Colectivos ciudadanos alertan de que los nuevos desarrollos urbanísticos de Sevilla arrasarán sus últimos suelos fértiles
La Red EcoMetrópolis, compuesta por más de una treintena de colectivos del área metropolitana de Sevilla, ha recorrido este fin de semana el nuevo cauce del Tamarguillo para reclamar “la renaturalización e integración de este arroyo en el entorno urbano”. La marcha, que ha congregado a profesionales de la biología, la geografía o la arquitectura, acusa la dificultad para acceder a pie o en bicicleta desde la capital a la zona norte, denunciando asimismo el diseño de proyectos urbanísticos que pretenden acabar con los suelos más fértiles y las últimas huertas de la ciudad, desde Higuerón Norte a San Nicolás Oeste.
Con el objetivo de visibilizar la importancia ecológica y social del Tamarguillo y reivindicar la protección de los suelos agrícolas y naturales de Sevilla, la comitiva partía en un recorrido paralelo a la Ronda Supernorte (SE-20), desde las Lagunas de El Sapo y la cabecera del arroyo, en el este de la ciudad, hasta la Isla de Tercia, en la desembocadura del Tamarguillo en el Guadalquivir al norte, tal como señala en un comunicado.
Esta iniciativa abre un “ciclo de marchas” destinadas a recorrer a pie e interpretar los espacios que conforman el futuro Anillo Verde y Azul en torno a la ciudad. Precisamente, el Ayuntamiento de Sevilla acaba de licitar el plan estratégico del citado anillo y el corredor urbano del Guadalquivir por un importe que ronda los 150.000 euros y un plazo de ejecución estimado de once meses, según consta en el pliego de condiciones consultado por Europa Press.
El objeto del citado contrato es la prestación del servicio de asistencia técnica a la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente (GUMA) para trabajos tales como el análisis y revisión del documento base para la creación del anillo verde y “la fijación de criterios comunes para la identificación, conservación y restauración de la infraestructura verde y azul en todo el municipio”.
Ese nuevo plan también debe dar respuesta a las nuevas demandas sociales. Todo ello se completará con acciones tendentes a promover la comunicación, educación y participación de los ciudadanos. Además, una vez definido el trazado y la zonificación del Anillo Verde y Azul, el adjudicatario redactará y elaborará la documentación que debe acompañar a la solicitud exigida en la legislación para llevar a cabo la tramitación ambiental del Avance del Proyecto de Trazado.
Un trazado de 42 kilómetros
En el Documento base para la creación del Anillo Verde de Sevilla, elaborado en 2020, “se esbozaba” la creación de un anillo verde que serviría como corredor ecológico y uniría diversos espacios verdes y parques existentes, además de facilitar la conexión con el medio natural y otros municipios del área metropolitana.
En ese documento ya se presentaba geográficamente el trazado de 42 kilómetros, dividido en cuatro tramos: entre el estadio de la Cartuja y la esclusa de Tablada; entre la esclusa y el Parque Guadaíra; desde este parque al del Tamarguillo, y desde este punto hasta la Isla de Tercia, lugar en el que terminaba la marcha ecologista.
“El objetivo de la jornada era visibilizar cómo el crecimiento urbano ha ido dando la espalda a actividades esenciales para la vida en la ciudad, sean relacionadas con la salud ambiental o la alimentación”, expresa Jesús Díaz, portavoz de la plataforma.
Acabar con los suelos más fértiles
“Llama la atención que, a pesar de ser un territorio eminentemente agrícola que nutre de productos hortícolas al área metropolitana y el entorno rural desde época romana, exista una cantidad tan grande de proyectos urbanísticos que pretenden acabar con los suelos más fértiles y las últimas huertas de la ciudad, desde Higuerón Norte a San Nicolás Oeste”, añade.
En opinión de esta red ecologista, el complejo de laguna , en la zona conocida como El Sapo, en Sevilla Este, “está amenazado por los desarrollos urbanísticos previstos en los suelos de Santa Bárbara, donde se proyecta la construcción de 25.000 viviendas, en una zona inundable y sobre un humedal de notable valor ambiental donde actualmente se cultiva en regadío”.
A ello se suma la posible afección del trazado del AVE Sevilla-Huelva sobre la Isla de Tercia, donde actualmente colectivos locales desarrollan proyectos de reforestación y agricultura ecológica, remarca la plataforma. En opinión de Díaz, “por una parte se saca del cajón planes urbanísticos de hace más de 20 años en Santa Bárbara, y, por otra, presentan las autorizaciones ambientales, que la ley exige, como escollos para esos futuros desarrollos”.
Entre las entidades que integran esta red EcoMetróPolis se halla SAVE! (Salvemos el Anillo Verde del Este), Ecologistas en Acción, Espacio Verde Cortijo del Cuarto, Red de Sevilla por el Clima, Mesa Ciudadana por Tablada, y las asociaciones vecinales La Revuelta (Casco Antiguo) y la Coordinadora Ciudadana de Parque Alcosa.
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