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Macrogranjas porcinas: cuando la despoblación convierte a tu pueblo en basurero

Granja de cerdos

Carmen Bachiller

  • En Cincovillas (Guadalajara) se trata del mismo empresario que intentó instalarse en Riofrío del Llano sin lograrlo, por la oposición vecinal y ahora apuesta por el municipio donde gobiernan sus padres

La historia no solo no es nueva sino que se repite. Cuarto intento para instalar una macrogranja porcina en la provincia de Guadalajara. Primero fue en Riofrío del Llano, luego en Querencia, una pedanía de Sigüenza y también en el entorno de Brihuega. Auspiciadas por grandes empresas integradoras, estas explotaciones, como ya han venido denunciando plataformas ciudadanas en esta provincia, ‘tientan’ a pequeños ganaderos que ponen en marcha gigantescas granjas de engorde de animales, a veces en lugares muy despoblados. Un negocio redondo y absolutamente legal que está encontrando resistencia en esta provincia castellano-manchega.

Esta vez se trata de Cincovillas, un pequeño municipio de tan solo 23 habitantes donde ya existe una explotación a unos 140 metros del casco urbano con unos 2.000 ejemplares. Pertenece a la alcaldesa, Carmen Martín, del Partido Popular y a su marido, el teniente de alcalde, con quien gobierna en el municipio. Ahora es el hijo de ambos el que quiere instalar una nueva granja con más de 3.000 cerdos tras intentarlo sin llegar a hacer efectivo el proyecto en Riofrío del Llano.

El tercer concejal en el Ayuntamiento es Miguel Ángel Serrano, del PSOE. Explica que “los del pueblo ya están hartos porque los purines los esparcen dónde y cuándo quieren”. Planteó una moción para poner en marcha una ordenanza sobre vertido de basuras y purines en el municipio “para preservar el casco urbano, los yacimientos de agua, ríos… que es muy similar a la aprobada en otros municipios como Brihuega” y que fue rechazada en el Pleno del pasado mes de abril.

Este pleno, con fecha 19 de abril, se celebró sin que la macrogranja estuviese en el orden del día pero Serrano preguntó por las intenciones del Consistorio. “La alcaldesa dijo que no tenía intención de traerlo al Pleno”.

Serrano ve “clara” la incompatibilidad de que sean los padres del empresario (alcaldesa y concejal) quienes den el visto bueno a la instalación. “La hay porque existen intereses personales y familiares y la incompatibilidad llega hasta el cuarto grado de consanguinidad”. La consulta se planteó al secretario del Ayuntamiento quien la remitió al servicio jurídico de la Diputación de Guadalajara que aún no se ha pronunciado.

“Hablamos de la clara y manifiesta desertización de la provincia y esto no va a crear ningún puesto de trabajo”, señala el concejal socialista quien recuerda también que el lugar donde se quiere instalar la explotación porcina está ubicado a unos pocos kilómetros de los Saladares de la cuenca del Río Salado, incluidos en la Red Natura 2000, muy cerca del municipio de Atienza. El concejal teme que los purines y vertidos no controlados “además de llegar a las tierras de labor pueden perjudicar a las Saladeras”. Serrano llevará el proyecto de la macrogranja al próximo pleno ordinario que se celebrará en julio.

“Se va a gastar la poca agua que tenemos”

Lucía es vecina de Cincovillas, agricultora, a sus 70 años explica que los vecinos están recogiendo firmas contra la instalación de la macrogranja. “Con los que ya tienen son suficientes, no sé si son 2.500”. Lamenta que en el Ayuntamiento “no se atengan a razones” y que se haya rechazado la puesta en marcha de una ordenanza para regular los vertidos de purines

“Yo estoy a punto de jubilarme pero me preocupan los que vienen detrás. Que dentro de unos años esto sea un basurero y sin agua porque aquí no ha llovido en tres años. Allí donde se va a poner la granja se va a gastar la poca agua que hay en el subsuelo. No quiero que mi pueblo sea un basurero”.

Entre algunos vecinos del municipio planea la idea del ‘caciquismo’, puro y duro, a la hora de implantar el proyecto. Otros sin embargo no se oponen y no han firmado en contra. Entre las rúbricas recogidas en papel y las que se han recabado a través de internet suman ya más de 1.200. Serán entregadas ante la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural a finales de mes.

La redacción de este periódico ha intentado ponerse en contacto con la alcaldesa de Cincovillas para recabar su opinión, sin que haya sido posible.

En Cuenca se repite el modelo de negocio

Lo que ocurre en Guadalajara tiene ya ‘espejo’ en la vecina Cuenca. En Torrejoncillo del Rey está prevista una explotación porcina con 2.000 cerdos de engorde que incluye una balsa con capacidad para tres millones de litros de purines “a escasos 200 metros” de la antigua mina romana Lapis Specularis de la que se extraía el mineral que los romanos usaban como vidrio y que está en pleno proceso de recuperación, según Ecologistas en Acción Cuenca.

De nuevo, los inversores de estas macro-granjas ponen su objetivo en una pequeña población de poco más de 400 habitantes que desde que abriese al público la antigua mina, en julio de 2015, ha recibido más de 6.000 visitas. Para la recuperación del yacimiento se han invertido cerca de 400.000 euros de fondos públicos en su mayor parte procedentes de la Comunidad Europea para la lucha contra la despoblación, señala la organización ecologista.

“Este resquicio de esperanza se puede convertir en espejismo”, advierten, con el proyecto de la macrogranja a la vista. “La generación de olores, el impacto visual y las molestias por moscas restaría todo el atractivo con que actualmente goza el yacimiento. Por no hablar del impacto sobre el suelo y las aguas subterráneas del purín”.

El proyecto está ahora en fase de información pública. Para Ecologistas en Acción, el ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey, “debería entender que este proyecto va en contra del interés general del municipio”. Y no es este el único caso en la provincia, como ocurre en la vecina Guadalajara. Vecinos de Cañete, Fuentes o Priego (759, 453 y 973 habitantes, respectivamente) también se han puesto en contacto con Ecologistas en Acción “preocupados por la proliferación de estas instalaciones de ganadería industrial”. Otra más se prevé para Carboneras de Guadazaón.

Son granjas prefabricadas, idénticas, que se les dejan montadas a pequeños ganaderos locales para que realicen la tarea de engordar cerdos y que si cuentan con hasta 2.000 cerdos no necesitan pasar por ningún trámite de impacto ambiental . Según Carlos Villeta, de Ecologistas en Acción, la empresa Incarlopsa es la impulsora de estos proyectos que sirven para abastecer, entre otros, a Mercadona.

Ecologistas en Acción se reunía este viernes con el director provincial de Agricultura, Joaquin Cuadrado. Para la asociación ecologista “es un grave error” cambiar el modelo ganadero existente desde hace siglos en la provincia, la ganadería extensiva, por otra intensiva. “Son negativas para el bienestar de los animales que no ven la luz del sol, están teledirigidas por grandes grupos empresariales y apenas crean de empleo” y por eso han solicitado la retirada de subvenciones a este tipo de explotaciones por parte de la Consejería de Agricultura.

“Por primera vez la Junta las incluyó el año pasado, tanto a través de la línea para jóvenes agricultores como a la ampliación y modernización de explotaciones agrarias”. De hecho, las nuevas órdenes de ayuda se publicarán, previsiblemente, el próximo otoño. “Estudiaremos si se sigue considerando como sector estratégico y si las granjas intensivas tanto de pollos como de cerdos son subvencionables”.

La Junta las subvenciona porque “crean empleo”

Joaquin Cuadrado explica que “son una oportunidad para que la gente se incorpore a la actividad agraria” y en el caso concreto de la futura explotación de Torrejoncillo del Rey “es una cuestión del alcalde y de Patrimonio porque cumple la normativa ambiental”, entre otras cosas porque no está cerca de un cauce de agua.

“Si se hacen las cosas bien no tienen por qué tener ningún problema”, sostiene el director provincial de Agricultura. La normativa vigente permite a los ayuntamientos dar luz verde a este tipo de explotaciones si cumplen ciertos requisitos. El primero, estar (como mínimo) a un kilómetro del casco urbano además de contar con una balsa para purines con suficiente capacidad e impermeabilizada, extender estos desechos de los animales de forma adecuada y limitar las emisiones de nitrógeno y fósforo por hectárea y año.

“No hay que crear alarma con este tema”, sostiene el director provincial que no ofrece datos del número de proyectos en marcha aunque mantiene que “no se producirá una concentración fuerte como para que haya un problema”. Cuenca, no obstante ya tiene un precedente por este motivo en la Serranía Baja. “Se cerraron muchas. Allí sí había problemas con los nitratos y el subsuelo. Antes se hacían de otra manera”.

Asegura que estas explotaciones crean empleo “y al integrarse con Incarlopsa están cerrando el ciclo de producción”. Reconoce que el “único problema” que tienen estas granjas son los purines. “Exigimos un plan de los residuos ganaderos y les aconsejamos que en época veraniega no esperan los tres meses que permite la ley para vaciar la balsa de purines y evitar malos olores”. Tampoco ve un problema en el agua. “Necesitan menos que el regadío. No es un problema limitante”.

“Yo prefiero mil veces la ganadería extensiva de ovino, de vacuno...pero en ciertas zonas tiene cabida porque genera empleo en las granjas, en los proveedores de cereales y piensos o en los mataderos. No hay que tener miedo porque además la Unión Europea está cambiando la legislación sobre purines”.

Hace unos días, el PSOE nacional instaba al Gobierno central a elaborar en el plazo de seis meses un Plan Nacional de Tratamiento del Excedente de Purines y de Reducción de su Impacto Ambiental en coordinación con las comunidades autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y con los departamentos ministeriales implicados.

En Cuenca, de momento, la organización ecologista está recogiendo firmas contra estos proyectos, en particular en el caso de Torrejoncillo del Rey. Los propios vecinos de la zona han comenzado a organizarse en plataformas ciudadanas como ya ocurriera en Guadalajara.

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