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El máster que la ministra Montón dice que cursó “a distancia” era exclusivamente presencial

Copia de caché guardada por la web Archive.org de la página de la URJC en 2010

Ignacio Escolar / Raquel Ejerique / Laura Galaup

“Lo cursé a distancia”, asegura la ministra Carmen Montón para explicar su bajísima asistencia a las clases de un máster que arrancó en septiembre y al que solo empezó a acudir a partir del mes de enero, como ella misma ha admitido, cuando las clases de la mitad del curso ya habían terminado. “El máster podía ser cursado a distancia, existía esa modalidad”, ha insistido la ministra en su rueda de prensa de este lunes, en la que ha negado cualquier trato de favor, tras la investigación exclusiva de eldiario.es.

Sin embargo, la información oficial del máster que aprobó en la Universidad Rey Juan Carlos desmiente esta explicación. El título en cuestión, un posgrado titulado 'Máster en Estudios Interdisciplinares de Género', legalmente no se podía realizar “a distancia”, como sí ocurre con otros títulos habilitados para ello. Era exclusivamente presencial.

Estos posgrados universitarios en España están reglados por el Real Decreto 1393/2007, que establece tres modalidades de enseñanza: “presenciales, semipresenciales o a distancia”. Cada modalidad tiene, a su vez, unas obligaciones y unos requisitos, que el Ministerio de Educación establece para todas las universidades que imparten un mismo título. Un profesor o incluso el director del máster no tiene capacidad para cambiar arbitrariamente los requisitos que fija el Ministerio de Educación.

En el caso del máster de Montón, absolutamente todos los registros oficiales confirman que la modalidad era una sola: presencial. Así se puede comprobar en la copia de caché guardada por la web Archive.org de la página de la URJC en junio de 2010: el año en que Montón se matriculó. La ficha técnica es bastante clara: la modalidad del máster es presencial. Así lo fue todos los años en los que se impartió este título en la URJC, sin que existiese en ningún momento una “modalidad a distancia”, como asegura Montón.

En el folleto en PDF del curso al año siguiente (2011-2012), también aparece la misma modalidad: presencial. Y también se define como “presencial” en la memoria 2013-2014 del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos, dirigido por el hoy imputado Enrique Álvarez Conde. Absolutamente todos los documentos registran lo mismo: el máster era presencial y nunca tuvo otra modalidad. Así lo ha confirmado también la Universidad Rey Juan Carlos a preguntas de eldiario.es.

Para justificar que “había una modalidad a distancia”, la ministra Montón ha defendido que la directora del máster, Laura Nuño –también imputada por el máster de Cifuentes– así se lo comunicó en un mail que hoy ha leído durante su comparecencia. Es la respuesta a un primer correo de la entonces diputada y portavoz de Igualdad del PSOE, enviado desde su mail del Congreso a finales de septiembre de 2010, donde Montón decía estar “horrorizada” por haber faltado a las primeras clases. “No te preocupes, los materiales de las dos primeras sesiones los tienes en el campus virtual. Está previsto que el máster se pueda cursar a distancia también”, le respondía Laura Nuño.

Por la investigación que ha realizado eldiario.es, según el testimonio de otras alumnas, Laura Nuño envió a algunas de ellas correos donde aseguraba algo parecido. A una de estás alumnas le contó lo siguiente en otro mail al que ha tenido acceso eldiario.es: “Aunque el Máster es presencial, no es obligatoria la asistencia. En el supuesto de que en una asignatura o varias no se pueda asistir, se puede hacer un seguimiento online (con tutorías sobre los materiales, entrega del ejercicio o la práctica, etc.)”.

Sin embargo, ni Laura Nuño ni nadie que no fuese el propio Ministerio de Educación, a través de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), podía cambiar los requisitos de un máster presencial, que suelen exigir la asistencia a al menos el 80% de las clases. Además, según aseguran otras alumnas del mismo máster, no todos los interesados en este curso sabían que era posible aprobar con nota sin ir a clase –Montón sacó tres sobresalientes en asignaturas “presenciales” a las que nunca asistió–.

“Solicité la plaza pero no lo cursé”, explica a eldiario.es otra alumna que prefiere guardar el anonimato. “El máster era presencial y deseché la idea porque suponía ir hasta las 10 de la noche, eran un montón de horas y al ver las exigencias de asistencia decidí no hacerlo. No sabía que había una opción online, si lo hubiera sabido, quizás sí me habría matriculado”.

Para no asistir a clase en un máster presencial de forma sistemática, como hizo Montón, la única opción legal es solicitar una dispensa académica. Según el informe de calidad de la URJC de este máster, ningún alumno pidió tal dispensa. Que se registre en este documento el número de dispensas académicas de ese año –cero, según ese informe– demuestra igualmente que los responsables del máster conocían ese requisito, pero no lo cumplieron.

En el expediente de la ministra al que ha tenido acceso eldiario.es, también queda acreditado que no se presentó a ninguna de las seis asignaturas del primer trimestre y tampoco a varias del segundo. En todas ellas aparece calificada como “no presentado” y solo cambia a otras notas a final de curso, cuando ya era imposible asistir a esas clases y sin que, según la ministra, contactase con los profesores. Es decir, que no es que cursase esas materias “a distancia”, como ha asegurado hoy. Simple y llanamente, ni fue a clase ni entregó ningún trabajo porque, de haberlo hecho, figuraría con una calificación –suspenso, aprobado, notable o sobresaliente–, pero no con un “no presentado” en todas las materias.

En el mismo intercambio de correos con Laura Nuño que la ministra ha mostrado para justificar que “el máster se podía cursar a distancia”, queda acreditado también que Carmen Montón no era una alumna más. En aquel momento era la portavoz de Igualdad del PSOE, el partido en el Gobierno. El máster había nacido por el impulso del Ministerio de Igualdad del Gobierno de Zapatero. Y Montón era también la secretaria de Igualdad del partido.

Laura Nuño, cuando responde al mail de la ministra donde se muestra “horrorizada” por no ir a las primeras clases –siguió sin ir cuatro meses más– le ofrece quedar para conocerse en la facultad o “cerca del Congreso”. Es decir, era Nuño, la directora del máster, quien estaba dispuesta a desplazarse para recibir a su importante alumna, y no al revés.

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