Hoy voy a hablar de una serie muy conocida: Breaking bad. Ya pasó la fiebre de Walter White y de su pupilo Jesse Pickman. Es una serie brutal en todos los sentidos, desde los arcos de transformación de los personajes a los puntos de giro en las historias, los conflictos de los personajes, lo alejado del maniqueísmo que propone… Pero sobre todo me gustaría hablar de un par de personajes. Sí, voy a hacer un poco de destripe (desde aquí reivindico la palabra en castellano en vez de spoiler). Hay dos personajes que me llamaron la atención particularmente: El primero de ellos es Walter Jr. Interpretado por RJ Mitte, un actor con parálisis cerebral. También me parece interesante el personaje de Héctor “Tío” Salamanca, que retrata a un abuelo en una silla de ruedas. En un primer momento podría parece que este personaje es débil, pero poco a poco se irá viendo que no, que es un personaje fuerte, más de lo que parece.
Walter Jr. es el hijo del protagonista, es el hijo mayor de la familia, una típica familia WASP (Familia blanca, anglosajona y protestante). Cuando vi la serie en su momento me llamó mucho la atención el tratamiento que hacían del personaje. Era tratado sin ninguna distinción especial. De hecho en un primer momento no parecía tener ninguna discapacidad. Y es una de las cosas que echo en falta en el cine/tv actuales.
El tratamiento que el audiovisual en general hace de las personas con discapacidad está bastante alejado del día a día. Por un lado se nos suele poner como héroes, protagonistas, como superadores de la desgracia que nos deparó el destino… O por otro lado como pobrecitos incomprendidos cuya característica principal es esa, ser discapacitado.
Son pocos los casos en los que los protagonistas con discapacidad no hablan de su discapacidad ni reflexionan sobre ello. La discapacidad no es el centro de su vida. Y este es el caso de Walter Jr. Fue un personaje que me llamó mucho la atención puesto que en ningún momento se hace referencia a eso durante la serie, o al menos no recuerdo que se hiciera de manera explícita.
Además se aleja bastante del prototipo de persona con discapacidad, es un tipo bastante normal, con sus cosas de adolescente, no vemos su mundo interior ni la profundidad de sus pensamientos, es un chico como otro cualquiera, por fin.
Por otro lado Héctor Salamanca, es un personaje con una discapacidad sobrevenida, un ictus, que le hizo permanecer en una silla de ruedas para el resto de su vida. Lejos de ser el abuelito tierno y cariñoso que nos suelen presentar por lo general, este es un personaje desagradable, desafiante y peligroso, puesto que trabajaba para un cártel de narcotraficantes, y aún sigue teniendo decisión y ascendencia sobre su sobrino, Tuco, y sobre el resto de secuaces que tratan con él. Lo hace, eso sí, a través de un timbre, puesto que no puede hablar y apenas puede moverse.
Estos dos personajes me parecen muy ricos para ofrecer una imagen fuera del estereotipo, mostrar un amplio espectro de posibilidad, romper la imagen positiva de héroe o negativa de víctima, Son personajes que se mueven en los grises y eso me gusta.