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“Lo que demuestra el estudio es que la educación ha ido a mejor y no al contrario, como nos han vendido”

Natalia Chientaroli

José Saturnino Martínez, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, analiza los datos del informe PIAAC con una mirada positiva: “Con los datos en la mano, ya podemos desmentir el discurso de que el nivel educativo de los españoles ha ido a peor”, asegura. La población de entre 55 y 65 años obtiene 226 puntos, mientras que los de 16 a 34 alcanzan los 263. Son 37 puntos de diferencia, el salto cualitativo más alto de toda la OCDE.

¿Es más relevante el mal lugar en el que deja a España el informe o esa evolución que apuntan los resultados?

Creo que todos tenemos que ser conscientes de que el estudio abarca varias generaciones, y en este sentido describe una evolución muy importante desde la Ley General de Educación. Es un gran salto cualitativo porque se escolariza a todos los niños. No hay que olvidar que, por ejemplo, en Canarias en los primeros años ochenta aún había población infantil sin escolarizar.

El análisis del Ministerio de Educación identifica a las leyes educativas de los Gobiernos socialistas (LOGSE y LOE) como responsables de un freno en esta evolución.

Ante todo debemos acabar con la idea de que la educación en nuestro país ha ido a peor, porque los datos muestran precisamente lo contrario. La mejora es sustancial, y es verdad que en los últimos años la progresión no es tan rápida pero seguimos mejorando. No creo que la LOGSE haya echado a perder el sistema educativo. Lo que ocurre es que introdujo un elemento importante: extendió la educación obligatoria dos años. Esto ha contribuido en parte a aumentar el abandono escolar, sobre todo en un contexto en el que era fácil conseguir trabajo sin estudios.

¿Un sistema productivo concentrado en sectores con escaso valor añadido, como el turismo o la construcción, influye en los resultados?

La relación entre competencias y condiciones de trabajo es estrecha pero las causalidades son complicadas de establecer. El estudio demuestra que las personas en los grupos con peores resultados también manifiestan tener peores trabajos, menos estabilidad laboral y peores sueldos. En cualquier caso, está claro que si tienes unos conocimientos y no los utilizas los acabas perdiendo.

Aun así, los españoles en el nivel más bajo se encuentran por debajo de los de los otros países.

Es verdad, pero se trata sobre todo de personas de más edad. Esto reafirma la teoría de que la situación ha ido a mejor. Entre los jóvenes prácticamente no hay diferencias de rendimiento entre hombres y mujeres, algo que sí se ve en los adultos mayores. Esto tiene que ver con la creciente inserción femenina en el mundo educativo y, sobre todo, laboral. Porque si tienes una carrera pero te dedicas a tareas domésticas esa falta de 'ejercicio' se nota. Lo de las mujeres mayoritariamente amas de casa no es un pasado tan lejano en España.

¿Se puede cambiar esta realidad?

Las competencias de la población adulta son muy difíciles de cambiar. Es mejor concentrarse en los futuros adultos.

¿Para ello debemos tomar como ejemplo a los países con mejores resultados en el estudio?

Hablamos de países distintos, con realidades distintas y sistemas educativos distintos. Podemos ponernos objetivos parecidos a los que han llevado al éxito a países como Corea, en el que claramente el sistema productivo y las familias han apostado por la formación. Pero no podemos si cerramos centros de investigación y abrimos centros de entretenimiento, porque el mensaje que damos es que la educación no tiene que ver con el éxito. Sobre todo, tenemos que tener claro qué tipo de país queremos ser y trabajar en ello.

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