Descubren en Dinamarca un enterramiento vikingo único con objetos de lujo y vínculos reales
Durante unas obras cerca de la localidad danesa de Lisbjerg, a pocos kilómetros de Aarhus, Dinamarca, se ha producido un hallazgo que los arqueólogos no dudan en calificar de “espectacular”. Un enterramiento vikingo datado en el siglo X ha sacado a la luz cerca de 30 tumbas, objetos de lujo y una caja decorada con hilo de oro. Según los investigadores del Museo Moesgaard, se trata probablemente de una familia noble emparentada con la corte del célebre Harald Blatand, más conocido como Harald Bluetooth.
El descubrimiento fue completamente accidental. Los obreros que trabajaban en la zona dieron con perlas, monedas, fragmentos de cerámica y una caja de madera reforzada con hierro. Lo que parecía un hallazgo aislado pronto reveló un cementerio completo, con restos humanos como dientes y huesos, y un ajuar funerario que apunta al alto estatus social de los enterrados.
Una mujer noble, enterrada con sus tesoros
Uno de los elementos más llamativos ha sido un cofre de madera que contenía unas tijeras, una cuenta de filigrana de plata, una aguja y una cinta decorada con hilo de oro. Por el contexto y la riqueza del contenido, los arqueólogos creen que podría haber pertenecido a una mujer de alto rango social. “Este tipo de cofres son extremadamente raros. Solo conocemos tres ejemplos similares en Europa”, explica Mads Ravn, responsable del hallazgo.
La caja, de unos 32 centímetros de lado, fue enterrada cuidadosamente en una tumba que destaca del resto, lo que refuerza la hipótesis de que pertenecía a una figura importante en la jerarquía vikinga. El cierre meticuloso del cofre y los restos de plata en sus herrajes apuntan a una manufactura excepcional.
El contenido de las tumbas sugiere prácticas paganas anteriores a la cristianización definitiva de Dinamarca. Los objetos personales enterrados con los difuntos —como herramientas, joyas y piezas textiles— reflejan la creencia en una vida más allá de la muerte. “La gente llevaba al sepulcro lo que era importante para ellos, porque querían trasladarlo al otro mundo”, señala Ravn.
Conexiones con el rey Bluetooth
El hallazgo se sitúa en plena época del rey Harald Bluetooth, conocido por unificar Dinamarca y llevar el cristianismo al territorio. La existencia de una granja aristocrática a menos de un kilómetro del cementerio, descubierta en los años ochenta, alimenta la hipótesis de que los enterrados formaran parte de su círculo cercano. “Podría tratarse de uno de sus condes o administradores regionales”, añade el arqueólogo.
Durante la Edad Vikinga, Aarhus fue uno de los centros comerciales y políticos más importantes de la región. El hallazgo de Lisbjerg refuerza esa posición estratégica, al confirmar la presencia de una clase noble con medios y rituales complejos de enterramiento. Las conexiones entre la granja, las tumbas y la ruta hacia la ciudad fortalecen esta interpretación.
Materiales bien conservados y nuevas líneas de estudio
El equipo del Museo Moesgaard comenzará en breve un detallado proceso de conservación y análisis de los objetos recuperados. La buena preservación de la madera, gracias a la humedad del terreno, permitirá afinar las dataciones y estudiar en profundidad las técnicas artesanales de la época.
Este tipo de descubrimientos son excepcionales por su nivel de conservación y riqueza contextual. Además de arrojar luz sobre las jerarquías sociales y las creencias religiosas, ofrecen pistas sobre el papel de las mujeres en la élite vikinga y la transición entre religiones en Escandinavia. A la espera de nuevas investigaciones, la caja de hilo de oro y su misteriosa propietaria ya forman parte del patrimonio cultural europeo.
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