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PSOE y Unidas Podemos salen al ataque contra Ayuso mientras Sánchez evita la confrontación desde su posición institucional

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra y los ministros Fernando Grande- Marlaska y José Luis Ábalos, a su llegada al Congreso

Irene Castro / Aitor Riveiro

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Gobierno y PSOE se reparten los papeles. Mientras Pedro Sánchez trata de mantener un tono institucional y de mano tendida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tal y como se evidenció en el encuentro del lunes donde el presidente asistió impertérrito a la cascada de reproches de la mandataria madrileña, el PSOE ha decidido contraatacar y poner de manifiesto años de deterioro de los servicios públicos del PP en la región. El presidente eludió opinar en su comparecencia junto a Ayuso sobre la gestión de la pandemia que ha hecho desde que se levantó el estado de alarma y ni siquiera valoró si los medios -rastreadores o la capacidad de la sanidad- van a ser suficientes para responder a esta nueva ola. Sánchez defendió que no se había reunido con Ayuso para “juzgar”, “evaluar” o “tutelar” su gestión, pese a que hace tres semanas aseguró que las capacidades estratégicas debían mejorar. Ese es un papel de contrapeso a los ataques que llegan de la región más castigada por esta nueva ola y que asume el partido y también su socio, Pablo Iglesias.

“Médicos hay, profesores hay, el problema está en la gestión de la Comunidad de Madrid”, expresó este martes en una entrevista en La Hora de TVE el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas, que cuestionó la dejadez de los gobiernos del PP respecto a los servicios públicos en lo que consideró una “apuesta estratégica por la sanidad privada”. “Hay recursos, el problema es la gestión de su Gobierno”, respondió Simancas a las quejas de la presidenta de la región más rica de España. “¿Qué ha hecho el Gobierno de Madrid con los 1.500 millones que ya ha recibido?”, se preguntó Simancas sobre el fondo no reembolsable que el Gobierno ha puesto en disposición de las autonomías a fondo perdido y de la que la Comunidad de Madrid será la más beneficiada. “No lo han usado para reforzar la atención primaria ni para contratar rastreadores -reprochó-. Solo se le ocurren medidas de restricción de la movilidad pero los centros de atención primaria están cerrados”.

En esa misma línea se pronunció la vicesecretaria general del PSOE y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, quien recriminó al PP que combata la “lucha de clases” en una clara denuncia a la situación que atraviesan los barrios más humildes de la región. “Lo que voy a seguir exigiéndole al PP y a la Comunidad de Madrid son rastreadores, personal sanitario, que abran los centros de salud, que cumplan con lo que es necesario por parte de las administraciones”, defendió Lastra en una rueda de prensa en el Congreso en la que también planteó que el Gobierno regional debe dar “soluciones a la movilidad masiva o a los problemas de los metros hacinados”.

Ese duro discurso contra la gestión de la Comunidad de Madrid no saldrá de ningún socialista que forme parte del Gobierno, al menos en público, aunque en privado admiten que las medidas que por ahora ha puesto en marcha el Ejecutivo madrileño son insuficientes. Ahí está el reparto de papeles. “El presidente, por su posición institucional, no lo puede decir”, explican fuentes oficiales del PSOE, que aseguran que mantendrán la voluntad de “colaborar y arrimar el hombro”, pero que desde el partido sí defenderán que “no han hecho las cosas y los damnificados son los de siempre”.

El papel de 'poli malo' lo asumirán dirigentes socialistas sin cartera en el Gobierno, especialmente Lastra, que es la número dos del PSOE. El partido, además, pretende recuperar un terreno que durante la gestión de la pandemia ha cedido al Ejecutivo -y también durante el primer mandato de Sánchez, dado que Moncloa era el principal escaparate para los socialistas tras siete años en la oposición-. Por eso se han recuperado los actos -este fin de semana Lastra estuvo en un pequeño mitin en Alcalá de Henares, también ha salido Cristina Narbona-, aunque no saben cuánto durará la nueva estrategia dada la complicada situación de la pandemia. “Vamos a otro tipo de política. El Gobierno tiene su espacio y el partido tiene su espacio. El partido puede hacer un papel que no puede o debe hacer el Gobierno”, señalan esas fuentes oficiales, que consideran que la organización puede hacer de “ariete” ante la posición más institucional que debe tener el Gobierno.

Los socialistas madrileños, que también han cuestionado, primero, la inacción de Ayuso y, después, las medidas restrictivas ante el descontrol de la expansión del virus, secundaron un manifiesto -impulsado por sindicatos y en el que también participan partidos como Más Madrid, Podemos e IU- en el que denuncian la situación de la sanidad en la Comunidad de Madrid, rechazan las medidas implantadas por la Puerta del Sol, exigen un “plan riguroso” y convocaban una manifestación para el próximo domingo como protesta. La convocatoria se difundió apenas dos horas antes de que Sánchez llegara la Real Casa de Correos con el objetivo de mandar un mensaje inequívoco de unidad.

El PSOE de Madrid dio marcha atrás esa misma tarde. José Manuel Franco, que es el secretario general de la organización y delegado del Gobierno, hizo un “llamamiento a todas las fuerzas políticas que están reivindicando derechos a que procuren evitar las manifestaciones”. En una entrevista en Telemadrid, este martes reconoció que “no es momento de manifestaciones” y que su partido “no va a convocar” a la marcha del domingo de sindicatos, asociaciones vecinales y otros partidos de izquierdas contra las últimas medidas “inútiles y con claro tinte segregador” aprobadas por el Gobierno regional. En la cúpula de la federación aseguran que comparten “al 100%” las reivindicaciones.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, recomendó este mismo martes reducir la movilidad en la región y limitar los contactos a los convivientes para frenar la expansión del virus. “El ministro fue claro pidiendo a los madrileños que limiten al máximo su movilidad y sus contacto y yo también lo hago”, expresó Lastra, que compartió “la indignación de los ciudadanos de esos barrios”. “Le pido a la ciudadanía que sigan comportándose como hasta ahora de forma ejemplar, que quienes decidan ir respeten medidas de seguridad, la distancia y las mascarilla; pero todos seamos conscientes de que la situación es complicada”, argumentó la portavoz socialista.

Unidas Podemos mantiene la convocatoria a la manifestación

Unidas Podemos, sin embargo, sí que ha mantenido la convocatoria de la manifestación del próximo domingo. “¡A ver si en España solo se van a poder manifestar negacionistas o clases pudientes! La decisión de manifestarse es individual y compartimos esa indignación porque tiene base”, expresó el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, que acusó al Gobierno de Ayuso de “criminalizar a la clase trabajadora y migrantes” y mantuvo su adhesión a la manifestación convocada para el próximo 27 de septiembre.

En Unidas Podemos el acuerdo entre Sánchez y Ayuso, y sobre todo la escenografía con la que se presentó, generó cierto malestar, aunque se intentó que no se trasladase al debate público. La misma tarde del lunes, Podemos ya señaló a Isabel Díaz Ayuso y su gestión como la raíz del problema en Madrid. “Lo más eficaz para enfrentar el virus es el refuerzo de la sanidad, de la educación y del transporte público” aseguraba en Twitter, para criticar al “Gobierno Ayuso-Aguado”, al que acusaba de “indecente e irresponsable” al apostar por “la criminalización de la pobreza y la segregación”.

Ambas ideas las ha reforzado este martes el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en una entrevista en TVE. Primero, el vicepresidente segundo defendió la labor de Sánchez: “Tenemos obligación de colaborar con todas las administraciones. El presidente estaba cumpliendo con su obligación”. Pero, inmediatamente, centró sus críticas en el Gobierno del PP y de Ciudadanos. “¿Eso significa estar de acuerdo con las medidas que están tomando Ayuso y Aguado? Yo creo que no. Mucha gente es consciente de que los principales instrumentos para combatir la pandemia son los trabajadores públicos: médicas, enfermeros, rastreadores, más profesores o que el transporte público no esté en Madrid en la situación de saturación en la que está”, apuntó. Y añadió: “Eso implica tomar medidas que van en una dirección diferente al bloque de la derecha de PP, Cs y Vox que gobierna en Madrid”.

“No parece sensato escuchar a algunos responsables decir que hay que elegir entre ser el virus o la vacuna, como decía Aguado. Muchos trabajadores de Vallecas o Carabanchel tienen que coger el metro con mucha gente y no hay derecho a que les digan que son un virus”, siguió el líder de Unidas Podemos, que remachó: “Se les han dado 3.400 millones y faltan profesores, sanitarios, médicas y enfermeros bien pagados, hace falta que funcione mejor el transporte público y hacen falta rastreadores”.

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