El triple asesinato real que inspiró a los hermanos Duffer para crear a uno de los personajes de 'Stranger Things'
Se acerca el final de Stranger Things. La serie de ciencia ficción que revolucionó el catálogo de Netflix hace casi una década estrena los primeros capítulos de su última temporada el próximo 26 de noviembre. En esta última entrega, volveremos a ver a Millie Bobby Brown (Eleven), Finn Wolfhard (Mike), Gaten Matarazzo (Dustin), Caleb McLaughlin (Lucas) y Sadie Sink (Max). Sin embargo, hay otros actores que no volverán a la gran pantalla.
El caso más comentado es el de Joseph Quinn, el actor británico que interpretó a Eddie Munson en la cuarta temporada. Matt y Ross Duffer lo crearon única y exclusivamente para la anterior entrega y, después de cómo terminó su historia en el último de los episodios, no volveremos a verlo en Hawkins, el pueblo ficticio en el que transcurre la historia.
La confirmación de su ausencia en el reparto de la quinta y última temporada entristeció a gran parte del fandom porque el amante del heavy metal y líder del Hellfire Club, el grupo de juegos de rol del instituto del pueblo, se convirtió en uno de los personajes más queridos de la serie. Lo que muchos fans no saben es que detrás de este personaje se esconde una terrible historia real.
Para entender su relación con lo que ocurrió en la vida real, tenemos que recordar la historia de Eddie en Stranger Things. El joven es acusado del asesinato de la joven animadora Crissy, aunque no hay pruebas concluyentes del suceso. Tanto la policía como el pueblo están convencidos de que este rockero con pelo largo es culpable y que su club en el que juegan a Dragones y mazmorras es en realidad una peligrosa secta satánica. Aunque pueda parecer una idea descabellada, este fue un miedo real que se extendió por Estados Unidos a finales de los años 80.
Histeria en EE.UU. por supuestos sacrificios satánicos
Para crear al personaje de Eddie, los hermanos Duffer se inspiraron en el “pánico satánico”, una especie de histeria moral que se produjo principalmente en Estados Unidos durante las décadas de 1980 y 1990. Consistió en un miedo exagerado a que existieran cultos satánicos que secuestraban, torturaban y abusaban de niños. Este miedo se alimentó con los medios sensacionalistas, que afirmaban que los niños de algunos pueblos estaban siendo víctimas de rituales satánicos. También con las denuncias de muchas personas, que aseguraban que esto estaba ocurriendo.
Muchas de las acusaciones fueron luego desacreditadas, pero el pánico tuvo consecuencias reales: algunas personas fueron encarceladas injustamente.Uno de los casos más populares fue el de Los Tres de West Memphis, tres hombres (Chris, Greg y Damien) que fueron acusados de asesinar a tres niños de ocho años (Steven Branch, Michael Moore y Christopher Byers). Los cuerpos de los chicos fueron encontrados con signos de brutalidad y, desde el principio, el pueblo y la policía sospecharon que podría tratarse de un asesinato ritual satánico, aunque nunca se encontraron pruebas concluyentes.
Para vincularlos con el asesinato triple, las referencias a la apariencia y los gustos de los tres jóvenes fueron continuas. Tenían el pelo largo, vestían de negro, les gustaba el heavy metal… Los tres pasaron 18 años en la cárcel hasta que nuevas pruebas de ADN contribuyeron a su liberación en 2011. El caso se convirtió en un ejemplo de cómo el pánico satánico llegó a influir en la percepción colectiva.
Los hermanos Duffer confirmaron que esta fue su inspiración más inmediata para crear al personaje de Munson. “Cuando se habla de pánico satánico, Damien Echols tiene una historia trágica que nos ha obsesionado. Creo que vimos el documental de HBO, Paradise Lost, cuando estábamos en el instituto. Luego vimos West of Memphis. Eddie nos pareció un personaje genial y una forma de explorar el pánico satánico, y por eso parecía estar marcado por la tragedia”, explicó Matt a Deadline.
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