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El escándalo de Juan Carlos I y el fiasco de RTVE: el periodo de gracia de Sánchez acaba antes de vacaciones

Pedro Sánchez durante su comparecencia este martes en el Congreso.

Irene Castro

Pedro Sánchez comenzó su mandato con la dimisión más rápida de un ministro en la historia democrática de España: Màxim Huerta se vio forzado a renunciar a la cartera de Cultura una semana después de aceptarla por un fraude a Hacienda. En Moncloa se frotaron las manos con lo rápido que se solventó la crisis, que un mes y medio después ha desaparecido de la opinión pública. Sin embargo, en el Gobierno también han sido conscientes desde el inicio de que no tendrían ni 100 días de gracia y sus pronósticos se han cumplido: el fracaso en RTVE y el escándalo del rey Juan Carlos I a raíz de las revelaciones de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein han complicado el escenario justo antes de las vacaciones. 

La publicación de las grabaciones de una conversación entre la presunta amante del rey y el comisario Villarejo han evidenciado los desmanes que se han producido en la Policía durante años y bajo gobiernos de distinto signo político. También señalan de nuevo al exjefe del Estado por presuntas irregularidades en sus cuentas.

Las dos cosas ponen en una difícil situación al nuevo Gobierno agravada por el hecho de que Corinna denuncia ante Villarejo presiones del director del CNI, Félix Sanz Roldán, que sigue en su puesto pese al cambio en el poder. “No se puede someter al Estado a un chantaje”, admitió la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la filtración de esas grabaciones, realizadas en 2015 y que han visto ahora que Villarejo está en prisión. 

El Gobierno quiere solventar la polémica con una comparecencia a puerta cerrada en el Congreso de Sanz Roldán. Sin embargo, es una respuesta totalmente insuficiente para los grupos que apoyaron la moción de censura que llevó a Sánchez a Moncloa y de los que depende especialmente su gobernabilidad. Todos ellos quieren una comisión de investigación sobre las finanzas del rey que Gobierno y PSOE por el momento rechazan. Para los socialistas la relación con la monarquía es siempre un asunto complicado. 

“El debate se tiene que sustanciar en la antigua Comisión de Secretos Oficiales, y a partir de ahí veremos qué medidas se toman”, expresó Sánchez en su comparecencia en el Congreso. El PSOE deja abierta la puerta a otras iniciativas después de escuchar a Sanz Roldán consciente de que este asunto provocó el primer choque entre Unidos Podemos y el Gobierno. También se ha mostrado contrario a apoyar la comparecencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que explique si la Agencia Tributaria investigará el rey emérito. 

Además, el escándalo ha forzado a Sánchez a admitir uno de sus primeros incumplimientos de promesas electoralistas: no publicará el listado de defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal, aunque fuentes socialistas aseguran que tiene que ver ni con Juan Carlos I ni con Corinna. El Gobierno lo justifica en una imposibilidad legal de hacer públicos esos datos con carácter retroactivo. 

Sánchez salió al paso con el anuncio de que prohibirá por ley nuevas amnistías fiscales –un argumento ya utilizado por Cristóbal Montoro y Carlos Solchaga tras aprobar sendas amnistías fiscales en el pasado–, pero sus explicaciones no convencen a Unidos Podemos. El grupo confederal insiste en que se pueden publicar los datos y ha presentado una iniciativa parlamentaria para forzar al PSOE a retratarse

“La luna de miel dura lo que dura”

Aunque en la dirección del PSOE le quitan importancia a estos encontronazos y los enmarcan en la necesidad de Unidos Podemos de “encontrar su espacio” –y una de sus estrategias es, según entienden los socialistas, ubicarles en el “bloque monárquico–, también reconocen que ”la luna de miel dura lo que dura“. ”En octubre estamos en campaña“, advierte un alto mando de Ferraz.

Sin embargo, al primer choque entre socialistas y Unidos Podemos por las grabaciones a Corinna, se suma la desconfianza que ha provocado en el grupo confederal en el otro contratiempo con el que se ha topado Sánchez: la renovación de RTVE.

El Ejecutivo se llevó su primer varapalo parlamentario al perder la votación de la que debían salir los cuatro consejeros que faltaban para completar el Consejo de Administración interino. La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, atribuyó los dos votos nulos a un “error humano” y se ha mostrado convencida de que no procede ni de sus filas ni de las de Pablo Iglesias. Sin embargo, en Unidos Podemos tienen dudas e incluso han llegado a deslizar que no se trató de un fallo involuntario de dos diputados sin identificar. 

Un mes lleno de sobresaltos por RTVE

Ese rifirrafe se produjo mientras el reloj corría para designar al administrador único que se hará cargo de la Corporación hasta el concurso público del que saldrá el nuevo Consejo de Administración. La portavoz socialista tomó las riendas de esa negociación exprés y el Gobierno ya tiene el nombre de Rosa María Mateo, que se votará la próxima semana. Lo único que está en el aire en esta ocasión es el apoyo del PDeCAT, que decide este fin de semana buena parte de su futuro.

El procedimiento para la renovación de RTVE también ha desgastado a los socialistas en su arranque en el Gobierno. En las filas del PSOE ha habido críticas por la forma en la que se ha gestionado, con la filtración de nombres que acabaron desechados y con el último terremoto que fue la derrota inesperada en el Parlamento. “No salió adelante la renovación del consejo y lo lamento de verdad”, admitió Sánchez en el Congreso.

También reconoció el “encaje de bolillos” que tendría que hacer el Ejecutivo para sacar adelante sus iniciativas. La siguiente prueba de fuego será la votación de Rosa María Mateo y también de la senda de déficit. El PSOE da por hecho que el PP bloqueará la propuesta del Gobierno y que Unidos Podemos no se mojará en acordarla para que después los conservadores la tumben en el Senado.

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