Mamá, no me dejan ser artista
Manifiestos, concentraciones, peticiones de firmas y hasta vídeos en YouTube. En los últimos tres años, los profesores de materias como la música, artes plásticas y artes escénicas han intentado de todo para evitar que sus enseñanzas no perdieran peso en los currículos escolares con la entrada en vigor de la LOMCE, también conocida como Ley Wert por haber sido diseñada por el anterior ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert. No ha sido posible. Al ex ministro parecía no agradarle demasiado la cultura –como también dejó patente con este sector- y sus gustos se han trasladado también a la educación.
La música es una asignatura que lleva años perdiendo horas. Si la LOGSE, la ley socialista de los noventa, fue la que generalizó la presencia de la música en los centros, con la LOE, ley aprobada en 2006, se perdió la continuidad, y ahora, con la LOMCE, queda en manos de las comunidades autónomas, puesto que no está establecida como una materia troncal (obligatoria en todos los centros) en Secundaria, pese a que el Consejo Escolar del Estado pidió que así lo fuera.
Esto significa que será cada Comunidad la que decida cuántas horas y cómo se reparte entre los cursos. A pocos días de que comience el año escolar no todas han publicado el horario lectivo, sin embargo, como reconoce a eldiario.es Blanca Domínguez, la presidenta de la Confederación de Asociaciones de Educación Musical de España (COAEM), “que haya o no música, más o menos horas, depende ahora de la sensibilidad de la persona que esté al frente de Educación”.
Más música en la Comunitat Valenciana
Así, hasta la fecha, sólo la Comunitat Valenciana ha decidido aumentar las horas de música en el primer ciclo de Secundaria (de 1º a 3º de la ESO), de cinco a seis; Aragón, Asturias, Cantabria, Madrid y Navarra han mantenido la misma cantidad de horas que existían hasta este curso, mientras que han bajado en Castilla La Mancha, Castilla-León, Extremadura, La Rioja y Murcia. “Y de estas, algunas de ellas han borrado alguno de los cursos como Castilla León que sólo asegura la obligatoriedad en segundo de ESO”, añade Domínguez.
Las razones que el Gobierno dio a las asociaciones para la pérdida de peso de la música estriban, según Domínguez, en las evaluaciones de PISA (donde priman Matemáticas y Lengua), pero también en que “han querido recuperar competencias para el Estado, sin embargo, estas ya estaban bien delimitadas. El Estado no ha recuperado nada, sino que las ha repartido entre otras materias y ha abandonado al resto. Es una cuestión bastante politizada”.
Porque entre este “resto” también se encuentran las artes plásticas y las escénicas. Si bien la LOE había creado dos bachilleratos, el de artes plásticas y el de escénicas, con la LOMCE ambos se unen en uno solo. “La plástica ha perdido hasta más horas que la música, aunque se mantiene gracias al Dibujo Técnico en Bachillerato”, admite Domínguez, que entiende esta educación artística básica como el principio para estudiar después en “conservatorios, orquestas, escuelas de arte dramático etc”.
Con la LOMCE, estas materias apenas pasarán de puntillas por los currículos escolares. Todo dependerá de cada comunidad autónoma, donde las asociaciones plantean ahora la batalla. Los futuros artistas lo tendrán más difícil. La cultura, otra vez, pierde.
