Las plataformas contra el “fracking” se reactivan por temor a nuevos permisos

Las plataformas que se crearon en varias zonas de España contra la extracción de gas mediante fracturación hidráulica para liberar gas y petróleo se reactivarán por temor a que se concedan nuevos permisos tras años de paralización, ha informado el portavoz de la plataforma Bezana-Bigüenzo, Juan José Asensio.

En declaraciones a Efe, Asensio ha explicado que el detonante ha sido la reciente publicación en el Boletín Oficial del Estado del estudio de impacto ambiental favorable para el permiso de prospección para investigación de ‘Enara’.

Aunque su mayor impacto está en Álava afectaría también al Condado de Treviño, en la provincia de Burgos.

De hecho, el informe ha tenido que ser emitido por la administración general del Estado precisamente por afectar a territorios de más de una comunidad autónoma.

Asensio recuerda que las investigaciones para extraer gas se pararon hace unos años porque el petróleo y el gas habían bajado mucho de precio y no eran rentables explotaciones utilizando sistemas de extracción como la hidrofracturación.

Teme que ahora, cuando las empresas están recuperando el interés por las subidas de precio del petróleo y gas que vuelven a hacer rentables nuevas explotaciones, se utilice el proyecto ‘Enara’ como precedente y haya más estudios de impacto ambiental favorables.

Advierte de que uno de ellos podría ser el de Bezana-Bigüenzo, que afecta al oeste de Burgos, Cantabria y el norte de Palencia.

El portavoz de la plataforma que se opone a estos proyectos cree que detrás del último estudio de impacto ambiental favorable puede haber también “una razón política”.

Sospecha que detrás del informe favorable al Proyecto ‘Enara’, esté la voluntad del PSOE de favorecer al PNV para conseguir su apoyo a la investidura de Sánchez, dado que es un proyecto promovido por una empresa pública, SHESA, que fue creada por el Gobierno Vasco en 1983.

Asensio pide también que la Junta de Castilla y León se posicione ante este tipo de explotaciones que se plantearon como fracturación hidráulica, y que ahora cree “no está claro si serán convencionales”.