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China endurece los controles y retrasa la importación de material contra el coronavirus

El avión que ha llegado a la Comunidad de Madrid procedente de Shanghai.

Marcos Pinheiro

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China ha decidido endurecer los requisitos para que el material que produce para luchar contra el coronavirus salga con destino a terceros países. Algunos de esos países, como España y Holanda, se han encontrado con que los productos eran defectuosos, por lo que el Gobierno chino ha optado por incrementar los controles. La consecuencia de esa decisión en plena crisis por la Covid-19 es que se va a retrasar la importación de mascarillas, EPIs (Equipos de protección individual) y test de detección. Ahora mismo, alrededor del 75% de las importaciones españolas de estos productos están paradas, según fuentes del sector biotecnológico.

La decisión del Ministerio de Comercio chino se comunicó este miércoles a través de la agencia oficial de noticia Xinhua. En una nota –que ha colgado en su web la Agencia Nacional de Productos Médicos de China (NMPA)– se informa de que China ha tomado “nuevas medidas para garantizar la calidad de las exportaciones de suministros médicos en medio de la lucha mundial contra la nueva enfermedad por coronavirus”.

Según el Ministerio de Comercio, desde el 1 de abril todos los productos “deben proporcionar documentación adicional cuando pasan por el despacho de aduanas”. Esto afecta a los test de detección rápida de la Covid-19, mascarillas médicas, trajes de protección, respiradores y termómetros infrarrojos.

Así, la aduana de ese país ha paralizado la exportación de productos hasta que se presente un documento –en formato impreso o digital– que debe contener una declaración de que los productos han sido “registrados oficialmente en China y cumplen con los estándares de control de calidad de los respectivos destinos de exportación”. El Ministerio de Comercio advierte de que solo liberará esos productos cuando cuenten con ese certificado, que debe estar aprobado por las administraciones de productos médicos. Esa administración es la NMPA.

El objetivo de China es “garantizar la calidad de sus productos para ayudar a la comunidad internacional a luchar contra la epidemia”, dice el Ministerio de Comercio. La decisión llega después de que el Ejecutivo español tuviese que devolver cientos de miles de test rápidos comprados en ese país y que no funcionaban. Holanda tuvo el mismo problema con las mascarillas: tuvo que devolver 600.000 a su proveedor chino porque eran defectuosas.

Envíos retenidos en la aduana china

El problema es que ese cambio de normativa en China ha provocado que se vaya a retrasar la importación de miles de productos contra el coronavirus que estaban a punto de salir hacia España y otros países. El Ministerio de Sanidad ya ha sufrido las consecuencias de esa decisión. Uno de los aviones que ha llegado este jueves desde China lo ha hecho solo con una pequeña parte del material que se había adquirido.

Según informa ABC, el avión de Air Europa ha aterrizado en Madrid con solo 800 kilos de material, cuando se preveía la importación de varias toneladas de productos contra el coronavirus. El resto del material se ha quedado en la aduana china, al igual que otros dos envíos que estaban previstos, según informa este diario. Se desconoce cuándo podrá transportarse ese material retenido. El Ministerio de Sanidad, que gestionaba ese envío, no ha respondido a las peticiones de información de eldiario.es.

El cambio de normativa en China afecta a las transacciones de todos los gobiernos con ese país y también a las importaciones de las empresas privadas. Fuentes del sector biotecnológico apuntan a eldiario.es que ahora mismo el 75% de las compras desde China están paradas.

Hasta ahora, los productos médicos que se compraban en China podían adquirirse con el sello de la NMPA, o bien sin él para luego conseguir el certificado del mercado en el que se fuesen a vender. Si es en Estados Unidos, hay que conseguir el aval de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). Para ello, o se envían los productos a la FDA para que los pruebe o esa agencia manda inspectores a las empresas –aunque estén fuera de EEUU– para investigar lo que fabrican y decidir así si aprueba el material.

La UE funciona de manera distinta. Avala los productos mediante el sello CE y conseguirlo es mucho más sencillo que hacerse con el de la FDA. Fuentes del sector biotecnológico aseguran que el proceso europeo carece de un proceso de verificación y que para obtener el sello basta con que la documentación sea la exigida. Nadie prueba el producto. Es lo que ocurrió con los test rápidos comprados por España: llevaban el sello CE pero no fueron probados, por lo que no se detectó que eran ineficaces.

Ahora, las empresas españolas desconocen el procedimiento que aplicará la agencia china NMPA. También cuánto tardará en validar los productos que están retenidos en la aduana. Una de las compañías que espera un envío –unos 300.000 test rápidos– espera que el proceso no se alargue más de 10 días, pero insisten en que por ahora no tienen ninguna información de cómo van a ser los trámites. Si se trata de conseguir más documentación, solo se retrasará unos días; si la NMPA opta por revisar los productos, ese tiempo se ampliará considerablemente.

Escasez e incremento de precios

Los nuevos controles impuestos por China se suman a las dificultades que gobiernos y empresas están encontrando para importar material sanitario desde el país asiático. La escasez ha provocado, además, un enorme incremento de los precios. Las mascarillas, que antes se conseguían a 1,50 euros el paquete de 100, cuestan ahora tres euros cada unidad. Algunos respiradores han triplicado su precio, hasta costar 30.000 euros. Las empresas españolas advierten de las dificultades para comprar en el mercado chino y acusan a las de ese país de inflar los precios para las compañías extranjeras.

Uno de los ejemplos más claros de las complicaciones para adquirir material en ese mercado es el del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que anunció hace 10 días la llegada de dos aviones con material sanitario por un valor de 23 millones de euros. Isabel Díaz Ayuso prometió que el primero aterrizaría en 24 horas. Tras unos días en los que se desconocía el paradero de esa carga, este martes ha llegado un avión procedente de Shanghai, que la Comunidad atribuye al “primer encargo” de Ayuso, aunque no aclara si formaba parte de esa partida. Ayuso ha relatado en diversas entrevistas que se ha encontrado con multitud de trabas en el mercado chino, las mismas que reconoció el Ministerio de Exteriores tras la compra de test fallidos.

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