Muere Germán Torres, el panadero que llevó la masa madre a la escena argentina

Germán Torres en La Valiente

Ada Sanuy

16 de septiembre de 2025 11:02 h

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La gastronomía argentina despide con tristeza a Germán Torres, panadero y escritor que falleció tras una larga enfermedad a los 40 años. Fundador de Salvaje Bakery y de La Valiente (junto al chef Christian Petersen), se convirtió en un referente de la panadería artesanal y en una de las figuras que transformaron la forma de pensar y consumir pan en el país. Su muerte, confirmada por medios como Clarín y La Nación, ha generado una oleada de condolencias en el sector gastronómico y entre colegas que lo acompañaron en su recorrido.

Su trayectoria

Torres nació en Buenos Aires en 1985 y antes de dedicarse de lleno a la cocina había cursado estudios de Publicidad en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). En 2006 viajó al prestigioso festival de Cannes, donde obtuvo un premio al finalizar su formación. Su primera etapa laboral transcurrió en agencias, pero pronto se volcó a otra de sus pasiones: por las noches cocinaba en Guido’s, un restaurante de comida italiana en Palermo. Esa experiencia lo llevó a matricularse en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), convencido de que su futuro estaba en la cocina.

Un viaje a la India supuso un punto de inflexión vital. Torres dejó atrás definitivamente la publicidad para consagrarse a la gastronomía. A lo largo de los años trabajó en las cocinas de Dadá Bistró, Le Pain Quotidien, La Panadería de Pablo y San Gennaro, donde llegó a ser jefe de cocina. En todas esas experiencias fue afinando un interés creciente por el pan, que terminaría convirtiéndose en el eje de su trayectoria profesional.

En 2016 fundó Salvaje Bakery, un espacio que cambió la forma de entender la panadería en la Argentina. Su trabajo allí lo convirtió en el panadero que llevó la masa madre a la escena local, popularizando un estilo hasta entonces poco extendido en la panadería argentina. En paralelo, elaboró pan de centeno artesanal bajo la marca Delirante. Más tarde se asoció con Christian Petersen para abrir La Valiente, donde alcanzó un reconocimiento más amplio y consolidó su lugar en la escena gastronómica.

Además de su trabajo en los hornos, Torres plasmó su visión en dos libros editados por Planeta: Pan de garage (2018/2019, según distintas ediciones) y Pan de campo (2022). En el primero describía su oficio como una expresión artística y explicaba que cada jornada era un desafío creativo: “Cada día interpreto al pan de una nueva manera. Cada mañana, antes de hornear, la masa es una hoja en blanco”, escribió. Su producción literaria reflejaba la misma pasión con la que encaraba el trabajo diario.

Reacciones

La noticia de su fallecimiento provocó una oleada de reacciones en el mundo gastronómico. Desde la cuenta de La Valiente publicaron un mensaje de despedida: “Tu presencia nos acompañará para siempre. Vamos a mantener el pan que nos enseñaste, las medialunas al color que te gustan y los rolls de canela que te hacía tu abuela. Vamos a continuar por el camino en el que nos embarcamos y lograr este sueño que tuvimos juntos”. El local permaneció cerrado en señal de duelo.

Su socio Christian Petersen lo recordó compartiendo un video en el que se veía a Torres amasando pan de centeno. Otros cocineros se sumaron a los homenajes, como Tomás Kalika, entre muchos otros, que le dedicó un mensaje en redes sociales: “Se nos fue un gran tipo y un panadero de alma. Tu pan nos acompañó y tu ejemplo nos mejora. Quedás en el recuerdo de quienes te conocimos y en cada horno que se encienda para honrarte. Abrazo enorme a su familia, amigos y equipo. Te despido con el gran @chriscornellofficial y su Black Hole Sun que sé que te gustaba. Gracias por todo maestro. Que descanses en paz”.

La muerte de Germán Torres deja un vacío en la panadería artesanal de la Argentina, un terreno que él contribuyó a revolucionar. Su legado no se mide solo en recetas o en locales, sino en haber popularizado la masa madre y reivindicado el pan como una creación artística. Para muchos de sus colegas, su recuerdo quedará vivo en cada horno encendido y en cada pieza elaborada con la misma pasión que él transmitía.

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