‘Bróders’, el proyecto contra la radicalización de los jóvenes, pide ir más allá: “Necesitamos una estrategia estatal”
“El foro ha tenido un gran éxito y las dudas o inquietudes que tienen los chavales nos han sorprendido”: Siete meses después de su puesta en marcha, los creadores del proyecto Bróders revelan —mediante una reunión online abierta— algunas de las primeras conclusiones que están sacando en base a lo observado en su plataforma de escucha y acompañamiento a varones jóvenes.
“Estoy muy gordo”; “¿no estáis hartos de que os juzguen por pensar diferente?”; “Nunca he estado con una chica. Soy virgen y no puedo parar de pensarlo. Parece que le doy asco a las mujeres”; “Cuando me enfado me pongo a gritar mucho y no puedo evitar dar golpes o tirar cosas. No entiendo por qué”; “No sé si declararme a la chica que me gusta”. Es el tipo de consultas que los chicos adolescentes están realizando en el foro.
El 30% de las intervenciones realizadas hasta el momento tienen que ver con las relaciones interpersonales (especialmente con las chicas), el 20% con dudas respecto a la sexualidad, en torno a un 14% están relacionadas con la salud mental, un 13% con la política y 1 de cada 10 con el cuerpo, según los coordinadores del proyecto —impulsado por la Fundación Iniciativa Social y la organización Laintersección—.
Presión estética, pornografía, amistades
Entre las cosas que no se veían venir está lo preocupados que se encuentran los ‘chavales’ con su cuerpo. “No es solo que no estemos reduciendo las presiones estéticas sobre las mujeres, sino que se están extendiendo a los hombres jóvenes”. Lo atribuyen al “contexto neoliberal contemporáneo” y a los mensajes difundidos por redes de algunos influencers populares.
Echar un vistazo al foro puede dar una perspectiva más heterogénea sobre cómo piensan los chicos, cuales son sus intereses
También han observado dudas relacionadas con la pornografía, las adicciones, el sentimiento de soledad, las dificultades para forjar amistades o para pedir ayuda a sus padres, o los sentimientos depresivos, entre otras cuestiones. “Echar un vistazo al foro puede dar una perspectiva más heterogénea sobre cómo piensan los chicos, cuáles son sus intereses”, expresaba Jesús Moreno, psicólogo y uno de los coordinadores.
Más allá del foro común, existen chats individualizados con voluntarios. “Creo un montón en el potencial de este espacio. Se nota que el simple hecho de tener a una persona que les está escuchando, validando sus emociones, es terapéutico para ellos. Hay veces que se nota que ya tienen la respuesta a su propia duda, pero lo que necesitan es que una persona les confronte, les valide, o les escuche”, aseguraba en la reunión una de las personas voluntarias implicadas.
Infrafinanciación y ausencia de agenda pública
El principal reto ahora, explicaban a elDiario.es, es el de trascender el ámbito digital: intentar llegar a ellos mediante espacios físicos como institutos, centros deportivos, centros culturales, o campamentos de verano. Ya están concretando charlas y talleres puntuales en centros educativos. No obstante, apuntan, tienen más “ideas que posibilidades”.
La sociedad está intentando apagar fuegos de manera inmediata con estrategias a corto plazo que, como mucho, tienen la trayectoria de un curso escolar
No quieren ser el único muro de contención a este problema: “Falta una agenda pública integral a largo plazo. La sociedad está intentando apagar fuegos de manera inmediata con estrategias a corto plazo que, como mucho, tienen la trayectoria de un curso escolar”, criticaba Lionel Delgado, filósofo, Doctor en Sociología, y otro de los coordinadores.
“Necesitamos que haya a nivel estatal una estrategia amplia y a largo plazo con el tema de la juventud y de las masculinidades, y que Bróders sea un actor más. No se puede esperar que seamos solo nosotros los que resolvamos esto solos. No es realista”, denuncian.
Y advierten de que las financiaciones puntuales tampoco son suficientes. Necesitan de algo más estable que les permita planificar y dar continuidad real a su trabajo con jóvenes, y recuerdan que diferentes entidades pueden apoyar el proyecto desde las donaciones o con fórmulas como el patrocinio.
Han anunciado, además, que de cara a los próximos meses sacarán unos cursos de formación —orientada a profesionales que trabajan con juventud— en los que se abordarán las nuevas metodologías que están desarrollando para acercarse y comprender a “los chavales”.
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