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El pueblo de Cantabria que se asienta sobre una península y combina playas, ría y patrimonio medieval

San Vicente de la Barquera, Cantabria.

Edu Molina

4 de agosto de 2025 11:32 h

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Ubicada en el occidente de Cantabria, la villa de San Vicente de la Barquera se configura sobre una península que se adentra en el mar Cantábrico, delimitada por la ría de San Vicente y el estuario del río Escudo. Este emplazamiento natural le confiere una forma geográfica definida, con límites marcados por el agua, lo que ha condicionado tanto su desarrollo histórico como su distribución urbana actual. La singular disposición territorial la convierte en uno de los núcleos costeros más representativos del litoral cántabro.

Este municipio forma parte del Parque Natural de Oyambre, espacio protegido desde 1988 que abarca ecosistemas costeros como playas, marismas y zonas de dunas, así como áreas de pradera y zonas intermareales. San Vicente de la Barquera se encuentra además en la ruta norte del Camino de Santiago, por lo que su patrimonio histórico ha estado ligado durante siglos tanto a la actividad pesquera como al tránsito de peregrinos. La villa mantiene una estructura compacta que permite la convivencia entre su casco histórico medieval y las áreas naturales que lo rodean.

La localidad fue declarada conjunto histórico-artístico en 1987. Su núcleo urbano tradicional se sitúa en una colina, lo que permitía en época medieval ejercer funciones defensivas y de vigilancia marítima. A sus pies, las playas y marismas se extienden en un perímetro que alterna arenales amplios con zonas de vegetación y estuario. Desde el casco urbano se accede fácilmente a todos los espacios naturales del municipio, lo que ha favorecido su consolidación como destino turístico en los meses de verano.

Playas y paisaje costero en torno a la ría

El litoral de San Vicente de la Barquera destaca por la presencia de playas de arena fina, escasa urbanización y longitud notable. La playa de Merón es la más extensa del municipio, con cerca de cuatro kilómetros, esta playa se subdivide en distintos tramos denominados El Puntal, El Rosal, Merón, Bederna y Peñas Negras. Limita al oeste con la playa de Gerra, que se extiende hacia el límite con el municipio de Valdáliga. Ambas forman un frente litoral continuo que es utilizado tanto por visitantes como por aficionados al surf, dadas las condiciones del oleaje y la amplitud de las mareas.

En la zona más cercana al casco urbano se encuentran la playa de El Rosal y la playa de La Maza. Separadas por la desembocadura de la ría, ambas presentan características similares: aguas tranquilas, arena dorada y accesibilidad desde la carretera general. Estas playas son utilizadas habitualmente por familias y por residentes, dado que se encuentran a poca distancia del núcleo urbano. A su vez, su proximidad a la ría y al puerto deportivo permite combinar el uso recreativo con el paso de embarcaciones de pequeño calado.

Playa de La Maza.

La playa de Oyambre, compartida entre San Vicente de la Barquera y el municipio vecino de Valdáliga, se encuentra dentro del Parque Natural de Oyambre. Tiene una longitud aproximada de dos kilómetros y está flanqueada por dunas, marismas y praderas húmedas. Es una playa con escasa edificación, sin paseo marítimo, y cuenta con figuras de protección ambiental. Las actividades permitidas en la zona están reguladas por el plan de ordenación del parque y se limitan principalmente al baño, el senderismo y los deportes de tabla.

Patrimonio histórico y tradición marinera

El casco histórico de San Vicente de la Barquera conserva elementos relevantes de su pasado medieval. El Castillo del Rey, situado en la parte alta del núcleo urbano, fue una estructura defensiva construida entre los siglos XIII y XIV. A pesar de haber sido parcialmente restaurado, conserva su planta original y está integrado en la red de espacios visitables del municipio. Desde sus torres se obtiene una panorámica del estuario, la ría y las playas cercanas. Su función principal fue la vigilancia costera y el control del paso marítimo.

A escasos metros del castillo se encuentra la iglesia de Santa María de los Ángeles, uno de los principales templos góticos del norte peninsular. Fue edificada en varias fases entre los siglos XIII y XVI y destaca por su arquitectura sobria, con bóvedas de crucería y una nave principal de grandes dimensiones. En su interior se conservan sepulcros de personajes históricos locales, como el inquisidor Antonio del Corro. La iglesia está catalogada como Bien de Interés Cultural y forma parte del itinerario del Camino de Santiago del norte.

Puente La Maza.

El puente de la Maza, construido en el siglo XV sobre la antigua calzada romana, conecta la villa con las tierras llanas situadas al norte del municipio. Originalmente, contaba con 32 arcos, de los que actualmente se conservan 28. La estructura, de piedra de sillería, ha sido reformada en varias ocasiones y es una de las imágenes más representativas del municipio. Su función ha sido clave tanto para el tráfico rodado como para el paso de peregrinos, y sigue siendo el principal punto de acceso desde la carretera nacional.

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