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El ascenso en directo de un gigante de la economía: ¿dónde está el techo de Nvidia?

Jensen Huang, el CEO y cofundador de Nvidia

Carlos del Castillo

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Hace muchos años que no se veía algo así. Un nuevo gigante asciende en directo a los primeros puestos de la economía mundial. Nvidia, que hace dos años no estaba ni entre las 20 empresas más valiosas del mundo, se ha colocado ya en el top 3, acecha de cerca a una Apple que ha perdido su aura y atisba en el horizonte a Microsoft. Esta semana ha vuelto a crecer un 11% en bolsa después de presentar unos resultados de su último trimestre fiscal (de febrero a abril) estelares y anticipar un crecimiento aún mayor para los siguientes. Acumula una revalorización de casi un 250% en el último año.

Los beneficios de Nvidia en esos tres meses multiplicaron por 7 los que registró en el mismo período del año anterior. De 2.043 a 14.881 millones de dólares. Sus ingresos aumentaron un 262%, hasta los 26.044 millones de dólares. Es un crecimiento apoyado en su negocio de venta de chips para centros de datos avanzados, la infraestructura clave de la inteligencia artificia que está brotando por todo el mundo. Incluida España.

Es un ámbito en el que Nvidia es la dominadora absoluta. “El factor diferencial ha sido que, mientras el resto de competidores se han centrado en otras áreas como la ciberseguridad o las comunicaciones 5G, Nvidia apostó decididamente por la inteligencia artificial”, explica a Alfonso Gabarrón, gerente de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi). La irrupción de ChatGPT marcó un antes y un después en su trayectoria.



Nvidia no era ni mucho menos la única fabricante de chips del mercado, pero sí la que se había especializado más en los procesadores gráficos. Antes de la irrupción de la inteligencia artificial generativa, sus equipos eran de los más valorados entre los jugadores de videojuegos. Pero su potencia los hacía atractivos para otras actividades que requirieran esa capacidad de cálculo avanzado, como para la minería de criptomonedas (en el boom del bitcoin los mineros llegaron a romper el suministro mundial de algunos portátiles porque los compraban para usar su procesador gráfico).

Sin embargo, una vez que llegó ChatGPT y con ella el resto de IAs capaces de generar texto, música, vídeos a partir de procesos de aprendizaje automático su rol cambió. Ya no era un fabricante de equipos especializados. Se convirtió en el principal proveedor de una revolución tecnológica.

“El excelente punto de partida, la entrada en un mercado con condiciones cercanas a un ”Océano azul“ (escasos competidores, alta innovación, capacidad de capturar la demanda) y una apuesta decidida por desarrollar productos centrados específicamente en los requerimientos de la IA y la Computación de Alto Rendimiento (HPC), han terminado cristalizando en una posición de liderazgo de mercado que se ve reforzada por el continuo lanzamiento de nuevos productos”, detalla Gabarrón.

La ecuación ahora mismo es simple. Para hacer evolucionar a ChatGPT, OpenAI necesita hacerlo con centros de datos con el equipamiento más avanzado, que es el de Nvidia. Para disputarle el liderazgo en esa carrera, Google necesita a Nvidia. Para construir supercomputadores de ámbito nacional, los estados necesitan a Nvidia. Para intentar desarrollar la tecnología del coche autónomo, Tesla necesita a Nvidia.

En este trimestre Nvidia ha aumentado su dividendo a los accionistas un 150%. Para el próximo, la compañía estadounidense calcula que sus ingresos seguirán creciendo hasta los 28.000 millones de dólares.

Llega para quedarse

Las diferentes fuentes consultadas coinciden en que lo de Nvidia no es flor de un día. “Sus resultados subrayan una vez más que existe una demanda continua de IA que no muestra signos de disminuir”, dice Josh Gilbert, analista de mercado de eToro. “Las empresas siguen aumentando sus gastos de capital, especialmente las grandes tecnológicas, para mantenerse al día con esta tecnología revolucionaria, y Nvidia es, con diferencia, la mayor beneficiada”, añade.

La posición de Nvidia en el mercado va ligada a la de la inteligencia artificial generativa. Y si bien algunos analistas avisan de que es un sector en el que “muchos valores que están inflados” y no se corresponden con las expectativas generadas, la apuesta tan firme de las grandes tecnológicas hace difícil prever una caída.

“Nvidia no sólo está recompensando a sus accionistas, sino que es uno de los principales impulsores del crecimiento de los beneficios del S&P500 [el índice que incluye a 500 de las mayores empresas cotizadas en EEUU]”, expone Gilbert. “Está apoyando a los valores tecnológicos en general, y es probable que este resultado siente las bases para otro máximo histórico del S&P500. Seguirá habiendo interrogantes sobre la valoración, pero es innegable que Nvidia sigue creciendo”, recalca.

¿Un nuevo monopolio digital?

Los fabricantes de chips que podrían rivalizar con Nvidia, como ARM, se han centrado en otros segmentos de mercado. “Lo cierto es que, aunque no podemos saber con certeza el tiempo en que Nvidia seguirá dominando el mercado, sí que podemos afirmar con bastante seguridad que su posición no decaerá en el corto plazo”, adelanta Gavarrón, de Aesemi.

La situación puede recordar a lo que sucedió en otros nichos digitales, como Microsoft con los PCs o Facebook con las redes sociales. Empresas que llegaron a un mercado en el que no tenían competencia y crecieron hasta convertirse en monopolios de facto. Sin embargo, aunque es cierto que al sector le preocupa la posición de Nvidia, no es tanto por su acumulación de poder sino por la “inseguridad por contar con un único proveedor de la que vienen advirtiendo grandes consumidores como Alphabet (Google), AWS o Lenovo, que observan con preocupación como la capacidad de abastecimiento de Nvidia es limitada y por ello incluso están empezando a lanzar programas para diseñar sus propios chips”.

En este sentido, el gerente de la Asociación Española de Semiconductores expone que “la actual posición de dominio no genera gran preocupación en el sector. Es tan sólo una cuestión de tiempo” que lleguen otros actores que puedan competir con ella, opina.

“Por ahora, lo que vemos son más oportunidades que riesgos, dado que este crecimiento genera un arrastre positivo que hace que surjan centenares de startups y spinoffs desarrollando nuevos productos y funcionalidades que terminan colaborando, integrándose o, quizá algún día, compitiendo con Nvidia. Esto también es una oportunidad para el mundo del diseño de Semiconductores en general, en el que España tiene fortalezas como para posicionarse y aprovechar esta ola. ¿Por qué no un centro de diseño de NVIDIA en España, dedicado a las arquitecturas para IA?”, concluye.

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