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Instagram reactiva la cuenta de teta&teta una semana después de inhabilitarla por “infringir las normas de desnudez”

Captura de pantalla de la cuenta de teta&teta tras ser suspendida

Aurora Santos-Olmo

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Teta&teta, la comunidad –como ellas mismas la definen– centrada en reivindicar la libertad femenina usando como vehículo “la creatividad y el activismo”, ha recuperado su cuenta de Instagram, después de que el jueves pasado fuese suspendida. La razón por la que se la quitaron fue por “violar las normas de desnudez”, según un mensaje que les envió la propia red social.

“El jueves a la hora de comer, una amiga me preguntó si me habían bloqueado teta. Entré para comprobarlo y había un mensaje de que había infringido las normas”, explica María Rufilanchas, la creadora de teta&teta, en conversación con elDiario.es. Normalmente estas acciones de suspensión de cuentas se realizan de manera automática a través de algoritmos, por lo que, al no tener más razones, decidió enviar un correo electrónico este jueves. En él explicaba la labor de la asociación y dejaba claro que el perfil no es de contenido sexual: “Mi lucha no es solo la censura de los pezones, sino demostrar el impacto social del trabajo que hacemos, lo que hay detrás y lo importante que es”.

Todo empezó con una encuesta sobre hacer topless en verano que lanzaron en su perfil de Instagram. Preguntaban a sus seguidoras si lo hacían o no y en ambos casos tenían que explicar por qué. El 59% de las mujeres contestaron que sí, mientras que el 41%, que no. Las razones de estas últimas: “los mirones, en los que se incluye a los hombres que te miran sin cortarse un pelo o a los que lo hacen sin darse cuenta de que tu libertad acaba donde empieza su mirada”, dice Rufilanchas. “Los otros motivos de las respuestas negativas eran por miedo a que les hicieran fotos o vídeos y a la masturbación”.

Con los resultados de la encuesta y los argumentos de las mujeres, la creadora de teta&teta decidió lanzar un post “reivindicativo” en el que denunciaba estas actitudes: “A los mirones, a los pervertidos, a los degenerados, a los cerdos. A los que unas tetas en la playa calientan más que el sol. A los que nos escanean el cuerpo con el mismo descaro con el que se tumban boca abajo” –comienza el texto. Dos párrafos acompañados de una foto en los que denunciaba la actitud de aquellos “que confunden liberación con insinuación” y en los que recordaba que “la hipersexualización de la mujer nos lleva donde nos lleva, en muchas ocasiones a violaciones, a veces a la tumba”.

“Lo escribí desde el hartazgo, porque no podemos estar libres ni en la playa”, cuenta Rufilanchas. Al texto le acompañaba el Hashtag #hastalospezonesdelosmirones, aunque “enseguida lo vetaron”: “A los tres minutos de publicar el post, aparecía la etiqueta con cero publicaciones, cuando sin embargo el mensaje se había compartido muchas veces y mucha gente lo replicaba con ese hashtag”, explica.

24 horas después de lanzar su reivindicación, se desactivó la cuenta de teta&teta. Esta semana, varias voces se movilizaron para pedir su vuelta. La primera que desencadenó el movimiento fue la ilustradora María Hesse. En una publicación en Instagram denunció que “vivimos en un sistema patriarcal” y exigió a la red social que reactivara la cuenta de la asociación, porque “preferimos morir en la hoguera que vivir calladas”. Además, lamentó que no se penalicen otros perfiles “donde se muestra el maltrato animal o que nos muestran hipersexualizadas” y sí este, que es “imprescindible para visibilizar la realidad de nuestros pechos, esos que han sido cosificados, explotados y marginados, todo a la vez”.

Tras ella, la dibujante Flavita Banana publicó el jueves una viñeta en el diario El País en la que condenaba también la censura de Instagram. En ella representaba a un hombre sin camisa, sentado en una hamaca y viendo su móvil mientras celebraba que “otra cuenta de rojas” fuese censurada: “Quién querría ver tetas caídas, pelos y cuerpos de mierda”, dice el protagonista de la ilustración.

Banana la subió también a su perfil de Instagram, donde aprovechó para escribir un post contra lo sucedido. En él, pedía la vuelta de teta&teta y reivindicaba su amplia labor social: “No creo en la caducidad de las causas que importan”, comienza. La viñetista recuerda que el proyecto está centrado en ayudar a las mujeres, ya que tienen iniciativas como las 'camitetas' sin ánimo de lucro o 'A las olvidadas', que consiste en llevar libros a las cárceles de mujeres. Por eso, lamenta en su post que “no interesa ayudar a las mujeres. Una teta fuera de sitio y adiós todos los proyectos”, zanja.

Junto a la publicación, los hashtags #devuelvenostetayteta o #tetayteta, en los que cientos de mujeres pidieron la vuelta a Instagram de teta&teta y agradecieron “lo que hace por ellas”. “Se te saltan las lágrimas con los mensajes”, confiesa Rufilanchas, que insiste en que eso es una muestra de que la asociación no es suya, sino de las casi 44.000 personas que les siguen en la red.

Entre los posts, peticiones para que volviese esa cuenta que “pelea para que las cosas nos vayan un poquito mejor” o denuncias a los algoritmos usados en las redes: “Si entre tanto algoritmo hubiera alguna algoritma (...), no se cerrarían perfiles por haberse atrevido a, oh virgen santísima, señalar los mirones de playa”.

Instagram no les ha avisado de que la cuenta volvía a estar activa este viernes, como tampoco ha explicado las razones por las que ha decidido devolvérsela. Rufilanchas cree que, además del correo en el que mostraba que es una cuenta de labor social y no de contenido sexual, ha tenido mucho que ver la movilización de sus seguidores.

Para la creadora de teta&teta es básico tener un perfil en la red social: “Nuestro Instagram es donde muchas personas se sienten reflejadas. Es un espacio para su representación. Nos permite estar lo más cerca posible de ellas” –subraya. “Tiene que ver con la expresión libre, de todas las personas, de todos los cuerpos y de todas las tetas”.

“Si no lo hubiésemos tenido, probablemente nunca habrían existido iniciativas como Lola” –concluye en referencia al sujetador para las mujeres que han pasado por una mastectomía y que surgió, precisamente, a partir de un mensaje en Instagram. Una muestra de que estar ahí es una parte esencial de su lucha.

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