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Al rescate de doblajes míticos: cuando El Príncipe de Bel-Air gritó 'Viva el Betis'

El Príncipe de Villamarín

Felipe G. Gil

El doblaje lleva un tiempo viviendo horas bajas en España. La cultura de la 'Versión Original Subtitulada', Netflix, HBO y los torrents, así como la naturalización del consumo de vídeos en inglés, están relegando poco a poco al viejo arte de doblar películas. Pero nuestro país ha sido cuna de grandes profesionales del doblaje. De hecho, algunas de estas personas se tomaron licencias narrativas de lo más curiosas, que de vez en cuando alguien recupera en Internet.

Años 90. En España empiezan a irrumpir con fuerza series provenientes del mercado americano. Mientras MgGyver lo arregla todo a base de chicle masticado, Will Smith se muda de Philadelphia al famoso barrio pijo de Bel-Air, en Los Ángeles.

Al final de un capítulo y en uno de esos momentos que parecen una toma falsa, el Tío Phil olvida parte de su texto. Mientras salen los títulos de crédito y los logos que cierran la emisión del capítulo se puede escuchar como Iván Muelas, actor que dobla a Will Smith habitualmente, exclama: “¡Viva el Betis, que está en primera!”.

Recientemente otro usuario en Twitter nos recordaba una historia de doblaje mítica. En la película de terror “Brain Damage”, estrenada en España en 1988, hay una escena que cambia radicalmente cuando se compara la original con la doblada. La película va sobre un chico llamado Brian que es invadido por un parásito-asesino (de origen desconocido, pero feo y viscoso). En un momento dado Brian, que está más malo que un náufrago en un desierto y más pálido que el protagonista de Crepúsculo, se mete en unos vestuarios en busca de refugio para lidiar con su dolencia. Veamos la escena original.

Como se puede observar, el personaje del culturista que se baña tranquilamente mientras protagonista con moreno de flexo entra en escena, además de tener una voz ronca, apenas interviene en los momentos en los que está fuera de plano. En un acto que difícilmente podemos saber si fue consensuado con la compañía distribuidora, con los guionistas o tan siquiera con alguien, el actor de doblaje Jesús Nieto decidió dar un cariz ligeramente diferente al musculado personaje. Que lo disfruten.

Sin duda, uno de los casos más míticos en cuánto a Absolute Freedom o 'Viva La Pepa' en doblaje fue la película “Top Secret”. La comedia estrenada en 1984 y protagonizada por Val Kilmer es una parodia de los musicales protagonizados por Elvis Presley y las películas de espías de la época de la Segunda Guerra Mundial. Por alguna razón que desconocemos el doblaje es un disparate total lleno de cambios de texto que dan un sentido completamente distinto. Un usuario de Youtube los ha recopilado en varios vídeos donde compara el original con el doblaje.

Hay momentos de todo tipo. Desde una escena en la que Nick Rivers (Kilmer) conversa con Hillary (la co-protagonista, interpretada por Lucy Gutteridge) mientras baila con ella sobre la gestión de la libertad que hacen los jóvenes americanos. Ella le cuenta que le han dicho que éstos no la aprecian y él replica diciendo en la versión original: “No creo que estés siendo justa. Mi clase de historia pasó una semana entera en Philadelphia”. En la versión doblada, esa misma frase se convierte en: “Ni hablar. A toda mi clase nos obligaron a ir al Gran Cañón a estudiar la impotencia senil del escorpión”. Yeah.

Otro gran momento es cuando Hillary explica a Nick que hay ciertas cosas que es mejor no hablar a través de la siguiente metáfora: “A veces, te suenas con un pañuelo y después lo metes en el bolso. Luego, cuando buscas el pintalabios, lo tocas con la mano, y te llenas la mano de...”. En la versión doblada, Hillary barre para España y la actriz de doblaje dice: “Bueno, pues, imagínate que estás saboreando una riquísima paella, y de pronto cuando ya te has comido más de la mitad del plato y te estás chupando los dedos...¡Plaf! Una cucaracha espachurrada sobre el arroz...”.

En definitiva, con la excusa de hacer una adaptación al contexto cultural español y de que se trata de una comedia, el equipo de doblaje hizo las delicias del respetable con todo tipo de licencias que crearon auténticas escenas de dadaísmo a la castellana en la película.

Otro doblaje clásico es el de Sabrina, Cosas de Brujas. Emitida entre 1996 y 2003, muchos espectadores recordarán cómo durante sus emisiones en la sobremesa de Antena 3 podían escuchar al gato Salem o a la protagonista citando desde a la Pantoja hasta Cristóbal Montoro –ya ministro de Hacienda durante la segunda legislatura de José María Aznar–. Tan épico resulta que una cuenta de Twitter, @SabrinaCdBrujas, se dedica a recopilar los greatest hits de la versión en español de la serie sobre la bruja adolescente.

Estas y otras muchas anécdotas que hoy podemos rescatar gracias a la capacidad para archivar a largo plazo cualquier producto cultural que tiene Internet demuestran que el doblaje, al margen de estar actualmente denostado, ha sido una profesión que ha ayudado a generaciones enteras a alfabetizarse e incorporarse al consumo cinematográfico y de ficción audiovisual.

En el documental “Voces en imágenes” (del cual hay un resumen de 20 minutos en Youtube) además de poder poner cara a muchas de las memorables voces que han acompañado a míticos personajes de ficción, hay muchas reflexiones valiosas sobre esta profesión. Y una de ellas, protagonizada por Joaquín Díaz, doblador de Jack Lemmon entre otros, encaja muy bien con algunas de estas historias: “Desde luego que un mal doblaje se puede cargar una buena película. Pero un buen doblaje también puede hacer aceptable una mala película”.

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