De las muertes por Covid-19 al “abandono severo”: denuncias en el juzgado por el trato a los mayores de una residencia de Sevilla

Entrada principal el centro residencial de DomusVi en Alcalá

Javier Ramajo

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Ha puesto ya dos hojas de reclamaciones, ha denunciado en los juzgados, ha escrito al Defensor del Pueblo Andaluz... Ya no sabe qué hacer para tratar de hacer ver que, a su juicio, su madre de 85 años y demás compañeros del centro no están recibiendo un trato adecuado en la residencia de mayores de Domusvi en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Con 178 plazas privadas residenciales, el coronavirus se cebó el pasado otoño con este centro, con una quincena de fallecidos por Covid-19 y numerosos positivos entre usuarios y trabajadores. Ahora la preocupación de R.M. es otra, y la hace extensible a todos los residentes, que “se encuentran en régimen de desatención y abandono severo”, resume. Una extrabajadora del propio centro corrobora su visión, y así se lo ha comunicado también al juzgado, mientras que la empresa propietaria niega las acusaciones y traslada “su voluntad de mejorar gracias a las aportaciones de residentes, usuarios y sus familias y seguirá tomando en consideración todas las sugerencias cuya voluntad sea la de cooperación y mejora colectiva”.

“Están pasando hambre, pagando 1.500 euros”, con “comida muy escasa y mal elaborada”, argumenta esta mujer en sus escritos, en los que pide la dimisión de la directora del centro “siendo conocedora de la precariedad en la atención de los ancianos”. Su madre, que lleva desde enero en la residencia y que tiene reconocida situación de dependencia en grado 1, firmó un escrito el pasado mes de enero para “revisión de grado y nivel por empeoramiento”. La Secretaría General Provincial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Sevilla, desde finales de mayo estudia su reclamación, según le comunicó el Servicio de Consumo de la Junta.

En su denuncia ante el juzgado en funciones de guardia de Alcalá, fechada este 25 de junio, esta mujer explica que su madre sufre “una anemia aguda por falta de alimentos” que “deben ser nutridos e hidratados, como diagnostica y confirma su médico del centro, al igual que la psicóloga, asistente social y otros trabajadores”. Efectivamente, según un informe médico del propio centro, “la residente refiere que no está comiendo”, y recomienda la ingesta de “fruta, verdura, carne roja” y un complejo vitamínico. Según explica a este medio, al menos tres familias más tienen la misma sensación de desatención de estos mayores.

“¡Cuánta inhumanidad!”, lamenta una extrabajadora

Una semana más tarde de la denuncia de R.M., una extrabajadora de la residencia acudió también al juzgado para mostrar su “descontento” con el centro por la “falta de atención” del personal, el cuidado, la higiene, la alimentación (“poniendo alimentos precongelados que llegan a la mesa fríos y tiesos”). Denuncia “falta de atención y vigilancia a los residentes, ya que muchos de ellos requieren de muchos cuidados especiales al tener la movilidad reducida, de tal forma que están durante horas encamados o sentados sin cambios posturales que les provocan úlceras”, dice el escrito al juzgado. Fuentes judiciales no han podido detallar si se ha tomado alguna decisión al respecto de ambas denuncias.

Este periódico ha contactado telefónicamente con dicha extrabajadora, que se muestra indignada con el trato hacia las personas mayores durante las pocas semanas que trabajó allí, cuando pudo presenciar varios episodios de personas que vomitaban o se orinaban, que pedían ayuda “a gritos” y “no se les atendía”. Ahora, espera que se tomen medidas contra la dirección de la residencia porque “no se puede tratar así a las personas, ¡cuánta inhumanidad!”. Ella se fue con “impotencia” de no poder hacer demasiado por ellos y no se le olvida “las miradas” de “angustia” de algunos ancianos que “solo querían que alguien les hablara” y que, entre ellos mismos, conversaban sobre la “injusticia” del trato recibido. La exempleada también comenta que había “poco personal” para la atención de los residentes y alude al “miedo” entre los trabajadores para no importunar a la directora.

La residencia de mayores Alcalá de Guadaíra, según la web de Domusvi, “ofrece espacios abiertos, con jardín (741 m2) y patio pensados para garantizar una estancia agradable a nuestros mayores” y “cuenta con distintas unidades independientes de convivencia para que los residentes puedan vivir según sus necesidades”. “De esta forma, se garantiza un cuidado personalizado de los mayores. Gracias a esta distribución de la residencia para mayores, se reduce el tiempo de respuesta por parte de nuestros profesionales a las necesidades especiales de cada residente”. Según la extrabajadora, “hasta mi madre quería ir allí, porque parece un hotel de lujo desde fuera”, pero “es indignante cómo tratan a las personas allí dentro”.

Domusvi: “todos los menús están supervisados”

Domusvi, a quien se ha dirigido este medio para que ofrezca su versión de la situación denunciada, reconoce que el pasado 24 de junio, un familiar de un residente de la residencia “trasladó su desacuerdo en relación con la asistencia recibida por parte del personal del centro”. “Ante esta situación, la dirección de DomusVi Alcalá de Guadaíra tomó en consideración los diferentes aspectos mencionados por parte de la familia del residente, que fueron especificados en una hoja de reclamaciones que el centro proporcionó a la familia implicada”, añaden.

Tras la “valoración exhaustiva de las consideraciones hechas por la familia, y con la voluntad de mejorar y ofrecer siempre un servicio de máxima excelencia”, la dirección del centro comunica que “todos los menús de los centros DomusVi están supervisados por el Departamento de Nutrición y de Calidad, a fin de garantizar la calidad y la adecuación a las necesidades nutricionales de las personas mayores”. En ese sentido, “DomusVi tiene en consideración la opinión de los residentes y usuarios a fin de responder a sus gustos y preferencias, así como las preferencias alimenticias de cada zona regional, para la elaboración de los menús diarios”.

Según la empresa, a quien le “complace saber que la familia que trasladó sus sugerencias a la dirección del centro sigue confiando en DomusVi el cuidado de su familiar”, DomusVi “cuenta con el personal sanitario y de enfermería suficiente en todos sus centros, con el objetivo de responder a las necesidades médicas y asistenciales de sus residentes en todo momento y siempre basándose en las ratios establecidas por la normativa actual”. Su centro de Alcalá “cuenta con un amplio programa de actividades terapéuticas y de ocio ajustadas a los grupos burbuja y niveles de dependencia de los usuarios”. Asimismo, “se están retomando actividades lúdicas extraordinarias, dada la mejoría registrada en las residencias gracias al proceso de vacunación”. En relación al tema de la denuncia, el departamento jurídico de la compañía indica que “no le consta haber recibido ninguna denuncia en dicho centro ni les consta que exista ningún procedimiento judicial abierto”.

Para Rubén Ballesteros, concejal de Adelante Alcalá, esa residencia fue “un foco importante” del coronavirus y, tras tener conocimiento de la situación de este tipo de centros, su grupo trasladó su apuesta por “un nuevo modelo” y también denunció la “falta de protección” en las residencias “por lo que se iba descubriendo a raíz de la Covid”. “Para la mayoría de mayores, la residencia es su casa”, comenta, lamentando enormemente que se den situaciones como la que ha denunciado R.M. El concejal anuncia que se prevé un encuentro acerca de este asunto con el diputado de Unidas Podemos por la provincia de Sevilla en el Parlamento de Andalucía, Ismael Sánchez, quien ya ha registrado una pregunta parlamentaria a ese respecto.

Sánchez indica a este medio que “se está instando a la Junta de Andalucía a que, con base a sus competencias en materia de inspección, desarrolle mecanismos de control para que se depuren responsabilidades si las hubiera”, tanto en este centro como en otros detectados “por ratios bajas de persona, desatención o falta de alimentos como en este caso”, y que “realmente se pongan en marcha” labores de inspección. “Una llamada a la residencia como suelen hacer no sirve para nada. En la mayor parte de las residencias hay plazas concertadas y la Junta debe vigilar. Muchas vees solo tenemos la presión de las familias o las trabajadoras, que nos trasladan cosas muy graves a las que la Junta debe atender realmente para ver qué pasa y poner en marcha los mecanismos oportunos”, comenta el parlamentario.

Por su parte, la concejal de Servicios Sociales y Salud Pública del Ayuntamiento, Virginia Gil, recibió el pasado 12 de junio a los directores de los centros de mayores de la localidad sevillana, entre ellos la de Domusvi. En Alcalá de Guadaíra funcionan once centros de mayores, con residentes tanto de la ciudad como de otros municipios próximos. Se da la circunstancia que la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, visitó el pasado 7 de enero el centro DomusVi de Alcalá de Guadaíra porque allí se encontraban precisamente alojadas las personas mayores afectadas por un incendio en la residencia de Sevilla de la misma empresa. En el fuego falleció una mujer y numerosos mayores tuvieron que ser hospitalizados.

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