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La empresa que demuestra que usted es usted

Elías Pérez, en la MIT Technology Review Innovadores Menores de 35 en 2012.

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Pongamos que son ciudadanos con dificultades de movilidad, personas mayores, o con alguna diversidad funcional o enfermas, y que necesitan realizar una operación bancaria o recibir un resultado médico sin desplazarse hasta su sucursal o centro hospitalario. O, simplemente, padecen el tedio de la maraña burocrática, el tráfico y el coste de los desplazamientos y las atrocidades de un horario laboral medio o de un desempleo desquiciante.

¿Cómo cobrar a distancia ese recibo, ingresar una factura, saber si todo va bien en su salud asegurando la privacidad y confidencialidad? Es decir, ¿cómo puede el banco o el hospital tener por teléfono garantías de que usted es usted y no un impostor, verificar su identidad de un modo asequible para el sistema?

Según Elías Pérez Carrera, la solución se encuentra en IdentityCall, uno de los inventos de su empresa, Quobis (ubicada en O Porriño, Pontevedra, y con sede en Madrid), premiada con el MIT Technology Review Innovadores Menores de 35 en 2012. 

IdentityCall se postula como una aplicación “con grandes posibilidades de servicio en el futuro para toda la ciudadanía”, que parte como solución a un problema concreto existente. Conocedores de que los identificadores de voz empleados, por ejemplo, en la banca para gestiones bursátiles ocasionaban falsos positivos o negativos, “al ser sensibles a oscilaciones comunes, como si estás acatarrado ese día o te sale voz de pito”, desarrollaron un producto más efectivo para estas compañías. 

“En nuestro día a día, trabajando dentro de las redes de los operadores de telecomunicación, vemos muchísimos casos de fraude telefónico de diversa naturaleza y que, por desgracia, generan cuantiosas pérdidas”, explica Pérez. De hecho, el 18% de los españoles afirman haber sido víctima de un robo de identidad, según una encuesta de la consultora Dynamics Market. Un estudio de Eurostat lo sitúa en un 7% de internautas.

Estos delitos figuran en el Código Penal como usurpación de estado civil, pero no son sencillos de detectar ni de demostrar legalmente. “Con la tecnología que proporcionamos, el usuario sólo necesita un DNI electrónico –y un lector, que ronda los 10 euros– o un certificado digital sobre comunicaciones WebRTC y una clave”. “Y hay que tener en cuenta que nuestra tecnología posibilita, al mismo tiempo, nuevos servicios, especialmente en aquellas áreas sensibles a la identidad del ciudadano como la relación con la Administración o los servicios de salud”.

Los casos de espionaje de la NSA despiertan interés

El Estado español es líder en identificación de criminales a través de la voz. Hay demanda en el sector militar y el de los servicios secretos. No es la clientela habitual de Quobis que, sin embargo, ha notado mayor interés en su producto tras los casos de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.

“Con el escándalo de la NSA, para la opinión pública se ha puesto de manifiesto la relevancia y problemática asociada a la identidad e integridad de las comunicaciones. Ha servido para que se entienda un poco mejor el problema que resolvemos. Aunque es cierto que en los entornos profesionales donde nos movemos nosotros ya era un hecho relevante. Hay muchas empresas aportando soluciones, algunas de ellas españolas y con mucho éxito como, por ejemplo, la catalana Password Bank, adquirida en el 2013 por el gigante Symantec”.  

El perfil de Quobis

Quobis es “una ingeniería gallega que ofrece soluciones de comunicaciones unificadas a operadores de telecomunicación y grandes empresas”. Servicios de telefonía, videoconferencia, mensajería instantánea, transferencia de archivos y presencia forman parte de la oferta de esta empresa cofundada en 2006 por dos ingenieros de telecomunicaciones de la Universidad de Vigo –Iago Soto y Elías Pérez– que ha crecido hasta una veintena de empleados de alta cualificación. También lo ha hecho hacia el exterior: el 30% de su mercado proviene actualmente del negocio internacional, con un fuerte crecimiento en países de Asia.

Imagino que el camino de montar su propia empresa no ha sido sencillo ¿Qué le parece la nueva ley de apoyo a los emprendedores, mejora la situación? 

Mentiría si dijese que me he leído la ley, porque los emprendedores tenemos cosas más importantes de las que ocuparnos, aunque parezca paradójico.

Pero ¿cree que existe un apoyo al emprendedor o es un discurso sin base real?

En general no es sólo que el Gobierno nos apoye relativamente poco, sirva como ejemplo la reciente subida del coste de autónomos, que es el germen del emprendimiento, sino que la sociedad en general tampoco está preparada para acogerlos. 

¿Está comprometido el Gobierno y las grandes compañías en las inversiones y financiación de los emprendedores españoles?

En nuestro sector, por ejemplo, es muy habitual que los responsables de compra tecnológica, de la administración o de grandes empresas, opten por adquirir soluciones de fabricantes extranjeros, en lugar de apostar por el software desarrollado en España. Eso en otros países no pasa, donde sus grandes empresas realizan un efecto tractor de las startups que les ayuda a salir adelante con buenas referencias.

¿Les ha abierto puertas el hecho de recibir un premio como el MIT Technology Review Innovadores Menores de 35 en 2012?

Sí. El premio del MIT nos ha abierto alguna puerta en clientes en EEUU que de otra manera tendríamos cerrada, y también ha generado interés de inversores de capital riesgo en la compañía, aunque por ahora no estamos trabajando en esa línea de financiación. Tanto para mí como para Quobis ha sido muy gratificante el hecho de que reconozcan que la tecnología que estamos haciendo tiene sentido y que, de alguna manera, refuerza nuestra idea de que vamos por el buen camino.

Sólo el 20% de los jóvenes investigadores españoles en el extranjero se plantean regresar a España. ¿Le sorprende?

Desde luego que no, con la situación actual es muy complicado pensar en regresar. 

Recuerdo que en una entrega de premios a los 60 mejores expedientes universitarios de Galicia, el presidente de la Xunta otorgó como galardón 2.500 euros y una maleta a cada uno ¿Es este un resumen perfecto de la situación?la Xunta otorgó como galardón 2.500 euros y una maleta a cada uno

A mí personalmente me pareció una falta de respeto de cara a los premiados. Desconozco a qué responsable de protocolo se lo pudo ocurrir algo así, pero sería él quien debería coger la maleta y dejar su puesto de trabajo. De hecho,  cuando pasó este tema, en Quobis hicimos una entrada en nuestro blog titulada Tu maleta por una beca, que tuvo bastante acogida en redes sociales, aunque no tanto como nuestra comparativa de Silicon Valley con Galicia (Come to Galifornia).

Con ella pretendíamos demostrar que, a pesar de las dificultades, en Galicia también se puede crear y exportar tecnología, aunque la Administración no ayude o, en algún caso, ponga trabas o deje sin ejecutar presupuesto para innovación, que es peor todavía.

Usted ha estudiado en París. ¿Es diferente en otros países?

Sí, absolutamente. Por ejemplo, en otros países se preocupan mucho por la integración temprana de los estudiantes en prácticas empresas en los últimos cursos de carrera, y se trata de una integración real. Es decir, no ponen a los estudiantes a hacer fotocopias, sino que la empresa de destino asigna a un tutor que realmente involucra al estudiante en el día a día. Esta experiencia es importantísima para asentar y dirigir la carrera profesional del estudiante.

Por otra parte, parece que también existe una falta de reconocimiento social. En general se desconocen los logros de la ciencia y la innovación, salvo que hayan suscitado alguna polémica. ¿Tal vez se junta la absoluta desidia del Gobierno, con la falta de profundidad de los medios y el escaso hábito de la ciudadanía, o cómo lo ve usted?

En cierto modo, es la pescadilla que se muerde la cola: si no hay casos de éxito sonados, el ciudadano medio no piensa en invertir su dinero en empresas tecnológicas pequeñas que puedan tener un crecimiento exponencial, sino que se inclina a dejar sus ahorros en el banco o invertir en el sector inmobiliario. Y al no haber inversión en tecnología, tampoco llegarán los casos de éxito.

Sí, en eso además tienen cierta culpa los medios de comunicación generalistas, especialmente al hablar de noticias tecnológicas, ya que hay muy poco rigor al respecto y elevan al tamaño de Google o Facebook cualquier iniciativa local sin mayor transcendencia para los que estamos en el sector. Y habitualmente quedan fuera del foco mediático aquellas iniciativas que sí merecen ser analizadas, y cada año hay en España un par de ellas de gran relevancia.

En este momento, todo el I+D de Quobis se enfoca en la denominada WebRTC (comunicaciones en tiempo real a través de la web). 

Sí. Lo que persigue esta tecnología, que está siendo promovida por nombres bien conocidos como Google o Cisco, es la unificación de los servicios de comunicaciones en el navegador web, ya que es el principal software que usamos diariamente para navegar o leer el correo electrónico. 

Las utilidades para gestionar la atención al cliente dicen que son múltiples. Y, al parecer, para los usuarios individuales, en un futuro próximo Whatsapp, Line, Skype… tal vez podrían ser historia y no habría que instalar nada para sustituirlos. Muchos servicios web ya usan RTC (comunicaciones en tiempo real), pero con patentes costosas, y necesitan descargas. WebRTC abre los códigos. Aunque detrás están, como dice, nombres bien conocidos y operadoras dominantes como Movistar. ¿Es el futuro próximo?

Por ahora esa una tecnología incipiente, ya que los estándares están todavía en discusión, pero Quobis está muy bien posicionada a nivel mundial y tenemos muchas esperanzas depositadas en ella. De hecho estamos ya haciendo dinero con esta tecnología, puesto que estamos participando en los primeros proyectos pilotos a nivel mundial con diferentes operadores. Como toda tecnología incipiente, aún tiene mucho que demostrar, pero el potencial es muy grande.

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