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Malestar de Moncloa con Cospedal por señalar ante Ruz los pactos de Rajoy con Bárcenas

El PP da por hecho que Rajoy impulsará relevos en el partido y en el ejecutivo

Gonzalo Cortizo

Nadie en Moncloa entiende las razones que han llevado a María Dolores de Cospedal a incriminar directamente al presidente del Gobierno en los tejemanejes que han beneficiado a Bárcenas con sueldo, coche oficial, despacho y secretaria a pesar de ser uno de los principales imputados en la trama de corrupción que rodeó al PP, según los apuntes contables facilitados por el extesorero.

Fuentes de Génova consultadas por eldiario.es indican que Cospedal no consultó con nadie del aparato de Rajoy su estrategia ante Ruz antes de presentarse en la Audiencia Nacional. Las palabras de la número dos del PP han causado sorpresa en Génova y en Moncloa. Fuentes de la dirección del PP señalan que Cospedal no tenía por objetivo dañar a Rajoy y que lo dicho ante Ruz fue tan solo uno más de sus sonoros patinazos públicos en torno al caso Bárcenas.

Las relaciones de Cospedal con Moncloa no pasan por sus mejores momentos. Según fuentes de Moncloa, no tiene buena sintonía con la vicepresidenta del Gobierno y lo dicho ante Ruz no hace sino empeorar esas sensaciones.

Rajoy tampoco confía demasiado en su número dos, tal y como demuestra el tono que el propio Bárcenas se permitió usar en sus comunicaciones con el presidente al acusarla de ser la filtradora de las primeras informaciones publicadas (sin documentación) por el diario El Mundo.

Las declaraciones ante Ruz no han salido bien para el PP y no lo han hecho en buena medida por el desliz de Cospedal al cargar sobre Rajoy la responsabilidad de los beneficios que se le concedieron a Bárcenas. Según fuentes del PP, nadie descarta un giro de timón por parte de Rajoy a la vuelta de vacaciones. Un giro de timón que podría echar a Cospedal fuera del barco.

Hay incluso quien se atreve ya a elaborar las primeras quinielas con nombres como el de Ana Pastor (de la máxima confianza de Rajoy) a quien se alaba estos días en Génova por su gestión del accidente de tren en Santiago. Según esas fuentes, no es casual que Rajoy haya elegido al marido de Pastor como compañero de footing mañanero durante su descanso de verano en el ayuntamiento Pontevedrés de Ribadumia.

El diario ABC ha publicado en los primeros días de esta semana dos informaciones con aspectos contradictorios. El lunes, este rotativo apostaba por un cambio en el PP del que Cospedal saldría reforzada. Solo un día después, el mismo diario informaba de que sus fuentes apuntaban a que Rajoy era favorable a la creación de la figura de un coordinador en el partido para cubrir los huecos que la propia Cospedal deja vacíos en función de sus responsabildades como presidenta de Castilla La Mancha.

Sin embargo, fuentes del PP consultadas por esta redacción señalan que Rajoy sabe que un pacto con Bárcenas para evitar la sangría pasa por apartar a la castellanomanchega de los órganos de decisión del PP. Sin ella, sería más fácil evitar la publicación de grabaciones sonrojantes y al límite del delito en las que Bárcenas y Arenas hablarían de los fondos depositados en paraísos fiscales a nombre del extesorero.

El abogado de Bárcenas envió este lunes el mensaje que quería que Rajoy escuchase: “mi cliente tiene soporte documental de esa reunión”.

El pacto

De producirse un cambio de Gobierno en fechas recientes, habrá que estar pendientes a varios detalles clave. Un cambio en la titularidad del ministerio de Justicia supondría un allanamiento del camino para los intereses de Bárcenas. Hasta la fecha, Ruz no ha hecho nada que no recibiera previamente la aprobación de la fiscalía. Y es que es en el ministerio fiscal en donde reside, en buena medida, la caja de pandora del embrollo que arrincona al PP en el llamado caso Bárcenas. Según fuentes jurídicas, la actuación de las fiscales del caso podría ser discutida jurídicamente. Sobre ellas pesa la acusación de haber alterado autos de Pedreira, además de la sobra de duda de haber dado en su momento el OK a las grabaciones realizadas en prisión y que se llevaron por delante la carrera del exjuez Baltasar Garzón.

Durante su última comparecencia parlamentaria, Rajoy alardeó de haber mantenido a las fiscales en el caso cuando pudo haberlas cambiado. Ahora, si ese cambio se produce, las denuncias que se preparan contra ellas podrían encontrar luz suficiente para permitir la anulación de parte de lo actuado.

Mientras tanto, el juez Pablo Ruz parece entregado a la práctica procesal de trocear la causa. En la declaración de este martes, Ruz no permitió que las acusaciones pregunataran a Cospedal por las comisiones que Bárcenas dice que cobró a cambio de un contrato de basuras en Toledo. La explicación ofrecida por la Audiencia Nacional a eldiario.es abunda en la teoría de que la parte toledana del caso Bárcenas podría generar una nueva pieza separada en la que el TSJ de Castilla La Mancha sería el tribunal competente para juzgar los hechos.

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