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El informe oficial del Gobierno le pide a Madrid más capacidad de pruebas PCR y más control en las residencias

Reunión telemática entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad, la tarde de este jueves.

Natalia Chientaroli

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El Gobierno ha enviado a la Comunidad de Madrid un documento oficial en el que detalla las razones por las que ha rechazado su petición de pasar a la fase 1. Es el primer informe sobre la situación de un territorio que se hace público, ya que hasta ahora y según confirmó el mismo Ministerio de Sanidad, la comunicación de las conclusiones del equipo de expertos que asesora a Salvador Illa se comunicaba de manera verbal.

El viernes, tras conocer la decisión de no permitir el pase de Madrid a fase 1, la presidenta Isabel Díaz Ayuso aseguraba que se había tomado “sin ningún criterio técnico”. En la rueda de prensa ofrecida este sábado iba más allá y acusaba el Gobierno de provocar “la ruina de Madrid”. Mientras pronunciaba estas palabras se hacía público el documento firmado por la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, que había sido enviado a las autoridades de la Comunidad minutos antes y que adelantó El País. 

En él se asegura que los indicadores de Madrid han mejorado mucho en las últimas semanas, pero que la afectación de la Comunidad en la epidemia y sus características llaman a la precaución. Madrid es la comunidad más densamente poblada (829,84 hab/km²) “lo cual puede favorecer una elevada tasa de contacto entre personas, con la consiguiente probabilidad de transmisión”. Además, señala –como ya lo hizo el director del CCAES, Fernando Simón, al anunciar la decisión de Sanidad, que se trata de un territorio con una “elevada conectividad”, lo que incrementa el riesgo de propagación. 

Un plan que lleva funcionando “dos días” 

Ninguno de estos aspectos resulta novedoso. Ya en la noche del viernes se produjo una batalla de argumentos por ambas partes para sostener la capacidad de Madrid de avanzar hacia la fase 1 o la necesidad de que permaneciera en una fase 0 con algunas restricciones menos. Pero no había papeles, hasta hoy. 

El texto enviado por el Ministerio de Sanidad señala algunas debilidades del plan regional para afrontar esta nueva fase de desescalada, en la que la detección temprana de nuevos casos es fundamental. Destaca el esfuerzo que se ha hecho en robustecer la Atención Primaria, pero asegura que los datos que presenta Madrid en su petición corresponden a escasos dos días de funcionamiento de su plan de detección y que, aunque son positivos, es necesario que se afiancen: “Es necesario que su sistema se consolide para mayor seguridad y que se pueda visualizar su completa capacidad de detección, diagnóstico, aislamiento y seguimiento de casos confirmados y sus contactos”.

Una de las cuestiones que destaca es que la el plan de Madrid lleva muy poco tiempo en marcha. El domingo 10 por la noche, poco después de ser rechazado su primer intento de pasar de fase, se envió el protocolo de actuación para Atención Primaria y en los días sucesivos se fueron enviando los kits para las pruebas a los centros de salud. Sin embargo, los trabajadores de esos centros no habían tenido noticias de los trabajadores de refuerzo para poner en marcha el dispositivo. El consejero Enrique Escudero ha reconocido en la rueda de prensa de este sábado que el miércoles –el mismo día en el que se presentó la solicitud al ministerio– hubo un acuerdo en la mesa sectorial para la incorporación del personal, que en principio y según informó en su día la Comunidad de Madrid, sería parte de los sanitarios contratados durante el pico de la epidemia y que amenazaron con despedir

“Al momento de realizar este análisis se aporta información sobre los dos días que lleva implementado el procedimiento, que, si bien indica esfuerzo, debe consolidarse en un ámbito territorial complejo en movilidad”, sostiene el análisis de la directora de Salud Pública.

También apunta que la información sobre el personal que se destina a la detección precoz de casos es insuficiente. “La Consejería de Sanidad hace una descripción más amplia del sistema de vigilancia, aunque no se detallan aspectos claves como los tiempos de disponibilidad de la información o cómo se integran las nuevas herramientas tecnológicas”, sostiene. 

Sanidad reconoce que el informe mejora la versión anterior, pero no lo suficiente. “El informe tampoco aporta suficiente información sobre el sistema de trazabilidad de contactos (diseño y dotación de recursos), como para garantizar su capacidad para asumir el volumen de contactos que se van a generar tras la entrada en vigor de los nuevos protocolos”, destaca el documento, que está fechado el 15 de mayo, cuando se comunicó la decisión del ministerio sobre el avance de los territorios en la desescalada.

Pruebas al límite de su capacidad

Sanidad le pide a Madrid que amplíe su capacidad de pruebas PCR, porque entiende que “en el momento actual” está “al límite de su capacidad”. Asegura que, según la información aportada por Madrid, se están realizando 9.918 PCR/día, en torno al 90% de su capacidad máxima (10.977 PCR/día), “por lo que convendría programar una ampliación de esta capacidad, ya que podría resultar insuficiente en caso de brote, especialmente bajo la estrategia de diagnóstico exhaustivo de casos sospechosos en Atención Primaria”.

El consejero Escudero ha reconocido en la rueda de prensa de este sábado que han conseguido una capacidad de pruebas PCR “cercana a las 11.000 diarias” y que están estudiando una ampliación “hasta 20.000”, aunque no aclaró si este plan de incremento de las pruebas se incluyó en el reporte enviado al ministerio. 

La situación de las residencias

El informe de Sanidad incluye como una de las debilidades de Madrid la situación de las residencias de mayores, y destaca que el 20% de esos centros –“siendo uno de los principales focos de transmisión y mortalidad”– siguen sin estar recogidos en un sistema de control y organización sanitaria.

“Sus mecanismos de activación y coordinación no quedan claramente recogidos”, asegura el texto. Y agrega que, según la información aportada, “un 20% de las residencias aún no están cubiertas por los sistemas de coordinación asistencial sanitaria desarrollados durante la epidemia”.

El dato que este viernes ha hecho público la Comunidad de Madrid es de que 7.690  personas han muerto en residencias de mayores en lo que llevamos de epidemia, 5.909 de ellas relacionadas con la COVID-19. De estos fallecidos, 1.203 fueron diagnosticados como positivos por coronavirus con una PCR.

Las camas no son un problema

“La capacidad máxima de camas es de 72,2 camas de agudos por 10.000 y de 2,8 camas de UCI por 10.000, muy por encima de los mínimos establecidos. Es destacable la capacidad demostrada por la Comunidad de Madrid para aumentar sus capacidades de asistencia hospitalaria durante la onda epidémica, acreditando su capacidad de asumir en este ámbito los incrementos en la transmisión”, señala el análisis del Ministerio de Sanidad. 

Además, reconoce uno de los argumentos de la Comunidad de Madrid para pasar de fase: que la presión sobre el sistema hospitalario ha ido bajando y Madrid tiene capacidad de respuesta. “La ocupación de camas de agudos ha descendido del 17,6% al 15,2% y la de camas de críticos del 42,7% al 37,1% respecto a la semana anterior. Los niveles de ocupación general (COVID y no COVID) muestran también una descongestión progresiva del sistema sanitario, lo que refleja las consecuencias de la fase descendente de la curva epidémica, lo cual debería permitir ir retomando la actividad asistencial habitual de los centros hospitalarios de forma progresiva”, señala el documento.

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