Juan Antonio Jurado, el hombre que abrazaba con la voz
Cuando se accede a la planta de Canal Sur Radio donde se encuentran los estudios en la Isla de la Cartuja contrasta el relativo recogimiento que hay en el estudio principal con el hilo musical que sale de los más pequeños, los que están a la izquierda del pasillo. En uno de esos estudios se fabricaban programas como ‘El país de los sueños’, uno de los más longevos de la cadena, conducido por la voz de un jienense llamado Juan Antonio Jurado.
Cuando se accedía a la planta de los estudios, de los altavoces que manejaba Jurado salían acordes musicales de Dire Straits, Bobbi Brown o Aretha Franklin, y si te parabas a saludarle, no tenía inconveniente de explicarte, con esa voz que parecía salida de una tela de seda del mejor mercader persa, los secretos de la mejor música de los últimos 100 años.
La Covid apagó anoche esa voz. Hacía dos semanas que el coronavirus le había obligado a ingresar en el hospital Virgen Macarena de Sevilla, y anoche su corazón dejó de latir con solo 56 años.
Locutor desde la cuna
Juan Antonio era locutor, esa especie radiofónica que nació con la llegada de la radio a España en los albores de la década de los 30, y que se dedicaba a transmitir con su voz todo lo que se le pasaba por la cabeza, con una dicción solo al alcance de algunos elegidos.
Nació en Jaén el 24 de junio de 1965, y no había cumplido los 20 años cuando su voz comenzó a ser habitual en la publicidad radiofónica de su ciudad natal. Todavía no había terminado de conseguir los graves que sus cuerdas vocales transmitían cuando los clientes se lo rifaban para que fuera portador de sus productos.
Por aquel entonces, se hizo un habitual de la extinta Radiocadena Española, y en 1988 fue de los primeros en adentrarse en el incipiente proyecto de hacer una radio autonómica en Andalucía. Sin saberlo, el día que entró por primera vez en un estudio de Canal Sur había llegado para quedarse. Era la Andalucía de los grandes carteles con el slogan ‘La nuestra’, el mensaje con el que la RTVA quería implicar a los andaluces con empatía para acoger a su nuevo medio de comunicación como propio.
Con su presencia en la radio pública cada vez más afianzada, su voz se escuchó también Radio Expo en 1992, la emisora que funcionó hasta el 12 de octubre de 1992 que contaba la actualidad de la Muestra Universal de Sevilla, y estuvo viva durante dos años y medio en el dial de la FM (88.3 MHz), gestionada por Radio Nacional de España.
Una leyenda llamada ‘El país de los sueños’
Pero ya entonces, un programa se había colado en la parrilla de Canal Sur Radio, con un nombre más que sugerente: ‘El País de Los Sueños’. Cuando Juan Antonio arrancó la primera de sus emisiones, no sabía que estaba haciendo historia, recogiendo cada madrugada los estilos más elegantes y solventes de la música internacional, desde el smooth Jazz hasta el acid Jazz, así como las nuevas tendencias, el mestizaje, el jazz clásico y la música brasileña, pasando por el funk, el soul, el rhythm and Blues y cualquier estilo o sonido elegante.
Miles de personas le seguían tanto en la emisión en directo como en los podcast que se pueden escuchar en la web oficial de la cadena. A día de hoy, sigue siendo el gran referente de la radio nocturna.
Además, fue la voz en off de los primeros informativos de Canal Sur Televisión, que presentaba Paco Lobatón, y de varios apartados del espacio infantil ‘La Banda del Sur’ y ’60 Minutos’, en la desaparecida Canal Sur 2 TV.
Alternaba toda su labor con la producción de programas como ‘La Gran Jugada’, el programa de deportes del fin de semana, y conducía 'A la carta’ o ‘En ruta’, el programa veraniego que acompañaba a la gente al volante a su regreso a casa los domingos por la tarde con música, información general y del tráfico.
Su fallecimiento se conoció pasadas las 23.00 horas de este viernes. Las redes se hayan llenado de mensajes de cariño hacia él y sus dos hijos. Todo aquel que le conocía siente que la FM ha despertado huérfana de una de las voces más familiares de la radio pública. Los miles de podcast que grabó en sus más de 30 años de carrera son el consuelo auditivo para llorar su muerte.
Descanse en paz en el país donde a los sueños se les pone música, donde Valentín García y él se han juntado para que allí arriba sepan cómo se hace radio de verdad, de la que ya no queda.
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