Nace la Plataforma de Artes Escénicas de la Región de Murcia
Hay muchas pequeñas compañías teatrales en la Región de Murcia. A lo que se suman técnicos, docentes, dramaturgos, gestores culturales, espacios, coreógrafos, distribuidores, productores, magos, clowns, bailarines, y un largo de etcétera de profesionales que reúne lo escénico. Más aún si se tiene en cuenta que la Región cuenta con una Escuela Superior de Artes Escénicas (ESAD) y un gran número de teatros, centros culturales y auditorios.
Pero para las pequeñas compañías murcianas es bastante arduo encontrar espacios en los que ensayar y actuar. Es difícil encontrar programas de formación, residencias creativas y la posibilidad de mostrar su trabajo fuera de la Región sumado el coste de la movilidad. Con el objetivo de mejorar estos aspectos, entre muchos otros, ha nacido la #Plataforma de Artes Escénicas de la Región de Murcia. Los más jóvenes y ya no tanto también piden paso.
Tampoco ha habido una estabilidad presupuestaria en los últimos años en el sector de las artes escénicas y, además, se ha distribuido de una manera muy “simplificada”, según la plataforma. La crisis ecónomica y la subida del 21% del IVA, recientemente reducido al 10%, ha causado estragos en el frágil tejido teatral murciano. Según el Anuario de la SGAE después de la crisis la asistencia a los espectáculos escénicos ha descendido un 31% en el país.
De esta forma, el colectivo de 48 personas se reunió el sábado pasado en el Teatro Circo de Murcia para darse a conocer. Al encuentro acudieron unas 100 personas que contribuyeron al debate de la situación de las artes escénicas de la Región a raíz del manifiesto presentado por la agrupación.
Algunos técnicos reclamaron que sus necesidades también fueran tenidas en cuenta, mientras que el programador del Teatro Circo, Juan Pablo Soler, señaló que en el manifiesto se había generalizado demasiado el aspecto que reivindica “una mayor especialización y formación de los gestores públicos y responsables políticos que gestionan el mundo de la cultura”. Otros pusieron como ejemplo las Jornadas de Cartagena de Cultura y Municipio, mientras que también se barajó la posibilidad de que la agrupación se convirtiera en asociación, aunque quedó descartado porque la idea es que sea “lo más inclusivo”, en palabras de los organizadores. El colectivo también se entendió como un espacio donde intercambiar y reunir la información sobre el sector y los profesionales murcianos.
“La verdad es que estoy maravillada”, dijo Beatriz Maciá, una de las responsables del colectivo. “No conozco a la mitad de las caras que veo, así que entiendo que sí que hay una necesidad”, añadió. “Lo cierto es que cuando redactamos el manifiesto íbamos un poco a ciegas, pero ahora vemos que estamos muy acompañados”, señaló María Sánchez.
“Hace falta un Plan Estratégico de la Cultura que vaya más allá de ayudas puntuales”, dijo Fran Ros. Si el presupuesto de la Administración dedicado a las artes escénicas ha sido muy inestable, la Región tampoco cuenta con un circuito de Red de Teatros, como la mayoría de comunidades del país. Tampoco existe un apoyo claro a las iniciativas privadas que han ido surgiendo en los últimos años y, de hecho algunas se han visto en la necesidad de cerrar, como fue el caso de La Azotea en la capital. Otros espacios alternativos siguen en pie como La Chimenea Escénica o La Madriguera en naves industriales a las afueras de Murcia. Otra de las iniciativas privadas destacadas en la Región es el Festival DeCorrido que celebró el año pasado la cuarta edición con su sello de varias días de sesiones maratonianas de artes en vivo.
El grupo también reivindicó “la transparencia y accesibilidad a los presupuestos de cultura, así como la creación de un sistema de valoraciones objetivas para la asignación de dichos presupuestos”, además de “revitalizar los espacios culturales públicos cerrados o infrautilizados”.
El presupuesto de 2017 para las artes escénicas, la danza y la música en la Región ha sido de 400.000 €.
El Gobierno del País Vasco, por ejemplo, ha destinado este año 100.000 € sólo para apoyar los espectáculos de calle. Su página web señala: “La actual crisis económica está afectando de modo muy importante a la programación cultural en el área de las artes escénicas lo que incide negativamente en la sostenibilidad del tejido empresarial teatral vasco, siendo una de las áreas más desatendidas dentro de este campo el sector de las artes escénicas de calle”. Por no hablar de otros países europeos como Francia o Bélgica, donde los artistas reciben un sueldo mensual siempre que demuestren que están trabajando en un proyecto.
