VÍDEO | Luis Medina se presenta ante el juez como un “broker” de pollo y carne de cerdo
Los comisionistas del caso mascarillas, Luis Medina y Alberto Luceño, han comparecido durante una hora este lunes ante el juez que investiga sus comisiones. Un interrogatorio en el que han intentado justificar sus comisiones millonarias. Ante el juez Adolfo Carretero, han explicado cómo contactaron con el Ayuntamiento y también que querían vender material sanitario a la Comunidad de Madrid. Además, han defendido la legalidad de una operación que el juez califica de fraudulenta y por la que les ha imputado los delitos de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales. Luis Medina, al que también se imputa alzamiento de bienes, se ha definido como un “broker de materias primas” para explicar que, antes de la crisis del COVID, su experiencia se ceñía a comerciar con comida.
Broker y facilitador
Los dos imputados han tenido que explicar al juez por qué cobraron comisiones millonarias. El primero en declarar ha sido Luis Medina. El aristócrata, hijo de Naty Abascal y el duque de Feria, ha explicado al juez que es “broker de materias primas” y ha especificado cuando el juez le ha pedido que concretase más: “Compraventa de minería, alimentación, carne, pollo, cerdo...” Después ha reconocido que esta operación de venta de mascarillas, test y guantes al Ayuntamiento de Madrid en plena pandemia fue su primera aproximación al negocio del material sanitario.
Alberto Luceño, que declaró a continuación, explicó el papel de Medina con otras palabras. “En el caso de Luis era un facilitador, en el caso mío era un agente”, ha dicho. El juez ha sido especialmente incisivo en la parte del interrogatorio donde trataba de determinar por qué Luis Medina Abascal cobró más de 900.000 euros por tener un contacto, en este caso un primo del alcalde de Madrid, que les dio el correo electrónico de la alto cargo que se encargaba de las compras en el Consistorio. “¿A usted la parece normal ganarse un millón de euros por eso, por una simple llamada telefónica?”, ha preguntado el magistrado. Luceño ha dado a entender que sí.
El primo del alcalde
La primera parte de ambos interrogatorios se ha centrado en determinar cómo desembarcaron los comisionistas en el Ayuntamiento de Madrid y cómo dieron con el contacto de la alto cargo que, específicamente, llevaba estos contratos. Alberto Luceño ha descargado toda la responsabilidad en su socio “facilitador” Luis Medina y él ha explicado el camino que le llevó hasta las arcas públicas. Primero habló con la directora de una universidad a la que fue en el pasado y le explicó que quería contactar con el Ayuntamiento para ofrecer mascarillas y material sanitario. Ella, según su versión, le dio el teléfono de Carlos Martínez-Almeida, abogado y primo del regidor a quien no conocía “de nada”.
El hijo del duque de Feria ha dejado claro ante el juez para qué quería hablar con él. “Llamé a Carlos Martínez-Almeida y le dije que teníamos material sanitario para vender. Al ser primo del alcalde imaginé que me podría dar con un contacto en el Ayuntamiento. Me dio un mail, que creo que era de Elena Collado”. La coordinadora de presupuestos que gestionaba la contratación de emergencia canalizada a través de la funeraria municipal.
Los comisionistas hicieron el negocio de su vida en el Ayuntamiento de Madrid, pero no era su único objetivo. El sumario recoge cómo también había planes de intentar vender material sanitario en Andalucía, y las declaraciones de hoy han desvelado que otro de los objetivos era la Comunidad de Madrid. “Le digo que quiero contactar con la Comunidad o el Ayuntamiento”, ha explicado que dijo a su amiga en común con Carlos Martínez-Almeida antes de emprender el camino hacia el consistorio y los tres contratos investigados.
Ayudar y cobrar
A lo largo del interrogatorio el juez ha preguntado una decena de veces si les parecía normal ocultar al Ayuntamiento de Madrid que iban a cobrar una comisión, así como su volumen: más de la mitad de lo que iba a pagar el consistorio. “Mi intención era parte ayudar al Ayuntamiento y, por supuesto, cobrar mi trabajo”, ha dicho Alberto Luceño a preguntas del magistrado.
Es un aspecto en el que incide el juez en el auto redactado este mismo lunes. “Luceño, en connivencia total con el señor Medina, ocultó con engaño y ánimo de lucro al Ayuntamiento que el precio de las mascarillas se había elevado en un 60%”, dice por ejemplo el escrito del magistrado. Allí donde los dos comisionistas han explicado que es “normal” en el mercado internacional no comunicar al comprador las comisiones del vendedor, el juez afirma que “esos contratos constituyen un negocio jurídico criminalizado o estafa agravada”.
Una “operación limpia”
Tanto Medina como Luceño han defendido con dificultades la legalidad de su gestión millonaria, con unos argumentos que no han convencido al juez instructor tal y como se desprende del auto que ha dictado unas horas después de escucharles. “¿Usted considera que no ha cometido ningún delito, que ha hecho una operación limpia con el Ayuntamiento de Madrid?”, ha preguntado el juez, a lo que Luceño ha contestado afirmativamente: “Yo creo que no he hecho ningún delito”.
Algo similar a lo expresado por Luis Medina Abascal. “No consideraba que era nada irregular”, ha dicho. Durante su comparecencia en la Fiscalía Anticorrupción hace un año, el fiscal Luis Rodríguez Sol le advirtió expresamente de la posibilidad de incurrir en un nuevo delito si se deshacía de estos bienes y no podía hacer frente a la fianza. “No me advirtió, y si ve su señoría el video lo podrá ver”, ha dicho sin embargo este lunes el hijo del duque de Feria.
El misterioso San Chin Choon
El juez también se ha mostrado muy interesado en la figura de San Chin Choon, el directivo de la empresa malaya Leno que trajo el material hasta Madrid y que, por ahora, se ha negado a testificar en este caso. Alberto Luceño ha afirmado en un primer momento de su declaración que había contactado con él y que sí iba a declarar. Después, incluso, ha dicho que ya ha declarado, ante lo que el juez ha mostrado su sorpresa. Luceño también ha cargado en San Chin Choon la decisión de cuantificar las comisiones que iba a cobrar cada uno.
Estas explicaciones, por lo que se desprende del auto de medidas cautelares, han contribuido a aumentar la percepción del riesgo de fuga del magistrado instructor. En su auto, Adolfo Carretero explica que no tiene noticias fiables del empresario malayo y que les retira el pasaporte ante la posibilidad de que abandonen España para “manipular pruebas con el pagador malayo de las comisiones, cuya colaboración con la Justicia española hasta el momento es nula”.
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