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El PSOE quita importancia a que Ciudadanos se desmarque en la paralización de la 'ley Wert'

Vista general del hemiciclo del Congreso

Irene Castro

El PSOE no quiere mezclar los debates parlamentarios con las negociaciones para la investidura. Así, intenta restar importancia a la decisión de Ciudadanos de abstenerse en la votación para que arranque el proceso de debate sobre la paralización de la 'ley Wert' que este martes ha tenido su primer paso en la toma en consideración de la proposición de ley presentada por los socialistas horas después de que se constituyeran las Cortes tras las elecciones.

Los socialistas reconocen que les ha chocado la postura de los de Albert Rivera y no acertaban a explicar qué ha pasado para que se abstengan en la votación que ha salido adelante con 186 votos a favor -PSOE, Podemos, IU-Unidad Popular, Compromís, ERC, Democracia y Libertad, PNV y Bildu-; 112 en contra (PP y Foro Asturias) y 41 abstenciones (Ciudadanos, Coalición Canaria y UPN).

No obstante, y a pesar de que no ha sentado bien el cambio de opinión de Ciudadanos, el PSOE ha quitado importancia a su abstención. El portavoz socialista, Antonio Hernando, ha pedido “desdramatizar” este tipo de situaciones que, según ha augurado, se repetirán con la actual aritmética parlamentaria si la legislatura continúa.

Ciudadanos argumenta que se ha abstenido porque la propuesta del PSOE no incluye una parte fundamental de su acuerdo. Fuentes del partido naranja explican que el documento que firmaron Sánchez y Rivera contemplaba paralizar los aspectos de la LOMCE que aún no se han implementado “a cambio de que hubiera una Mesa para negociar” un Pacto Social y Político por la Educación. “No estamos dispuestos a paralizar la ley a no ser que se abra una negociación para un nuevo acuerdo”, explican esas fuentes.

No obstante, desde el PSOE recuerdan que la proposición de ley que se ha debatido este miércoles incluye una disposición que compromete al futuro Gobierno a alcanzar un acuerdo con las fuerzas políticas y sociales para sustituir la ley vigente por una nueva norma educativa consensuada. Para Ciudadanos no es suficiente porque no incluye los términos del acuerdo: “Constituir una Mesa para alcanzar un Pacto Social y Político por la Educación que, en el plazo de seis meses, permita la elaboración de un marco legal consensuado”.

A pesar de la divergencia en el sentido del voto, Ciudadanos recuerda que es solo una abstención y no un voto en contra de la toma en consideración y que durante el proceso parlamentario presentará una enmienda que incluya la creación de una subcomisión dentro de la Comisión de Educación para que empiece a estudiarse la nueva normativa. Además, subrayan que el PSOE registró en el Congreso la proposición de ley antes de alcanzar el acuerdo con Ciudadanos e incluso de que comenzaran las negociaciones de la investidura.

En el Senado, Ciudadanos sí apoyó una iniciativa socialista que buscaba paralizar la implantación de la LOMCE en todos los aspectos que no han entrado en vigor aún. No obstante, ese texto -que no salió adelante por el rechazo de la mayoría absoluta que el PP tiene en la Cámara Alta- incluía una mención a impulsar un proceso que permita alcanzar en los próximos meses un “pacto social y político por la educación”, tal y como recoge el acuerdo PSOE-Ciudadanos.

Los reproches: “La paralización es insuficiente”

El PSOE se ha encontrado la oposición del PP, que les ha acusado de “enfrentar” con la educación. También ha tenido reproches de las fuerzas de izquierdas, pese a que han votado a favor de la toma en consideración de su propuesta. Han recordado a los socialistas que en la anterior legislatura toda la oposición se comprometió a derogar la LOMCE en su totalidad.

“Nuestra posición no puede ser otra que votar a favor ante la necesidad de paralizar de manera inminente los aspectos de esta ley -ha defendido la diputada de Podemos Ione Belarra-. Es imprescindible que esta paralización solo sea el primer paso para la derogación”, ha señalado Belarra, que ha advertido de que “lo peor de la LOMCE está por llegar” puesto que faltan “las puntas de lanza” que acabarán con una educación “neoliberal”. Además, ha aprovechado para destacar una mayor sintonía con los socialistas en esta materia respecto al que actualmente es su 'socio', Ciudadanos: “Esta postura [la de llegar a un consenso para una nueva ley educativa progresista] es mucho más cercana entre PSOE y Podemos que entre PSOE y Ciudadanos. Esperamos que lo recordéis”, les ha dicho a los de la bancada socialista.

“Lo único que propone es la paralización de la LOMCE. No tenemos que paralizar un calendario sino derogar la ley”, ha expresado la diputada de IU-Unidad Popular que ha considerado que el hecho de que no figure su total derogación es el “primer incumplimiento” del PSOE. “Nos parece insuficiente paralizar una ley que habla antes de competitividad que de derecho”, ha dicho Marta Sorli, de Compromís.

“No es suficiente la proposición de ley que propone el PSOE -ha dicho el diputado de ERC Joan Olòriz-. Es vergonzante y no se puede entender de ninguna manera que solo nos propongan paralizar el calendario”. El republicano catalán ha asegurado que la derogación es de “obligado cumplimiento” porque todas las fuerzas de la oposición se comprometieron en la anterior legislatura. “Aquí están las firmas. ¿Es que su firma no sirve para nada?”, le ha preguntado a los socialistas: “¿Si no cumplen su palabra, ¿qué confianza podrán pedir en el futuro a esta Cámara?”, les ha avisado.

El PNV ha apoyado la tesis del PSOE de que no se puede derogar ahora toda la 'ley Wert' porque supondría un “vacío legal” y también ha apoyado la toma en consideración. Sin embargo, ha advertido al PSOE de que no apoyará en el futuro ninguna ley educativa que tenga criterios “centralistas y homeneizadores”.

La vista puesta en la reunión a tres

La toma en consideración de la paralización de la LOMCE ha sido la primera actividad propiamente legislativa del Congreso. Pero ha sido un mero trámite que no tendrá ninguna repercusión si no hay Gobierno antes del 2 de mayo.

Las comparecencias en el Congreso a lo largo de este miércoles han estado muy relacionadas con las negociaciones que ahora protagonizan PSOE, Podemos y Ciudadanos. Los socialistas lo fían todo a la reunión de los equipos negociadores del próximo jueves, pese a que sus interlocutores siguen atacándose mutuamente.

Este jueves el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha asegurado que su partido reclamará estar en el Gobierno y que Podemos deberá apoyarlo. Aunque los de Rivera han matizado después que ese asunto “no está encima de la mesa” y que es una “hipótesis” de “política ficción”, Podemos había respondido previamente y les ha acusado de “poner zancadillas” a la negociación a través de “condiciones inasumibles” propias de quien “no quiere llegar a un acuerdo”.

El PSOE, que ha abierto la puerta de Moncloa a ambas formaciones, entiende la reclamación que ahora hace Ciudadanos, aunque también considera que es parte del “teatro” que los partidos están realizando al mismo tiempo que negocian de cara a su electorado. Los socialistas, aunque con escepticismo, tienen las esperanzas puestas en la reunión de este jueves y están convencidos de que no irá mal. Confían en que de ese encuentro salga una propuesta de encuentros temáticos que les permitan avanzar.

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