20.000 niños se quedan fuera de las escuelas infantiles públicas de Madrid por la subida de tarifas
Más de 20.000 niños y niñas han sido expulsados de la red pública de escuelas infantiles en Madrid desde 2011, cuando la Consejería de Educación encareció las tasas que debían abonar las familias. A partir de entonces, la lista de espera para esta etapa educativa –no obligatoria– comenzó a descender por la caída en la demanda de plazas hasta esfumarse.
Tras el tarifazo aplicado por la Comunidad de Madrid en 2013, que encareció las mensualidades entre un 21% y un 56% (según los tramos de renta) respecto a 2012, no sólo se disolvió la lista sino que unas “4.500 plazas han quedado sin ocupar” este año, según el recuento de la Junta de Portavoces de Educación Infantil Pública. “Esos niños están ahora en casa porque sus padres y madres no pueden afrontar los pagos”, analiza la responsable de Enseñanza de CCOO, Isabel Gavín, miembro de la Mesa de Agentes Sociales.
La subida, unida a los ajustes más moderados que se aplicaron hasta 2012, supuso que las familias más pobres, por debajo de 5.600 euros al año, pasaran de pagar 45 euros en 2009 a 80 este curso. El siguiente tramo, que está por debajo de los 7.600 euros, subió de 92 a 130 euros al mes. Además, los niños menores de un año tienen desde entonces un recargo lineal de 60 euros.
Esas 4.500 plazas sin ocupar suponen en torno al 10%-12% del total con el que cuenta la red en la región. Además, la combinación de la subida de precios con la reducción de peticiones para matricularse se ha transformado en una pérdida de tejido educativo que Gavín cifra en “200 aulas menos en los últimos tres años”.
Un cambio de modelo
El sector de la educación infantil de 0-3 años ha experimentado una transformación profunda en los últimos cinco años. Al tratarse de una fase no obligatoria, el Gobierno del Partido Popular ha cambiado la fisonomía de toda la red sostenida con fondos públicos. Por un lado ha abierto el campo a grandes grupos empresariales de servicios para regentar las escuelas de gestión indirecta. Por otro lado, ha subvencionado fuertemente la matriculación en centros totalmente privados.
En la Comunidad de Madrid existe una red de unas 320 escuelas infantiles de las unas 90 están gestionadas directamente por Educación. Según la Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta (AMEIGI), “del resto, el 70% ya está en manos de grupos empresariales”, frente a las cooperativas sin ánimo de lucro que las habían dirigido hasta ahora. Tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Comunidad han ido sacando estas escuelas a concurso bajo la modalidad de subasta, en la que las ofertas más baratas ganan más puntos. La consejera de Educación, Lucía Figar, ha contestado a las críticas que “el proyecto educativo sigue siendo el 55% del concurso”. Pero a la vista están los resultados: la entrada de empresas como Clece o Eulen se ha multiplicado.
Además, el Gobierno regional ha reservado una partida de 34 millones de euros del presupuesto para abonar un cheque guardería a cualquier familia que matricule directamente a sus hijos en escuelas privadas. Sin mayores requisitos que solicitar esta ayuda antes de que la propia consejería abra el plazo de matriculación en la red pública. Es decir, prima que sea la primera opcion de los padres.
Un 30% menos de presupuesto para las guarderías
El pasado lunes, el Ayuntamiento de Madrid subastó dos escuelas infantiles para su nueva gestión. Las cooperativas que las habían dirigido y que obtuvieron las mejores notas en cuanto a proyecto educativo fueron incapaces de competir en el aspecto económico y se han quedado fuera de la adjudicación. “Las administraciones podrían estar prorrogando los contratos con estas cooperativas de economía social pero no lo están haciendo, sino que están llevando a cabo nuevos concursos que rebajan, de media, un 12% los presupuestos anteriores. A eso hay que añadirle que las empresas están ofreciendo todavía más baratos sus servicios por lo que las escuelas van a funcionar con un recorte de fondos del 30%”, analiza Blanca Alanza de AMEIGI.
¿En qué se notará? “Aumentan las ratios entre profesores y alumnos, en las condiciones laborales de los docentes y en servicios como el comedor”, dice Blanca Jiménez, de UGT.
La Consejería de Educación entiende que no se está perdiendo demanda porque existen listas de espera en algunos barrios. La cuestión es que no hay un único listado sino que se contabiliza por áreas. “Hay nuevos desarrollos urbanos con bastante población y todavía pocos recursos pero en Parla, Móstoles, Alcalá de Henares... han quedado cientos de plazas sin adjudicar para el curso que viene”, contesta Alanza.
