mismo lunes, durante su intervención ante la Junta Directiva Nacional, el presidente de los populares aseguraba que su partido “tiene claro que al régimen de Venezuela no hay que darle tiempo, sino salida”. La estrategia a seguir en el país sudamericano es, en su opinión, “dar salida a los tiranos y entrada a la ayuda humanitaria” que vaya “a entregar los alimentos que el socialismo real, el que le gusta a Podemos, no da un una sola vez al día”.

Aprovechando cualquier intervención para cargar contra la izquierda, Casado anunciaba ante los suyos que el sábado una delegación del PP participará en el intento de entrada de ayuda humanitaria en Venezuela a través de la frontera colombiana. Allí estará, entre otros, el portavoz de los populares españoles en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, en el que será su segundo intento de entrada en el país una semana después de que este domingo las autoridades aeroportuarias le hayan negado la entrada junto a una delegación del Partido Popular Europeo que se había desplazado a Caracas para reunirse con Guaidó y con líderes opositores.

“Hoy [por este lunes] estamos con Esteban González Pons, Gabriel Mato y José Ignacio Salafranca que han sido expulsados por el dictador cuando iban a reunirse con el presidente legítimo venezolano”, aseguraba Casado en la reunión del máximo órgano del PP entre congresos.

Minutos antes, el propio Pons elevaba la presión sobre el Gobierno español y también sobre la Unión Europea por su posición a favor del diálogo en Venezuela, llegando a pedir a ambas instituciones que abandonen el grupo de contacto con Latinoamérica sobre el país caribeño. A su juicio, el Gobierno de España, que condenó el veto de las autoridades venezolanas a la entrada de Pons en el país, debe ser “consecuente”. “No puede continuar formando parte ni alentando el grupo de contacto”. “La lucha del pueblo venezolano sigue y el tirano cierra puertas y ventanas y apaga luces para que no veamos”, zanjaba el portavoz popular.

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