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Una activista, multada con 600 euros por “arengar” a ocupar una acera durante una manifestación contra 'la manada'

En primer plano, Nina Infante.

Ana Requena Aguilar

El 22 de junio de 2018, a primera hora de la mañana, la Audiencia de Navarra comunicaba la puesta en libertad bajo fianza de los cinco hombres integrantes de 'la manada', condenados a nueve años de cárcel por abuso sexual a una mujer. Ese mismo día, por la tarde, miles de personas salían a manifestarse a las calles de diferentes ciudades españolas para protestar por la decisión del tribunal. Una de ellas fue Nina Infante, una veterana activista feminista y presidenta del Fórum de Política Feminista durante ocho años, que portó, junto a otras compañeras, una pancarta en la concentración que tuvo lugar en Valladolid. Con la Ley Mordaza en la mano, Infante ha sido multada con 600 euros por “arengar” a ocupar una acera tras “lanzar” una patada a un policía.

Según el expediente enviado a Infante, la policía había preparado un despliegue en los alrededores de los juzgados de Valladolid, frente a los que estaba convocada la manifestación. El despliegue, aseguran, se hace para “evitar pintadas en su fachada y permitir el paso a las personas que no participan en la manifestación”. “Los policías actuantes comunican de forma clara y reiterada a los participantes que no ocupen dicha acera, haciendo éstos caso omiso de dichas indicaciones. En un momento dado, la denunciante lanza una patada sobre un agente de policía, arengando al resto de manifestantes a ocupar la acera, motivo por el cual los agentes, al acabar el acto, identifican a la denunciada para levantar la correspondiente acta de denuncia”, dice la sanción.

Nina Infante, de 71 años, niega los hechos y asegura que la identificación se produjo mucho después. “Lo de enfrentarme a un agente, solo hay que verme. Sí intentamos subir a la acera pero para que la pancarta fuera más visible y hubo tensión con la policía, que nos empujaban todo el rato, pero de ahí a arengar a las masas...”, cuenta. Infante presentó un escrito de alegaciones pero no ha obtenido respuesta.

“No es cierto ninguno de los hechos que se me imputan: ni lancé una patada sobre ningún agente de policía ni arengué al resto de los manifestantes a ocupar la acera. El primero de esos hechos es absurdo, habida cuenta de mis condiciones físicas, además de imposible porque lo impedía la pancarta que junto con otras personas sujetaba con las manos y que llegaba hasta el suelo. El segundo, simplemente no es cierto. Es verdad que yo era una de las personas que portaba la pancarta, pero no tuve ninguna intervención destacada ni relevante en la manifestación y no pronuncié ninguna arenga”, subraya en el escrito de alegaciones. 

La Delegación del Gobierno de Castilla y León le comunicó en su escrito a Infante que los hechos que se le imputan son objeto de infracción administrativa grave, según el artículo 36.6 de la Ley de Seguridad Ciudadana. Ese artículo habla de “desobediencia o resistencia a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones, cuando no sean constitutivas de delito”, así como la resistencia a identificarse cuando los agentes lo requieren o la aportación de datos falsos o inexactos durante las identificaciones.

Los agentes identificaron a la activista al acabar el acto. Según Infante, esa identificación se produzco un rato después, cuando ella ya se dirigía a un bar cercano a reunirse con conocidas. Ha acompañado sus alegaciones de un vídeo de los momentos en los que se habrían producido los hechos y del nombre de varias personas que estaban a su lado en la manifestación y que se ofrecieron como testigos. De momento, no ha obtenido respuesta a su escrito.

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